En el olvido (Princesa Encantadora)

La Familia de La Colina

En el, ya no tan pequeño, pueblo de Ambrosine, la primavera había llegado, y con ellos las festividades de cosecha.

Solo bastaron dieciséis años para que ese lugar, en la oscuridad de ambos reinos, saliera a flote por si sólo, y se volviera un gran centro turístico por sus grandes paisajes y comidas.

Con la llegada del Inversionista "K", el dinero empezó a fluir en demasía en las tiendas del lugar, que empezaron a exportar hacia distintos reinos y se pudo usar para remodelar y agrandar el lugar ante la llegada de extranjeros que buscaban ser sanado de sus males por el mago del pueblo.

Poco tiempo después se supo que Kiel Lux era el mayor inversionista del lugar, convirtiéndose junto con su esposo en el causante que ese pueblito ya no pareciera abandonado.

Cuando llegaron a ese lugar, nadie creyó que se quedarían, sólo veían a un triod e adolescentes que notablemente de veían inmaduros y con falta de conocimiento, pero cuando vieron los meses pasar, y como las plantas crecían majestuosamente a un lado de la Colina donde los adolescentes planteaban, además del anuncio de su matrimonio, nadie dudo que ese trío al igual que todos escondían algo.

Todos escondían Algo en ese pueblo, y ante la llegada de turistas el temor creció, así que Lucas se terminó encargando, nunca serían reconocidos, gracias a la magia protectora que el mago había puesto en el lugar, por lo mismo ningún reino les podía atacar ni reconocer, mientras estuvieran dentro del pueblo de Ambrosine.

Pronto, el lugar se expandió, un orfanato, un hospital y una escuela, fueron algunos de los lugares que se abrieron en la zona, gracias al matrimonio polígamo, aun contra todo el pueblo.
Si bien todos sabían que esos lugares eran nesesarios, nadie sabía como manejarlos, hasta que la Rubia de ojos celestes, alzó la mano entre la multitud, ella se encargaría de la educación y hospital,solo faltaba el orfanato, y con simples muestras de apoyo, luego el lugar se lleno de manos alzadas que querían ayudar.

Y de esa forma, poco a poco el pueblito fue creciendo y haciéndose conocido, valiéndose con sus propias reglas y propios caballeros, entrenados por dos guardias retirados que vivían en el lugar. Por ella y más, ahora dieciséis años después, el pueblo estaba lleno por el famoso festival de inició de primavera.

Luego de la llegada de la familia, las tierras se volvieron fértiles, y pronto encontraron grandes minas con materiales preciosos que los reinos desearon y ellos cuidaron, y terminaron administrando, eran plebeyos, y aún cuando su vida se iba haciendo mejor, no se volvieron codiciosos o malas personas, mantuvieron su humildad, la que habían prometido tener cuando llegaron a refugiarse a ese lugar.

---

En la plaza, frente al escenario hecho para la ocasión, bailaba una muchacha de cabellos rubios, largos y ondulados, que parecían brillar con el sol. La música acompañaba cada uno de sus dulces movimientos, que la hacían parecer un hada en ese lugar.

Cuando la música se acabó, se dio vuelta he hizo una reverencia, sonriendo y acomodándose los cabellos, con sus ojos Turmalina rosa, brillando, notándose por un segundo, el brillo de gemas de esto.

--¡Vita! ¡Vita!. - su nombre era aclamado por la multitud, para que volviera a bailar, pero debía bajar, después de todo habían más shows que presenciar. -

Luego de bajar al escenario, fue hacia uno de los costados, donde dos chicos, idénticos, siendo la muchacha algo más alta que el niño, de ojos rubíes, viéndose solamente de un rojo brillante, y cabellos negros, la esperaban, con una jarra de zumo de manzana y un trozo de tela que la ayudaría para secarse el sudor