365 DÍAS JUNTO A ELLA.

CAPÍTULO 24

Los días pasaron, mis heridas se habían curado, ya no tenía dolor, todo estaba como antes, ya estábamos de vuelta en el apartamento, los últimos días las cosas habían mejorado, había algo  diferente en nosotros, después de pasar más días juntos, las cosas tomaban otro camino.

Finn: ¿Qué te parece si esta noche vamos a una fiesta en casa de Caleb? -entró en mi habitación-

Yo: Pero no me ha invitado -me reí-

Finn: Pero te llevo igual, por Caleb no hay problema -se apoyó en la puerta-

Yo: Son las 17:30 no tengo tiempo para arreglarme -dije apurada-

Finn: Por dios  ¿Cómo vas a tardar más de 2h en arreglarte? -dijo riendo-

Yo: Tengo que ducharme, plancharme el pelo, peinarme, maquillarme, buscar la ropa, buscar los...-dije y contando con los dedos-

Finn: Vale, vale, mejor me voy y tu empiezas con todo eso -dijo riendo-

Finn cerró la puerta y yo me reí, me metí en la ducha, abrí el agua, dejé que saliera agua caliente y me metí en la ducha, el agua corrió por mi cuerpo haciendo que me relajase, al salir de la ducha fui a mi armario y me puse a buscar la ropa que llevaría.

Yo: Esta no, ni esta, esta menos ¿Porqué me compré esto? Este -sonreí y saqué el vestido-

El vestido era este:

Después de un largo tiempo estaba lista, me miré en el espejo y me arreglé por última vez, miré el reloj, eran las 19:50, abrí los ojos como platos y salí de mi habitación, bajé las escaleras y miré a Finn de espaldas.

Yo: Lo siento, tarde un poquito más -dije andando hacía la puerta-

Finn: No te pero... -se giró y me miró de pies a cabeza-

Yo: ¿Qué te pasa? -dije sonrojada-

Finn: Estas preciosa -dijo sonriendo-

Yo: Gracias -me puse el pelo de un lado detrás de la oreja-

Finn llevaba una camisa blanca, una chaqueta negra y unos pantalones negro entallados y unos zapatos de color blanco.

Finn: Vámonos que ya es tarde -abrió la puerta-

Salimos del edificio y fuimos hasta el coche, condujo hasta la casa de Caleb, había demasiados coches ya, la música ya se escuchaba, bajamos del coche y entramos, yo no conocía a nadie, absolutamente a nadie.

Finn: ¿Qué te pasa? -dijo viniendo hacia mi-

Yo: No conozco a nadie -sonreí-

Finn me presentó a todos sus amigos, al parecer ya me conocían, no se el porque pero todos se quedaron impactados, al paso de la noche la fiesta estaba cada vez mejor, todos bailaban, algunos bebían, otros hablaban pero la mayoría estaban bailando, Finn no era la excepción.

Noah: Hola  -se acercó junto a mi-

Yo: Hola Noah -dije-

Noah: ¿Quieres? -me ofreció un trago de su bebida-

Yo: No gracias, no bebo.

Noah: Solo un trago -me sonrió-

Yo: No, en serio, gracias -sonreí-

Noah: Ya sé, te voy a pedir un margarita, es más suave.

Y así como Noah me convenció a beber, no pude controlarme después, con la bebida en mi mano fui hasta donde estaba Finn.

Yo: Finn.

Finn: ¿Qué te pasa? -dijo preocupado-

Yo: ¿De que hablas? -dije moviendo mi bebida-

Finn: Estás algo borracha -me cogió de los brazos-

Yo: Solo un poquito -me reí-

Finn: Pero tu no bebes ¿Quién te dio esa bebida? -dijo enfadado-

Yo: Tu amigo Noah, pero no le culpes -le abracé-

Finn: Pero mírate -suspiró-

Yo: Finn, estoy mareada -le dije al oído-

Finn: Vámonos a casa.

Yo: Pero antes déjame ir al baño.

Finn:  Vamos -me guio-

El baño estaba ocupado, subimos las escaleras, entramos al baño de Caleb, Finn me esperó sentado en la cama de Caleb, al salir me mordí el labio y caminé hasta donde estaba Finn.

Finn: Venga vámonos -se levantó-

Yo: No.

Finn: Si, estas muy mal, Noelia deberíamos irnos -dijo serio-

Yo: Mmm... se me ocurre que podemos hacer algo -le dije al oído-

Finn: Ya no sabes ni lo que dices -se intentó levantar-

-NARRADOR-

Noelia se levantó un poco y miró los labios de Finn y lo besó, Finn al principio no quería, pero después no pudo parar, la cogió de las caderas, el beso estaba tomando otra dirección, Noelia  estaba muy borracha y no tenía ni idea de  lo que estaba haciendo, se apartó de Finn.

-NARRA NOELIA-

Yo: Házmelo -le dije al oído-