365 DÍAS JUNTO A ELLA.

CAPÍTULO 1

Yo: ¡Te dije que me dejases en paz! -Dije empujando la puerta-

Finn: ¡No voy a hacer lo que tu digas! - Dijo burlándose-

Yo: ¡Lárgate de mi vista, no quiero ni verte! -Dije empujándole-

Finn: ¿Cómo puede ser que tenga que vivir con una persona como tú? -Dijo dándose  la vuelta-

Yo: ¿Disculpa? ¿Yo soy la que te molesta? El que molesta aquí eres tú -Dije enfadada-

Finn: ¿Sabes qué? Mejor cállate, no quiero que mi padre se sienta mal por hacer que  viva contigo. -Se metió en su habitación-

Yo: No sabes cuanto odio el día que tu padre conoció a mi madre -Cerré la puerta de mi habitación-.

-NARRADOR-

Finn se acostó en la cama y se pasó las manos por el pelo, odiaba con todo su ser a Noelia, no la soportaba, siempre se enfadaba hasta porque la rozaba con un palo, Finn tenía su lado malo, era muy bromista y muy terco, los dos tenían un carácter parecido, tal vez por eso chocaban tanto, era una familia que apenas tenía unos meses de estar junta, cada una con tradiciones diferentes, por un lado la vida de Noelia era una vida perfecta todo era limpieza y educación, por el lado de Finn solo le importaba pasárselo bien, vivir el momento, con sus reglas y excepciones. La relación de Celia y Eric llevaban 2 años juntos y  se aman, solo hay un problema en esa familia, Noelia y Finn.

- NARRA  NOELIA -

No sé como mi madre acepta a un hijo como Finn, es inmaduro, solo le importa divertirse y ser gracioso, debería pensar en ser una mejor persona, en ser un buen chico, pero en realidad es muy molesto, me irrita estar con el.

Dieron las 22 de la noche, era la hora de la cena, todos bajaron las escaleras y se sentaron alrededor del comedor, la cena tenía muy buena pinta.

Mamá: Espero que os guste -sonrió-

Eric: Todo lo que cocinas está muy rico -dijo cariñoso-

Finn y yo cogimos el plato en donde estaba el pan al mismo tiempo, los dos nos miramos con una mirada fulminante. 

Noelia: Dame el plato.

Finn: Tengo hambre, solo déjame coger uno -sonrió sarcástico-

Eric: ¡Finn! -Dijo golpeando la mesa-

Yo: Ves, Eric te está diciendo que me lo des, hazle caso - dije burlándome-

Mamá: ¡Noelia! Dale un trozo de pan y ya está - Dijo enfadada-

Yo: Estoy cansada que tenga que ser yo la que se sacrifique ¿Porqué yo? El es el chico -me levanté de la mesa- Mejor me voy a dormir, no quiero seguir viendo a este. -Caminé hasta las escaleras-

Mamá: Noelia, vuelve aquí o estarás castigada 6 meses y sabes que no estoy de broma. -Dijo apuntándome con un dedo-.

Yo suspiré y volví a la mesa, la cena transcurrió lentamente a paso de tortuga y todos al acabar de cenar se fueron a sus habitaciones.

Mamá: Eric, tenemos que hacer algo, ya casi se conocen desde hace 2 años y todavía se odian.

Eric: No entiendo porque Finn se comporta de esa manera con ella, el no es así con las chicas -suspiró-

Mamá: Tal vez necesitan estar solos, sin nuestra presión ¿No crees? -Se sentó al lado de Eric-

Eric: Tal vez pero... ¿Qué  podríamos hacer?. - Dijo preguntándole-

Mamá: ¿Y si les compramos un apartamento? Para ellos dos.

Eric: ¿Los dos viviendo bajo el mismo techo? - Rió- Se van a matar

Mamá: Tenemos que tratar de  hacer algo, no puedo evitar sentirme mal, es mi única hija  -Dijo triste-

Eric: Bueno, mi amor, está bien, se lo compraremos, mañana hablamos con ellos.

-NARRADOR-

A la mañana siguiente cada uno se fue a  sus trabajos e  institutos. La madre de Noelia se quedó en casa buscando un apartamento cerca de la casa donde pudieran ir a visitarlos y encontró uno perfecto, 2  habitaciones, una cocina, 3 baños, una terraza y una buhardilla.

Pasaron las horas,  era momento de que llegasen Noelia y Finn, Eric salió pronto del trabajo, al llegar se sentó con Celia en el comedor hablando sobre el nuevo apartamento, cuando sonó la puerta, significaba que habían llegado, dejaron sus mochilas en la entrada.

Mamá: Hijos, tenemos algo que deciros... - Dijo seria-

Yo: No hice nada -Dije defendiéndome-

Finn: Ni yo -Dijo nervioso- 

Eric: No es nada de eso, tenemos que deciros que os hemos comprado un apartamento -Dijo serio-

Finn: ¡Un apartamento! -Dijo contento-

Yo: ¿Quieres decir que me alejaré  de  el? -Dije contenta-

Mamá: Ese es el caso, es un apartamento para los dos 

Finn y yo: ¿Qué? - Dijimos molestos-