Paso #30: ¡Retirada!

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—Puedes pedirnos lo que sea, nena — fueron las dulces palabras de Kinn a la lectora fantasma, que se había presentado delante de ellas ese día.

Esta, al oír tales palabras, inspiró con renovadas fuerzas y, con el corazón algo tembloroso de miedo, pidió.

~~ 15 minutos más tarde ~~

Kinn cerró con una ligera patada la heladera, de la cual sacó un frasco de dulce de leche, para poder bañar a su galleta de chocolate con ella. Hecho esto, le dio un mordisco, y se dirigió de vuelta a las escaleras, que le conducirían hasta las mazmorras.

Apenas Kinn bajó el último escalón y pisó tierra sólida y llena de moho, los gritos y alaridos de una chica chocaron contra las paredes y llegaron hasta inundar sus oídos, cuyos sonidos escalofriantes, no le causaron ni el más mínimo estremecimiento. Cruzó la puerta de donde provenían los aullidos, y distraídamente, vislumbró a la chica escupitajo, siendo clavada con tornillos en los dedos por una alegre Leanell; y a una Nahomy observando muy interesada varios instrumentos de tortura de su colección.

Pasó de largo, le dio otro mordisco a su galleta y llegó hasta la última puerta, para abrirla de un tirón. La habitación era nada más ni nada menos, que una sala de cine. Siguió caminando, y se cruzó con la lectora fantasma, quién le saludo agradecida. (Esto era lo que había pedido, hacer uso de una de sus instalaciones).

Se sentó, justo a tiempo cuando la película iba a empezar. De su galleta de chocolate con dulce de leche, ya solo quedaba la mitad. Se giró hacia sus sis entonces, para gimotear y pedirle consuelo.

—Siiis, mi galletita está por... ehhh...

Kinn se quedó muda. Su sis tenía en manos, un enorme trozo de jamón, del cual iba ya a la mitad. Sus mejillas estaban infladas y llenas de grasa, y masticaba como si fuera lo último que haría en vida.

— ¿Qué? — Le preguntó, y acto seguido, sacó un tarro de mayonesa de debajo de su silla, y ahogó a su jamón con la masa amarillenta. Después, lo embutió en su boca, mirando la película. —Consíguete tu propio jamón, este es mío.

—Dioses, sis — Kinn bufó una risa burlona, rodando los ojos y acostándose en la silla.

— ¿Alguien quiere palomitas? — un chico de pelo castaño y ojos cafés kk, pasa un bote de palomitas de colores (por colorante) en medio de ellas, desde el asiento de atrás. — También traje refrescos, Vxlentinx_125 los trae de contrabando de la región de aguas profundas. La reina de allí es una perra, pero tiene buenos productos. —se encoge de hombros. —No me juzguen

—Odio ese país. Todo es tan gris, frío y depresivo. —Gruñó Kinn, agarrando las palomitas rosadas con codicia en los ojos, — pero gracias por las palomitas, chico jdbc2604, ¡Eres tan dulce! — agregó, con voz coqueta que hizo las orejas de Amer levantarse de alerta.

— ¿Quieres saber qué otras cosas dulces teng...? — y entonces, un jamón a medio comer se estampó contra su cara, acallando sus labios y lanzarlo en su asiento.

—Ya ni comer en paz se puede hoy en día, — Exclamó Amer, sacando otro trozo de jamón con chimichurri incluido. —Por cierto, luego hablaré contigo, hay cosas sobre esa región de mierda que necesito saber.

Continuará....

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Música para todo el cap

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