Es el libro 2, DE LA SAGA LEON Y JILL
Han pasado varios meses después de los acontecimientos de Chris, Por consiguiente, en ese transcurso de tiempo, Jill tendrá que ver cómo su relación ya establecida con Leon, se pone en tela de juicio cuándo Ada...
Jill se estremecío de tan solo ver a aquel hombre que tenía enfrente, situado justo en el marco de la puerta.
Su temor general no era hacia él, y tampoco era si este era capaz de lastimarla en ese instante. Su mayor miedo y angustia, era pensar que se había acostado con él.
—¡Que significa esto Chris!...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
El capitán había escuchado que la castaña se levantó, y de inmediato corrió para ver cómo estaba, por supuesto, a primera vista para Jill, despertar en un lugar extraño, con ropa diferente y sin sosten, daba méritos para creer lo peor.
—Calmate Jill.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—¡Cómo quieres que me calmé imbécil! ¡Que acaso no ves!
La mujer había pasado de un sentimiento de miedo, a uno de total histeria en su mente. No podía creer lo que había hecho, más allá de la culpa que se avecinaba, ahora debía lidiar con el gran problema que afrontaria.
—¡Mirame! Abusaste de mí, te aprovechaste mi estado alcoholizado para acostarte conmigo.
Pero inmediatamente después de terminar de hablar, El capitán comenzó a reír y carcajearse a tiempo que decía:
—¿De verdad, abusar de ti?—Se carcajeo una vez—No sabía que eras comediante profesional Jill, pero ufff... Si me causó mucha bgracia.
La mujer quedó anonadada de como reaccionó Chris, y a medida que su irá se volvía incontrolable, respondió—Eres un...
—¡Porfavor Jill! No puedes llamar violación a lo que sucedió anoche.
—Claro que sí—Argumento incorporándose de la cama.
Pero el capitán parecía estar seguro y muy tranquilo en ese momento, casi como si con una palabra, podría darle vuelta a la acusación.
Sonrió mientras su mirada permanecía baja, cuando al fin se animó a levantarla, observo a la mujer y antes de que ella dijera algo en su contra, este habló de forma segura y un poco sarcástica:
—No se si me estás haciendo un broma, o realmente no recuerdas nada de anoche—Hizo pausa para tomar aire, y prosiguió—Pero anoche hicimos el amor, y que yo recuerde, Tu estabas más despierta que nunca... Y más si, todo fue consentido.