Capitulo 27

363 34 2
                                    

De camino a casa de Barry para recoger a su hija, Jill no pudo evitar una vez más pensar en Ada.

Verdaderamente odiaba a esa mujer, su arrogancia y su idolatría la hacia enfadar.

Cuando llegó a dónde Barry, no pudo evitar poner su rostro de disgusto.
El hombre parecía alegré, pero sin duda noto la amargura de su amiga.

Por supuesto le pregunto que sucedía, indagó e incluso cuestionó si había tenido una pelea con León, obviamente Jill negó todo rotundamente, y no do detalles de más, Ella era sumamente cuidadosa con su intimidad y sus cosas personales, pesé que Barry era alguien de confianza.

Se llevó a Dana y partió rumbo a casa, ya era tarde, casi las 9 de la noche.
La bebé estaba profundamente dormida en el asiento trasero, absuelta a cualquier problema que invadida la mente de su madre.

Cuando llegó al fin a su hogar, Jill notó que tenía 2 llamadas perdidas de Chris.

Aún estaba algo disgustada con el capitán, si bien nunca se quejo con el en ese momento, No era tonta, y mucho menos tan despistada para no darse cuenta de las insinuaciones que Chris le había hecho

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Aún estaba algo disgustada con el capitán, si bien nunca se quejo con el en ese momento, No era tonta, y mucho menos tan despistada para no darse cuenta de las insinuaciones que Chris le había hecho.

Ella no era una mujer grosera, y siempre trataba de evitar eso, sin embargo, ese tarde con Chris, se contuvo para no abofetearlo.

Ignoro las llamadas y llevó a su hija a la cuna, la acurrucó y salió cuando la notó profundamente dormida.

Bajó hasta la cocina por algo de beber.
Un poco de licor no le haría mal está noche, pensó.
Se acomodó en su sofá y encendió la televisión.

Sus ojos azules permanecían en la pantalla, pero en contraste con eso, su mente vagaba por recuerdos y anécdotas de León.

Por primera vez en su vida y matrimonio, Jill tenía miedo de que todo lo que tenía y que había construido a base de esfuerzo en ese momento, se derrumbará frente a sus ojos.

Por primera vez en su vida y matrimonio, Jill tenía miedo de que todo lo que tenía y que había construido a base de esfuerzo en ese momento, se derrumbará frente a sus ojos

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Eso le aterraba.

...

Casa de Ingrid Hunnigan

La historia de Leon y Jill 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora