Instituto de Delincuentes Juveniles

Paso#24: Coquetea, sonríe, gana

La adorable y muy maléfica RLkinn, se encontraba sentada en el living del cuartel general del sismance, escribiendo un suculento capítulo para sus ADORABLES y (obsesivos compulsivos) muy amables de sus lectores. :)

Todo iba bien, la suave música de Wii fluye por los altavoces de la sala, y un incienso tranquiliza sus sentidos. Pero de repente, unos pasos veloces se oyen en la distancia, y justo cuando ella se toma su riquísimo café, AMER PATEA LA PUERTA Y LA ROMPE DE SUS BISAGRAS HASTA LANZARLAS AL OTRO LADO DE LA PARED, y RLkinn tiene que agacharse para evitar aquel frisbee, mientras escupe su café y empapa todas las teclas de su computadora.

- SIIIIIIIIIIIIIS.

-¿QUÉ CARAJOS?

-TENEMOS CÓDIGO ROJO MUJER, Grita Amer con los ojos saltones, saltando en el sofá para agarrar a su sis de los hombros y zarandearla. - HACE 3 SEMANAS NO PUBLICAMOS INSTITUTO ¡Y NUESTRA FAMA Y CORONA EN EL MUNDO DEL FANDOM ESTÁ EN RIESGO!

-NO PUTAS VERGAS MAMES, SIS. - La dulce hija de Eros vocifera, casi arrancándose el pelo. -¡¿CÓMO DEJAMOS QUE ESTO PASARA?! ¡¿CÓMO DEJARON NUESTROS LECTORES QUE ESTO PASARA? ¿POR QUÉ NADIE NOS AVISÓ?

-NUESTRO REINADO JODER! - Amer la cachetea, para que volviera en sí, aunque ella estaba muy lejos de estar cuerda. - LO QUE TANTO HEMOS LUCHADO POR CONSEGUIR! ¡TENEMOS QUE HACER ALGO GRANDE! ¡ALGO JAMÁS VISTO! ¡ALGO FANTÁSTICO, RUDO, SENSUAL!

-¿Estás pensando lo mismo que yo? - Los ojos de RLKinn, se oscurecen significativamente, y su aura (que es una mezcla de rojo sangre y negro) empieza a rodearla.

-Yo siempre pienso lo mismo que tú, sis. - La sardónica sonrisa de Amer se extiende, hasta aparecer los hoyuelos de sus mejillas y los colmillos sobresalientes de sus dientes. Entonces, el negro de sus ojos brilla cuando en una mano, sostiene en alto, un frasco lleno de las almas de sus Personajes. Todas en la palma de su mano. - Hagamos esto, Kinn.

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Nunca, nunca en toda mi vida, una resaca había resultado ser tan placentera. El alcohol había abandonado mi cuerpo, y mis venas estaban ya casi completamente purificadas como agua pura fluyendo en pequeños riachuelos hasta llegar al mar. Mi absoluta existencia se había transformado por completo en una borrachera que había resultado ser la mejor de mi vida. El estado de embriaguez se había ido, pero tanto los recuerdos de lo que hice (y la vergüenza por ello) se mantenían rondando en mi cabeza, aun así... ¡AL CARAJO!

Ella dijo que sí

Aceptó.

¡Voy a tener una estupenda, perfectísima, encantadora, maravillosa, gloriosa, cita con la chica más jodidamente ardiente e inteligente de todo el instituto! Y ese día será el mejor de mi vida, por mucho. Encabezará la lista de maravillosas maravillas entre las maravillas maravillosas de este maravilloso mundo.

Atravieso los pasillos del Instituto, acompañado de mis dos partes faltantes en el trío, prácticamente bailando de la felicidad mientras avanzamos. Prácticamente, casi hago chocar las suelas de mis zapatos como uno de esos pasos clásicos. Nada podrá derrumbar mi ánimo el día de hoy. Absolutamente nada. Tanto Jason como Leo lo saben, así que simplemente se han conformado con unirse a mi estado de ánimo y dos sonrisas traviesas se dibujan en sus rostros.

-¡Hey, ahí está Frank!- es Leo quien me hace girar la cabeza hacia un lugar en la distancia. Por un momento pienso "¿Y desde cuándo a Leo le importa tanto Frank?", pero luego, cuando lo veo, me entero de la razón. Nuestro amigo chino canadiense está cruzado de brazos, cumpliendo su papel de vigía mientras su hermana se encarga de atormentar a un pobre desafortunado que no consiguió escapar de sus garras. Frank no parece estarla pasando bien, pero tampoco vemos que se esté quejando al respecto.