Capitulo 59

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Luces, ruido y mucho movimiento, fue lo único que podía sentir, ver y oír Jill mientras yacía recostada en el asiento trasero de una auto.

Se encontraba desorientada y con un dolor de cabeza muy intenso.
La ráfagas de luz afuera de la ventana provocaban una reacción instantánea en su ya maltrecha visión.

Segundos más tarde, y después de divagar un poco en el conductor, cerró sus ojos mientras volvia a perder el conocimiento.

...

Al día siguiente, casa de León

Era domingo temprano en la mañana, El agente Kennedy se había despertado a primera hora para recoger a Sherry que llegaba a la ciudad después de su tratamiento ocular.
El rubio partió mucho antes de que el primer rayo del sol se asomara.

La jornada había comenzado de forma fría y helada, la temperatura ya estaba más cercana a lo tradicional de un día cualquiera de invierno, por consecuencia, la chaqueta de León dijo presente en todo momento.

...

Condujo alrededor de una hora antes de llegar al aeropuerto.
Ya ahí, tuvo que esperar por una media hora más para que el vuelo de la jovén rubia aterrizara.

No aprovechó del todo ese tiempo de espera, prácticamente no tenía mucho que hacer en ese lugar, más allá de comprar un poco de café caliente para hacer más amena y reconfortante su estancia.

Miró una que otra vez su teléfono, especialmente el contacto de Jill.

No la había visto desde aquella vez se forcejearon y ella terminó muy molesta con él.
A León se le había pasado la cólera sentida esa noche, y ahora estaba más tranquilo, sin embargo, seguía pendiente por el bienestar de la mujer.

Literalmente no sabía nada de ella después de su última pelea.
No sabía dónde vivía, que hacía, con quién pasaba los ratos libres, etc. Era algo que al principio le molestó, pero al transcurrir de la semanas, su mente logro aplacar la enorme presión que sentía ante la ausencia de Jill.

"Ojala estés bien linda..."

...

Sherry llegó al fin un par de minutos después acompañada de una enfermera, que la guío en gran parte del trayecto.
Ya que la rubia había sido operada hace apenas 3 días y no podía ver del todo.

Pesé a eso, no pudo evitar alegrarse de ver a su padre adoptivo luego de varias semanas de no hacerlo.

-¡Papá!-Corrio tímidamente para no tropezar y lograr abrazar al León.

-Wow con calma linda, recuerda que tus ojos están delicados.

Ella rió enseguida a tiempo que decía-Tonterias, estoy incluso mejor que antes.

Al agente le parecío más que adorable ver a su joven hija volver a sonreir y por supuesto anímicamente mejor de lo que estaba semanas antes.

La jovén tomó el brazo de León y antes de que el dijera algo, indicó de forma explícita que la guiará apartir de ahora.

Captando el mensaje, Tomó la 2 maletas que llevaba Sherry y prosiguió a caminar al coche que les esperaba afuera.

La rubia llevaba un vendaje que rodeaba cabeza, específicamente el lugar donde estaban sus ojos, por eso no podía ver y necesitaba de alguien por el momento.

-Y dime papá ¿Cómo va todo con Jill, ya supiste algo de ella?

La pregunta causó una reacción opuesta en su interior, dicho cuestionamiento provocó sentimientos encontrados, pero al mismo tiempo, un gran deseó de hablar con alguien sobre el tema.

La historia de Leon y Jill 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora