Lynn todavía sigue en coma. Llevo una semana visitandola y cada vez que la veo ahí tumbada se me rompe el corazón. Poco a poco voy perdiendo la esperanza. Aún así, en mi tiempo libre continúo con mis investigaciones.
La Madre Venerable Gaedalu, se fue hace una semana (qué casualidad...) de viaje con su séquito, y supuestamente vuelven hoy. Estoy dispuesta a interrogarle si hace falta, creo que tiene algo que ver con el envenenamiento de Aralynn. Haré cualquier cosa para que se despierte.
He averiguado gracias a la hermana Sorila que Gaedalu le mandó verter un líquido en la comida. Le dijo que era de suma importancia, y que los Dioses la bendecirían. Sorila al hacerlo se sintió mal y por eso se encerró en su habitación. Gaedalu no es tan inocente como parece.
Desde mi habitación oigo pasos de ajetreo y gritos de alegría. Las hermanas han vuelto. Salgo del cuarto y camino por el pasillo. En la puerta del Oráculo se ha reunido un corrillo de sacerdotisas alrededor de la Madre Venerable y su séquito. Cuando por fin se disipa la multitud consigo escabullirme y situarme junto a Gaedalu.
—Madre Venerable—digo haciendo una reverencia.— Espero que el viaje haya sido de su agrado.
«¿Qué es lo que deseas, joven? No te habrías acercado a mi sin nada que decirme.»
—Está usted en lo cierto, Madre. La hermana Aralynn ha sido... envenenada.
«¡Eso es horrible! Pero, ¿por qué me cuentas todo esto? ¡No me estarás acusando...!»
—Bueno... pensé que usted sabría algo de lo sucedido, al fin y al cabo le mandó a la hermana Sorila verter un extraño líquido en mi aperitivo.
Hace mucho tiempo que no uso a mi dragón interior, pero no puedo controlarme. Le miro fijamente a los ojos, y la varu se echa hacia atrás.
«Yo...»
—Dígame lo que sabe, Madre. La vida de Lynn depende de ello.
Pone cara de culpabilidad y gime apartando la mirada.
«No era mi intención hacer daño a nadie. Yo sólo quería entender porqué eras tan... especial, así que impregné tu comida con una bebida que en mi tierra decían que mostraba la verdadera forma de un impostor. Pero no pensé que afectaría a la hermana Aralynn.»
—¿Se puede curar?
«Creo... creo que hay una cura. Lo consultaré»
Y tras esa breve afirmación, la sacerdotisa se marcha corriendo de vuelta al Oráculo.Pido a las enfermeras que se vayan, necesito estar a solas con Lynn. Me siento en el borde de la camilla y le miro preocupada.
—En mi mundo decían que cuando alguien está en coma, es capaz de oír a quien le habla. No se si será cierto... El caso es que he hablado con la Madre Venerable, y he conseguido sonsacarle la verdad. Ahora está intentando enmendar su error buscando un remedio—suspiro.
Miro fijamente el rostro etéreo de la joven, preocupada por lo que le pueda pasar. Lynn es la única amiga que he tenido en mucho tiempo, y ni siquiera me había sentido conectada de esta forma a alguien en la tierra. En un momento de debilidad le acaricio cariñosamente el rostro. Entonces, mi corazón empieza a latir a mil. Sentimientos ocultos en mi interior empiezan a salir a la luz. Me doy cuenta de lo feliz que he sido con Lynn y lo desesperada que me he sentido durante su letargo. Estoy hecha un lío, no comprendo mis sentimientos. Le vuelvo a mirar, y su precioso rostro hace que mi corazón se acelere. ¿Es normal sentir lo que siento?
—Te despertaré, Lynn—le prometo.
Le doy un delicado beso en la frente y salgo de la enfermería.Sé que es una acción suicida, pero necesito despejar mi mente. Salgo fuera del Oráculo y me transformo en un rincón fuera de miradas curiosas. Alzo el vuelo con mis grandes alas de dragón, en busca de pelea.
Por fin, en las ciénagas de Trask-Ban encuentro un shek. Al principio se queda sorprendido al verme, pero en seguida sucumbe al odio. Mis sentidos, después de mucho tiempo dormidos, se ponen alerta. Lanzo una poderosa y abrasadora llamarada a la serpiente, que se echa hacia atrás. Se lanza hacia mí con sus colmillos impregnados de veneno, pero yo esquivo su ataque. Le rasgo el ala izquierda con las garras y grita de dolor. Se enrosca cuan largo es alrededor de mi cuello y casi me asfixia. Consigo liberarme y con mis patas le parto el cuello. El shek cae moribundo en una de las ciénagas.
En parte sintiéndome culpable, en parte sintiéndome libre de nuevo, vuelvo a mi nueva prisión.
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Lazos de traición
FanfictionEsta es una historia de fantasía, inspirada en el maravilloso mundo de Memorias de Idhún. La historia transcurre a la par que la saga original, solo que contada desde los puntos de vista de otros personajes. Esperamos que os guste. Iremos publican...