A Tu Lado | h.s

Capítulo 2

Maraton 2/3

—¿Tu crees que se me vea mal?

Contemple el vestido negro delante de ambos. Estaba tendido sobre la cama. Harry tenía una mano sobre su pecho y la otra en su barbilla, luciendo pensativo y gracioso a la vez, sin contar que aún asi parecía sacado de una revista de modas.

—No, creo que te va a quedar estupendo.

—¿Lo dice mi novio, o lo dice Harry?

—¿Cual es la diferencia? — se echó a reír.

—Que mi novio me va a ver con ojos de amor, y Harry..pues el tiene estilo, ¿entiendes?

Negó con la cabeza, divertido —Pues lo dice Harry, tu novio.

Rodé los ojos.

La verdad es que era una comparacion bastante estupida, pero ya habia comprobado que cualquier cosa que me pusiera a él le iba a gustar. No me convencía demasiado su opinion.

Aún así me deshice de la toalla que tenía enrollada en mi cuerpo y comencé a ponerme la ropa interior, acción que se vio interrumpida, como no, por las manos inquietas de Harry. Una me sujeto la cintura, mientras que la otra paró el camino hacia arriba de mis piernas en mi intento de acomodarme las bragas.

Sonreí divertida —Vamos a llegar tarde.

—No importa ser un poquito impuntuales, nena.

Su mano soltó mi muñeca y terminó de hacer el recorrido hacia arriba, pasando por mi cadera. Sentí como se pego a mi espalda, y eche el cuello hacia atras para reposar mi cabeza en su hombro.

—Louis nos va a matar, amor.

—Bueno, yo voy a matarlo a él por no dejarme disfrutar en paz con mi novia.

Me reí bajito. Gire el rostro en su direccion, topandome con la piel suave de su cuello, y deje un beso sobre este. Noté el ya conocido estremecimiento que me indicaba que estaba excitandose, por lo que sonreí con diversión y volvi a pasar mis labios por sobre su piel.

—No juegues conmigo, Gio.

—No estoy jugando contigo, solamente estoy besandote.

Su mano volvió a moverse, y de mi cintura paso a estar sobre mi vientre, a pocos centimetros de mi entrepierna. Jadee por el contacto e instintivamente me pegué mas a él.

—¿Ves como tú también quieres? —reprochó con voz ahogada. Volvi a reirme, pero esta vez interrumpí su camino a mi zona, apartandome con cuidado.

—Sí, pero lamentablemente tengo un novio al que le gusta repetir varias veces, y Louis ya debe estar odiandonos por la hora.

Escuche que maldijo mientras acomodaba las bragas en mí y comenzaba a ponerme el vestido negro. Era bonito, corto, con un escote precioso en el pecho. Sin duda era simple, pero también muy llamativo. Le eché un vistazo a Harry de reojo, llevaba su pantalon rosado y una camisa negra. Bastante simple para su estilo ultimamente, pero aún así me parecia condenadamente guapo.

Caminé hasta él cuando termine de acomodar la prenda oscura sobre mí, y pase mis manos por sus hombros con suavidad hasta entrelazarlas en su nuca. Me observo desde su altura, con sus ojos finos y esa media sonrisa en sus labios. Jamas iba a cansarme de Harry.

—¿Necesitas algo?

—Sí —Asentí —que me des un besito.

Su hoyuelo apareció cuando la media sonrisa se convirtió en una completa. Con sus manos me atrajo mas a su cuerpo y senti sus labios tibios y suaves sobre los mios. Eran tan finos y gruesos que se acoplaban perfectamente con los míos, y sabía a naranja.

—Anda, terminate de arreglar si no quieres que no lleguemos jamas a esa dichosa reunión.

Me reí. Últimamente lo único que hacia era reírme gracias a el, y eso solamente me dejaba todavía mas enamorada de lo normal. De verdad, no sabía que había hecho para merecerlo pero aun así lo agradecía.

Di un leve toque en su nariz antes de darme la vuelta y terminar de arreglarme. Podía ver a través del espejo que me observaba, cada movimiento que daba era seguido por sus bonitos ojos en complicidad con su sonrisa de lado. Sabía lo nerviosa que me ponía todavía y le gustaba sentirse de esa forma. De todas formas, a mí también me gustaba.

—¿Que tanto me ves, eh?

Levanto los brazos. Estaba ahora recostado en el espaldar de nuestra cama. Porque era nuestra. En nuestra casa. Bajo nuestra responsabilidad. Porque estábamos juntos.

Jamas iba a cansarme de eso.

—Lo bonita que eres, ¿acaso es ilegal?

Sonreí

—No, Styles, por mí no me saques los ojos de encima jamas.