Instituto de Delincuentes Juveniles

Paso#49: Derrota a tu enemigo

—Escucha, no quiero presionar pero... —comienza Nico, murmurando cerca de mi oído mientras estoy en una ardua pelea de vencidas contra Jessie— Sí pierdes ahora contra este simio, no podrás pelear contra Dimitri, habrás perdido automáticamente.

—¡Nico! — escucho la voz de Hazel exclamar a mis espaldas— ¿Qué le estás diciendo a Frank ahora? ¡Por favor! ¡Déjalo concentrarse!

Nico se endereza lejos de mi hombro, cual diablillo que ha estado intentando convencerme de elegir el camino del mal, para seguidamente, voltearse hacia su hermana con expresión de inocencia pura. Lo observo de refilón hacer un gesto con la mano en plan: "Tranquila, todo está bajo control", y al siguiente segundo, Nico vuelve a agacharse a la altura de mi oreja. Mientras que al otro lado, está Will, observándolo todo, como un angelito sobre mi hombro derecho.

—Así que eso, no nos conviene que pierdas en la primera ronda— continúa Nico con suavidad, y sonriendo diabólicamente en mi dirección mientras trato de mantener mi brazo fuera de la línea de derrota que cada vez está más cerca— porque perder contra Jessie sería, además, muy patético— Nico frunce los labios y añade—: Y porque Dimitri se pegaría a Hazel como trampa china por el resto del año.

¡Maldito torturador psicológico de di Angelo! Pero efectivo, muy efectivo. Apenas Nico suelta esas palabras, mi brazo encuentra renovadas fuerzas para estampar el brazo de Jessie contra la mesa, y así, declarar su derrota y mi victoria. Vítores explotan automáticamente alrededor de mí, recibo palmadas de felicitación sobre mi espalda y uno que otro delincuente, me acoge en sus brazos como un hijo pródigo. Will zarandea los puños con entusiasmo a mi lado, mientras que Nico se limita a observarme muy pagado de sí mismo, al comprobar que el esclavo que había comprado en el mercado pobre, no resultó ser un completo inútil.

Detrás de mí, las chicas gritan de júbilo, pero mis ojos caen sobre la única persona que me importa, Hazel, quien me sonríe con los pulgares en alto.

—Bueno... — escucho que Isaak suspira a mi lado con pesadumbre. Hasta hace unos minutos, había estado animando a su peor-es-nada con entregarle una "noche de pasión que jamás olvidaría" si llegaba a ganarme, pero ahora, solo hay decepción mientras lo mira— supongo que seremos solo mi mano y yo esta noche.

Jessie, quien aún está sentado y frotando su muñeca con una mueca de dolor sobre el rostro, voltea hacia Isaak con reproche cuando oye sus palabras. El chico cara de caballo parece a punto de replicar algo, sin embargo, su voz queda enmudecida cuando sin previo aviso, el gemelo número uno de los esbirros favoritos de Dimitri lo saca de su asiento estirándolo de las solapas de su camiseta para tomar su lugar. De inmediato, Dimitri y su gemelo feo número dos lo flanquean lado a lado, y envían a Nico, una nueva mirada desafiante.

Nuestro dictador oscuro, claro, no pierde el tiempo ni la oportunidad:

—¿Tu primera y patética derrota no ha sido suficiente para ti, Dimitri? — lanza Nico, con santurronería y a viva voz, por lo que los delincuentes de nuestro alrededor explotan en carcajadas burlescas y silbidos chirriantes—. Aún puedes desistir, ¿sabes? Y seré misericordioso, solo tendrás que arrodillarte y besarme los pies, y en lugar de convertirte en mi prisionero de guerra te consideraré como mi leal lacayo.

—Sí crees que envié a Jessie a ganar por mí, eres más estúpido de lo que pensé, di Angelo— devuelve el ruso sin inmutarse, y remarcando su acento como si la vida se le fuera en ello— se lo conoce como "estudio de campo" antes de la guerra, pero siendo un monarca tan holgazán y mediocre como tú, es normal que no lo sepas.

Redirijo mi atención a Nico de inmediato, y no me sorprende encontrarlo sonriendo aún más ampliamente con diversión hacia Dimitri. (Me hizo preguntarme si hay algo en el mundo que lo haría enfadar, luego recuerdo a Hazel herida, y terminaron mis dudas). Seguidamente, Nico chasquea los dedos por encima de su hombro, el gesto confiriéndole un aire poderoso y autoritario, mientras un Percy, alto y musculoso, aparece a su lado para tomar mi anterior lugar en la silla, frente al gemelo número uno.