El Día en que Nació La Familia Lux

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Con dieciocho años, la muchacha de cabellos rubios, tales como el sol, lloraba desconsoladamente en su celda, en las mazmorras de aquel gran palacio.

No entendía aún, cuál había sido su pecado, había amado y añorado con todo su cuerpo y alma a aquellas dos personas, que ahora consideraba tan lejanas, su hermana Zenith estaba postrada en cama, al haber sido envenenada, y su "Padre", si es que podía llegar a llamarlo así, le había condenado a morir, al acusarla de envenenar a su amada hija mayor.

¿Que hizo mal?

¿Acaso no estudió lo suficiente?

¿Acaso no era buena en la magia?

¿Tan predecible era?

Había vivido queriendo el amor de un hombre que nunca le dedico una dulce mirada, sólo odio y asco... Cosa que por fin entendía.

Ella también se daba asco, claro, no era tan bella y amable como su hermana mayor.

Tampoco era como si tuviera grandes habilidades sociales y fuera querida por todos.

Era la princesa abandonada de Obelia

Ahora entendía porque Lucas, no había vuelto, y porque Kiel no la había defendido, Eran sus mejores amigos, y ninguno se había dignado a aparecer... Si... Daba asco

---¡Athanasia!

La grave voz de un joven adulto le sorprendió, bajo una capa, podía ver el reflejo de unos cabellos blancos y unos ojos dorados, que había anhelado ver, detrás suyo unos ojos carmín y una sonrisa de Chescire se hacía presente, el joven mago le veía con una sonrisa que claramente le decía "Ya llegó por quien lloraban".

Se regaño mentalmente por pensar sus idioteces, no, sus amigos la amaban, tanto como lo había hecho Lily y Sir Félix, no era un asco, ella era como era, no era Zenith ni su madre, era Athanasia.

Se dio cuenta que todo ese tiempo, había estado tan preocupada por querer el amor de dos personas que no se había dado cuenta que había quienes la amaban, que tenía una familia, y que había perdido a uno de ellos.

Lloro, sus lágrimas cayeron por sus sucias mejillas dejando rastros, logrando el silencio, notando de esa forma que antes el Mago y el Duque habían estado discutiendo sobre quien sabe que, y ahora avergonzados miraban a cada lado. Sonrió un poco y no pudo evitar una risita.

---Gracias, chicos

Dijo con una dulce voz, que hizo que ambos chicos sintieran su corazón latir, como siempre sucedía cuando veían a la muchacha, y les sacó de su momento de desconcentracion.

Pronto sería el amanecer y se llevaría a cabo el juicio de la princesa, debían sacarla.

Mientras Kiel abría la jaula, Lucas creaba un copia de la muchacha, para que se quedara en ese lugar, no presentaba diferencias, después de todo, era el mejor mago.

La oji ceruleo tenía sus dudas, ¿A donde irían? Lucas tenía su deber como jefe de la Torre y Kiel pronto heredaria el ducado, si es que no se casaba primero con su hermana.

Pero aún así, no pregunto, estaban tan ensimismados en sacarla y dejar todo como si no estuvieron allí que no tuvo tiempo a preguntar, y cuando menos se dio cuenta, iba en brazos del más joven de los dos muchachos, mientras el otro cargaba dos grandes bolsos, corriendo.

Miro el cielo, el alba había llegado y con ello el ajetreo en el palacio, pero ellos ya estaban algo lejos del lugar, escondiéndose entre la multitud de la plaza del reino, Lucas había lanzado un hechizo en los tres, por lo que ninguno veía las cálidas físicas de los tres, nadie reconocía el cabello platinado y ojos dorados, de Kiel, el rubio danzante cabello de Athania y sus ojos brillantes como gemas, y tampoco notaban el largo cabello negro de Lucas y sus ojos rubíes, eran tres más del montón.

De esa forma Athanasia pudo escuchar los murmullos y en su cabeza calzaron las piezas, Ambos chicos habían fingido sus muertes con los poderes de Lucas, por ello la familia Alfierce-Yedith iba de negro y la torre negra parecía tener sentimientos encontrados entre felicidad y tristeza por la muerte del mago.

Lucas noto a su bello sol a punto de llorar en los brazos del, ahora, castaño, y se agachó un poco para mirarle y acomiodarle los cabellos del rostro, sonriendole un poco, llamando la atención del otro muchacho

---Tranquila, Sol, no te dejaremos, nunca más. - le murmuró el mago besándole dulcemente la frente, mientras el, ahora, ex noble, a sentía con la cabeza. -

---Si Tu mueres falsamente, lo haremos los tres. - Dijo, esta vez Kiel, so riendo de igual forma, logrando que la chica volviera a llorar, abrazando a ambos, quienes simplemente se miraron y sonrieron como si fueran viejos amigos. -

Las campanas sonaron y una fuerte voz se hizo presente, llegó el emperador y su escolta, mientras los guardias tiraban de la copia de la princesa, hacia la orca.

--Por sus crímenes de traición al imperio e intento de asesinato a la princesa imperial Zenith de Alger Obelia , La princesa Athanasia será Ejecutada en la orca, por órdenes de su majestad, el emperador Claude Day de Alger Obelia

Las voces no se hicieron esperar entre la multitud, objetos y vegetales eran lanzados hacia el cuerpo de su clon, quien sólo se movía y era puesta en su lugar bajo la sonrisa satisfactoria del emperador.

---"Matenla"

---"Traidora bastarda"

---"Venganza por la Princesa Zenith"

El mago lanzaba miradas que querían asesinar a todos allí, mientras el joven ex-duque sólo atraía a su amada a su pecho, para que no escuchara ni viera.

Pero aún así la chica apartó su rostro, y miró, como su cuerpo, caía, como si nada, su cara se volvía morada y su cuerpo terminaba moviéndose por un suave viento, las risas y vítores explotaron y el rostro del escolta real se lleno de lágrimas que nadie noto. Era una vista triste, extraña, pero, además, marcaba el fin de un ciclo, desde ese día:

La princesa, Athanasia Day de Alger Obelia, murió.

El mago de la Torre negra, Lucas, murió.

El heredero a duque, Kiel Alfierce, murió.

Ese día la familia Lux, surgió, la familia que con la luz del alba, nació.








En el olvido (Princesa Encantadora) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora