La siguiente historia se encuentra ubicada después de la derrota del rey demonio en el mundo de Konosuba.
Kazuma disfruta de su nueva vida como el gran aventurero de Axel, con fama y riqueza, la vida de ese hombre está apunto de cambiar.
La...
Un caballero, con una armadura negra azabache me sostenía en sus brazos.
-¿C-cuánto tiempo dormí? ¿Por qué estas en mi habitación?
-Casi 12 horas princesa.
-Y-ya veo..¿Y..por qué estás tú aquí?
-B-bueno, eso es por que usted comenzó a gritar mientras dormía, diciendo cosas como "papá, por favor regresa" y "juro que me vengare". Entre todo su jaleo, se cayó de la cama..
-O-oh, está bien entonces. Gracias por preocuparte Len.
-Estoy para servirle, majestad.
Me levante de sus brazos y me recoste en mi cama.
Mi habitación, un pequeño cuarto con las paredes hechas de piedra, el olor de la humedad y el moho era algo de todos los días. Parece más un calabozo que un hogar.
-¿Consiguieron nuevos reclutas?
-Si, de hecho, justo ahora acaban de llegar mediante teleport una gran cantidad de monstruos, ex-caballeros, liches y magos desertores.
-Muy bien, y mi castillo? lo recuperaron?
-Su castillo está siendo asediado constantemente por magia explosiva de alguna loca terrorista.. Cuando intentamos establecer una barrera, es destruida al instante por la magia de explosión. Aún no logramos identificar el lugar exacto en el que están lanzando la magia.
-Magia de explosión...
Sí..la misma magia con la que fui recibida cuando regrese del ataque en la capital.
Esos rostros...
Mi padre...
Mammon-sama
La guardia real
Mi hogar...
-S-señorita!
Sin percatarme, varias lágrimas cayeron de mi mejilla.
-¿P-por qué?
-N-no se presione princesa..¿Desea las galletas de sal del almacén?
-N-no, no te preocupes por mi. Debemos racionar.
Tras decir eso, me levante con firmeza, y con la poca agua que tenía guardada en una cantimplora oxidada, me la pase por la cara.
-Muy bien, debemos ir a darle la bienvenida a los nuevos reclutas.
-S-si su majestad.
Cuando salí por la puerta, que en realidad eran barrotes oxidados, un grupo de criadas ya me esperaba.
Sutilmente, comenzaron a colocarme mi armadura.
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