Capitulo 49

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Al día siguiente

La noche anterior había sido un pequeño paso para su relación con León comenzará a estrecharse una vez, quizás estaba vez no como pareja, si no simplemente como los padres de familia que eran.

Jill le había dicho que no le llames más, ya que ella lo haría cuando lo consideraría prudente, con esto en cuenta, La mujer sintió haberse quitado un peso de encima.
La posibilidad de regresar con León era remota, escasa... Si bien no descartaría hacerlo con el paso del tiempo, eso era algo que no pensaba en ese momento.

...

Esa mañana la castaña saldría para comprar algo de ropa para Dana, su cumpleaños se acercaba y su madre tenía intención de  que estrenará ropa nueva apartir de ese día, por ello se arregló y salió del apartamento para ir de compras.

La acomodó en el asiento trasero fuertemente, y posteriormente ella subió al volante.
Ese día no iría al convenio, por consiguiente tenía el día libre para ella y su hija, aprovechando de ello, disfrutaría de la jornada mientras convivía y despejaba su mente.

...

Al llegar al centro comercial y antes de salir del coche, La mujer tomó y encendió su teléfono.
Tenía alguna esperanza de que León le halla escrito, aunque ella le había mencionado muy duramente que no lo hiciera más, y esperase que ella lo llamara.

No pudo evitar poner un rostro desangelado y de decepción, León no le había escrito y mucho menos llamado, Sabía exactamente que se lo dejó muy en claro a noche, pero apesar de aquellas rígidas palabras que artículo en esa llamada, Jill quería ten...

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No pudo evitar poner un rostro desangelado y de decepción, León no le había escrito y mucho menos llamado, Sabía exactamente que se lo dejó muy en claro a noche, pero apesar de aquellas rígidas palabras que artículo en esa llamada, Jill quería tener invadida su bandeja de notificaciones de mensajes de su esposo, Ella quería leer o escuchar el buenos días por parte de él, quería saber que aún ella es importante en su mundo, pesé a todo lo ocurrido.

Pensó durante varios días perdonarlo y regresar con él, pero... ¿Eso es lo que haría una mujer cuerda?, Al saber lo que hizo su marido.
Sin duda, la disyuntiva de si o no, replicó e hizo eco en su mente por varias días durante un buen rato.

En el centro comercial se dedicó a comprar lo indispensable para su niña, ropa, alguna juguete interesante o algo llamativo para la ocasión.
En ocasiones estando en el pasillo, de forma inconciente tomaba un artículo masculino y lo analizaba para asegurarse de que le quedará bien a León, mordía su labio pensando que tan como sería, y a los pocos segundos de tomarlo aterrizaba la cruda realidad de su vida.

Ir de compras sin León era algo que hacía de forma más frecuente de lo que ella se hubiera esperado, ser una madre soltera (Aunque técnicamente sigue estando casada), era algo difícil pero a la vez fácil de acostumbrarse.
Ahora tenía todo el tiempo para su hija, la mimaba y conscientia lo suficiente para que su vínculo de madre e hija fuera tan fuerte que nada podría romperlo.

Al salir del centro de comercial llevaba unas cuantas bolsas más la carreola, el tiempo se había pasado muy rápido y su mente pareció haberse tomado un ligero respiró, acto que por supuesto agradeció.

La historia de Leon y Jill 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora