Capítulo 35

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Maratón 1/3

—¡Pero los colores no tienen género, Marcus!

—¡Ya lo sé, Harry, pero no quiero que sea rosado!

—¡Yo no quiero que sea azul!

—¡Pues será naranja entonces, par de imbeciles! — grité, cansada de escucharlos pelear por lo mismo.

Harry y Marcus habían comenzado a pelear porque ambos querían un color distinto para la habitación del bebé, y como la madre de Marcus era diseñadora de interiores le habíamos pedido ayuda para decorarla, lo que claramente estaba resultando ser una pésima idea.

—¡Pero amor..!

—¡Amor nada! — respondí — ¡aquí la embarazada soy yo, y si digo que va a ser naranja será naranja!

Ninguno objetó, pero Harry se cruzó de brazos en un acto bastante animado y tierno. Entonces comencé a sentir las pataditas en mi estómago y sonreí emocionada, haciendo con la mano que Harry se acercara.

—¡Mira, ven, está pateando!

Harry saltó del mueble casi llevándose todo lo que estaba sobre la mesita de vidrio en medio y se posicionó sobre mi, con las manos en mi estómago.

Pude ver esa sonrisita orgullosa en su rostro y como sus ojos se cristalizaron un poco sin dejar de mirar los movimientos dentro de mi.

Mi panza estaba más grande. Seis meses y medio bien cumplidos y muy notorios, pero tampoco estaba demasiado grande. Todos ya sabían que esperaba un bebé y no podía dejar de sonreír cada vez que salíamos a la calle y todos nos felicitaban.

Estaba realmente muy emocionada.

—Tu quieres rosa, ¿verdad?

Escuche el susurro de Harry seguido por el golpecito dentro de mi estómago que me hizo soltar una mueca. El ojiverde sonrió ante el bufido de Marcus.

—Ya lo sé, es que el tío Marcus es un aburrido — volvió a susurrar.

La imagen era tan tierna como se lo imaginaban, y mi corazón dio un vuelco cuando comenzó a cantar en voz baja. Así mismo Marcus desapareció por la puerta de la sala y nos dejó a ambos solos.

—¿Crees que le vaya a gustar eso de cantar? — me preguntó.

—Con un papá tan intenso como tú, seguramente no — bromee, haciendo que frunciera el ceño.

—El burro hablando de orejas, ¡eres tú quien no dejaba de trabajar!

Sonreí — Pero a ti te gusta más tu trabajo que a mí.

No me malinterpreten, yo amo mi trabajo, pero siempre quise mucho más otro tipo de cosas. Como esto, por ejemplo, tener una familia unida y ser feliz. Vivir por mi y por ellos, en cambio Harry unía ambas cosas y eso le gustaba todavía más.

El vivía para hacer esas dos cosas que tanto amaba. Trabajar en lo que amaba, y estar en una familia que lo adora con toda su alma. Porque sabía perfectamente que ese bebé iba a adorarlo incluso más que yo.

—A lo mejor sale modelo.

—O médico — siguió.

—O abogado.

—Bueno, como sea, espero que sea feliz.

Asentí — Te aseguro que va a hacerlo.

Porque va a estar rodeado de amor y de apoyo. Quería que el bebé no tuviera más que libertad y cariño, que hiciera lo que le hacía feliz y que fuera lo que quisiera. Tenia un buen ejemplo que seguir.

Después de todo su papá era Harry Styles.

—¿Segura que no queremos saber todavía que es?

Asentí.

Ya el sexo se sabía y solo lo conocían Anne y Sarah, mi hermana. No habíamos querido saberlo porque era mejor esperar y hacerlo más creativo.

Harry no tenía idea de mi plan, pero era uno que sin duda alguna le iba a gustar demasiado.

Alessia y Niall me habían ayudado, y debo decir que Louis también aportó alguna que otra idea, así que finalmente tuvimos la mejor de todas y estaba realmente nerviosa porque esperaba que todo resultara más que bien y que a Harry le encantara.

Desde luego que sería épico y muy creativo, así que sí, estaba segura de que le gustaría y jamás olvidaría algo como eso.

—Ey.

Su rostro dejó mi estómago para observarme atento y confundido por mi interrupción. Sonriente pase mi mano por su cabello. Estaba más largo que de costumbre, y se veía estupendo.

—Te amo.

Entonces sus ojos brillaron y también su sonrisa, la cual dejó dos hoyuelos en el camino.

—Y yo te amo a ti, nena.

A Tu Lado | h.sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora