V. Ailish

48 4 0
                                    

Llevo varias semanas escaqueandome para entrenar con Garin, y de momento nadie sospecha nada, o eso creía.
Me acabo de enterar de que el Rey Kevanion de Dingra está en el palacio, y de que ha convocado una reunión urgente con Amrin. Estoy yendo a la sala donde se ha convocado la reunión para espiar cuando algo, o mejor dicho alguien (si es que se le puede considerar así) me detiene.
—¿Se puede saber a dónde va, princesa Ailish?—Keress estaba detrás de mi.
—Keress, iba a ver al Rey Kevanion. ¿Hay algún problema?
—El rey Kevanion no puede atenderte ahora mismo.
—¿Sabes para qué ha venido?
—Eso no es de su incumbencia, princesa Ailish.
—De acuerdo— estaba apunto de irme cuando Keress vuelve y me agarra del brazo.
—Deberías tener en cuenta todo lo que hace tu hermano para protegerte, y tu no haces más que causarle problemas.
—Créeme, sé cuanto mi hermano se preocupa por mí. El caso es, ¿cuánto te preocupas tú por él?
—No meta las narices donde no le llaman. Hasta donde yo sé, no soy la que está traicionando a su familia por un chico. ¿Quién era aquel muchacho con el que estabas esta mañana?
—¿El muchacho?—digo haciéndome la loca.—Ah, él es… un mozo de cuadra.
—¿Mozo de cuadra?
—Sí, estábamos hablando sobre mi caballo.
—Claro.

Me dirijo a mi habitación y me tiro en la cama. Tengo que disimular más si quiero seguir citándome con Garin.
Al día siguiente el palacio entero estaba en movimiento. No me costó mucho enterarme de lo ocurrido: habían matado a un cocinero de palacio que según dicen era un renegado enviado para espiar. Y el rey Kevanion había convocado una reunión para hablar de lo ocurrido.
Estoy en mi habitación leyendo cuando llaman a la puerta.
—¿Si?
—Ailish tenemos que hablar.
Abro la puerta y me encuentro a Amrin, parecía nervioso.
—¿Pasa algo, no deberías estar en la reunión que ha convocado el rey Kevanion?
—De eso quería hablarte, me gustaría que asistieras a la reunión.
—¿Yo?
—Va a asistir toda la corte.
—¿Qué es tan importante?
—Pues… la verdad, no quiero que te tomen por una traidora. Si no vas a la reunión la gente podría empezar a hablar. Ya sabes que hay muchos chismosos, y no quiero que sus mentiras se basen en mi hermana.
El corazón se me sube a la garganta.
—¿Pero no se supone que han matado al traidor?
—Si bueno… Aún así quiero que vengas, me harías un gran favor.
Lo miro, parece realmente preocupado.
—Muy bien, iré. Déjame unos minutos, enseguida salgo.
—Bien, gracias.

La reunión se convoca en la sala de estrategia, y tal y como ha dicho Amrin, toda la corte asiste.
Nos sentamos alrededor de una gran mesa. Kevanion y Amrin están sentados en dos grandes sillas, y detrás de ellos están Ziessel y Eissesh, que no paraban de mirarme con desconfianza y detrás de ellos estaba Keress
El primero en hablar es Kevanion o más bien Ziessel.
—Como la mayoría ya sabéis hemos matado al traidor
Todo el mundo parecía contento por la noticia excepto Amrin, que parecía preocupado. Tras pedir silencio, Kevanion prosiguió:
—La semana que viene es el aniversario de el Rey Amrin. Por este motivo, celebraremos un baile al que todos estaréis invitados. Yo mismo asistiré, así como los monarcas de Raheld y Nanetten.

Tras la reunión, veo que Ziessel y Keress se van a parte. Cuando consigo deshacerme de Kevanion las sigo.
Van a un rincón del vestíbulo,  las escucho escondida tras una columna.
—¿Pero por qué lo habéis matado si sabíais que no era él?
«Para que bajen la guardia.»
No sé porqué, pero puedo oír las palabras de la shek. Aprovecho la ocasión.
—¿Pero no sería más conveniente vigilar a los sospechosos? Como a Ailish.
«Cada cosa a su tiempo. El traidor no espera que sigamos buscándole, así que no tomará precauciones en el baile.»
—Habrá que mantenerse alerta entonces.
«Sí. Y ahora vuelve a tus tareas y actúa con normalidad Keress, no queremos levantar sospechas.»
Dicho esto vuelven a la sala, tengo que esconderme más aún para que no me vean al pasar. Cuando ya no oigo pasos salgo de mi escondite.
No podía creer lo que había oído. ¿El baile es una trampa? ¿Saben que yo soy la traidora?

Necesito reflexionar, me pongo ropa de montar y una capucha para pasar desapercibida. Cojo mi caballo y me alejo galopando del palacio.
Solo había una persona con la que podía hablar, y tenía una idea de donde podía encontrarla.
En Vanis hay una taberna, un lugar seguro para los renegados, Garin suele estar allí. Cuando llego dejo a mi caballo fuera y entro a la taberna. Hace mucho que no voy a una, pero esta no está muy mal. Por lo general la gente no parecen malas personas, menos algunos que están en la barra que no paraban de gritar y que se ve que se han pasado bebiendo.
En una mesa apartada está Garin. Voy a donde él y me siento en frente suyo.
Cuando me reconoce, se sorprenden tanto que casi tira el vaso.
—¿Ailish?¿Qué haces aquí?
—Tenemos que hablar, es importante.
—De acuerdo, ven.
Le sigo hasta algo parecido a un sótano.
—¿Que ocurre?
—¿Has oído la noticia sobre lo del traidor?
—Sí.
— Pues resulta que es mentira.
—Lo se,pero… ¿no es eso bueno? Es decir, nos libra de sospechas.
—He oído una conversación entre Keress y Ziessel, resulta que es una trampa, todo estaba planeado. Lo han matado para que bajemos la guardia. Pretenden descubrir al traidor en el cumpleaños de Amrin.
—¿Sospechan de ti?
—Me parece que sí.
—Bien, tú ve al baile y haz como si nada, iría contigo pero sería una acción suicida, ya sabes...
—Tranquilo, lo tengo todo planeado, iré sola o con el hijo de Kevanion.
Su rostro se sonroja ligeramente.
—¿El príncipe de Dingra?
Asiento.
—Es tan engreído como su padre, pero así no levantaré sospechas.
—De acuerdo. Después del baile deberíamos reunirnos, y así me cuentas todo lo que ha pasado, ¿te parece bien en tu habitación? Es uno de los pocos sitios seguros del palacio.
—Vale —me detengo un segundo.—Oye… gracias.
—No hay de que. Será mejor que te vayas o te acabarán echando en falta en el palacio.
—Tienes razón.
Salimos fuera de la taberna, y tras despedirme de Garin, me dirijo al palacio.
No se que haría si no tuviera a Garin. Es la única persona en la que ahora mismo puedo confiar, y me doy cuenta en lo mucho que me apoyo en él. Cualquiera que nos viera pensaría que… No. No importa lo que piensen los demás. Garin es solo un amigo para mí, ¿no?
Con la cabeza hecha un lío, vuelvo a palacio.

Lazos de traiciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora