365 DÍAS JUNTO A ELLA.

CAPÍTULO 7

Yo: Gracias. -sonreí-

X: De nada. -me guiñó un ojo-

Yo: ¿Te conozco? Tu cara se me hace conocida. -dije tratando de recordar-

X: Creo que estudiamos el mismo ciclo juntos. -sonrió- ¿Te llamas Noelia verdad?

Yo: ¡Ah si! Ya me acuerdo, eres David. -dije sorprendida- ¿Te acuerdas de mi?

David: Eras mi mejor amiga cuando éramos pequeños ¿Cómo te iba a olvidar? Nunca te olvidé. -me abrazó-

Yo: No te reconocía, has cambiado mucho. -dije feliz-

Finn venía por el pasillo de los fritos, justo al lado de la fruta y verdura, al dar la vuelta vio que estaba hablando con David, que notó que coqueteaba conmigo.

David: Tu no te quedas atrás, estás preciosa.

Yo: Gracias David, en serio llevábamos mucho tiempo sin vernos, las cosas han cambiado tanto -suspiré- mis padres se divorciaron.

David: ¿En serio? Pero si se les veía muy felices. -suspiró-

Yo: Pues ya ves, las cosas cambian y ahora tengo una nueva familia. -hice una mueca-

David: ¿Y que tal todo? -cogió mi mano-

-NARRA  FINN-

Se que Noelia no me quiere, pero en verdad yo la quiero como una hermana, aunque a ella no le guste, ahora somos familia y no puedo evitar la ganas de ir a separarla de ese tipo.

Yo suspiré enfadado y camine con el carrito hasta donde estaba Noelia.

-NARRA NOELIA-

Yo: Ahora tengo 2 hermanastros y uno de ellos es de mi edad, es insoportable, mi madre tuvo la idea de que viviéramos solos en un casa que nos compraron durante un año para que nos llevemos mejor, ya llevamos un mes viviendo juntos -suspiré- quedan 11 meses más. -reí-

David: ¿Y como es el? -dijo preocupado-

Yo: Es muy insoportable, además de rebelde, no soportamos y el tiene una novia que es otra insoportable, ya sabes... me reí-

Finn: Noelia, ya nos tenemos que ir. 

Yo: El es Finn, mi hermanastro. -miré a David-

David: Mucho gusto Finn, soy David. -sonrió-

Finn: Mucho gusto, ya vámonos Noelia. -se giró-

Yo: Toma David, mi número, háblame por la tarde. -le di un beso en la mejilla-

David: Claro. -sonrió-

Los dos caminamos hasta las cajas, Finn estaba enfadado.

Yo: ¿No pudiste más amable con David? -dije enfadada-

Finn: Oh lo siento, por no ser el mejor chico para estar a la altura de ese tipo. -dijo sarcástico-

Yo: ¿Estás celoso o que? -dije sorprendida-

Finn: Claro que no, ni que fuéramos novios, mi deber es cuidarte. -me miró-

Yo: Yo me se cuidar muy bien. -miré al frente-

Finn: Créeme que no, se nota que ese tipo lo único que quiere es sexo. -se rio-

Yo: Para tu información, el fue mi mejor amigo desde que éramos pequeños, lo dejé de ver cuando entramos a primaria. ¿Eso es querer sexo? -dije enfadada-

Finn: Eso piensas, pero eres una chica, no sabes lo que piensan los chicos. -miró al frente-

Yo: No, porque tú pienses en eso con Paulina no quiere decir que todos piensen en eso. 

Un silencio apareció de repente en el coche, Finn se molestó mucho con mi comentario y no le gustó que yo pensase así de el, entramos en el apartamento y Finn empezó a sacar las cosas.

Finn: Deja eso, vete al apartamento -dijo serio-

Yo solo le miré y le hice caso, sentí  una pizca de culpa, sabía que Finn no era ese tipo de chico. Aunque mi orgullo se vaya a la basura, tengo que pedirle disculpas, creo que Finn nunca será ese tipo de chico, dentro de ese chico inmaduro hay un chico tierno y dulce, solo que no quiere dejarlo salir. Fui a la cocina.

Yo: Finn. -dije con las manos agarrada a la espalda-

Finn: ¿Qué quieres? -dijo sacado y guardando las cosas-

Yo: Quiero pedirte disculpas, estaba muy enfadada y no me di cuenta de lo que dije, tu nunca serías así con Paulina, por más que tus hormonas estén revolucionadas, nunca pensarías eso. -suspiré- en serio perdón.

Finn me miró, sabía que yo no era de las de pedir disculpas, es más yo nunca le había pedido disculpas, Finn suspiró y vino a junto mía y me miró fijamente.

Finn: Yo también quiero pedirte disculpas, se que no me comporté de la mejor manera hoy pero sentí los típicos celos de hermano. -sonrió tímido- aunque no te lo creas, te quiero. -me miró a los ojos-

Sentí algo en mi estómago al ver la mirada de Finn y las palabras de Finn, cuando de repente sonó mi móvil.

Yo: Lo siento... tengo que contestar -miré mi móvil-

Finn desvió la mirada que tenía posada en mi y yo fui a atender la llamada, era David.