CAPÍTULO 22

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-NARRA FINN-

Poco a poco abrí los ojos, lo primero que vi fue una puerta de madera, miré mis manos, una estaba vendada y la otra con una aguja en mi muñeca, me dolía todo el cuerpo, no me acordaba de nada de lo que había pasado, solo quería saber que estaba pasando y donde estaba Noelia.

La puerta se abrió, una enfermera entró con un médico.

Yo: ¿Qué paso? ¿Qué  hago aquí? 

Médico: Tranquilo, no pasa nada, estas bien, tu hermana y tu tuvisteis un accidente, los dos estabais muy heridos.

Finn: ¿Cómo está mi hermana? -dije recordando un poco-

Médico: Esta bien, estuvo apunto de morir pero hemos conseguido salvarla.

-NARRA NOELIA-

Solo olores, movimientos, imágenes, heridas y sangre es lo único que recuerdo del accidente, recuerdo la expresión de Finn cuando estábamos a punto de chocar, como puede ser que un momento bonito se convirtiera en esto, ahora, estoy en esta habitación con una aguja en mi vena, con un camisón de hospital y acostada en esta cama, todo mi cuerpo mi duele, solo espero que Finn  esté mejor que yo.

La puerta de la habitación se abrió y entró mi madre con el médico.

Mamá: ¡Hija! ¿Estás bien? -dijo preocupada-

Yo: Creo  que si.

Médico: Su hija está bien, estábamos preocupados, en el camino estaba inconsciente pero una vez que llegamos  empezó a dar signos de vida, es una chica muy afortunada  -sonrió-

Yo: ¿Y Finn? -dije con lágrimas en los ojos-

Médico: Tu hermano está bien, tiene una quemadura en el brazo y algunas heridas, pero estará bien, mañana por la tarde podéis iros -sonrió-

Mamá: Gracias doctor,  cuando Eric y yo nos enteramos, salimos rápido de casa a veros, estábamos muy preocupados por vosotros, pensábamos lo peor -tocó mi mejilla-

Yo: Fue horrible, pensé que moriríamos,  solo recuerdo ligeramente cuando el coche dejó de moverse, Finn me hablaba y de pronto todo se volvió negro -mis lágrimas seguían  cayendo-

Mamá: No llores mi amor, todo va a estar bien -me abrazó-

Eric y mi madre fueron a ver a Finn.

-NARRA FINN-

Yo: Lo siento mucho papá y mamá, os he decepcionado, me siento muy culpable -dije triste-

Mamá: Hijo, no te sientas así, las cosas pasan, ahora lo que importa es que tu hermana y tu estéis bien -acarició mi mano-

Papá: El médico nos dijo que mañana mismo salís del hospital, porque ya no estáis graves, solo son heridas y tu tienes el  brazo quemado -suspiró-

Yo:  Menos mal que no le pasó nada a Noelia -sonreí- juro que no me lo perdonaría -bajé la mirada-

Mamá: Me alegro de que tu hermana y tu os estéis llevando mejor, a lo mejor eso de que viváis juntos se acaba antes de lo esperado-sonrió-

Yo: Si -sonreí-

Mamá: Pero -dijo cogiendo mi brazo- ¿Cómo te paso esto Finn? -cogiendo mi brazo que estaba vendado hasta el codo-

Yo: No lo sé -suspiré

Papá: Lo bueno es que las quemaduras no son graves, con el tiempo irán desapareciendo -acarició mi pelo-

Mamá: Bueno hijo, iremos a por unas cosas para vosotros, así descansáis -me dio un  beso en la mejilla-

Yo: Vale -sonreí-

Los dos salieron de la habitación, me relajé y cerré los ojos.

-NARRA NOELIA-

Enfermera: ¿Quieres algo de comer o de beber? -me dijo colocándome la almohada-

Yo: No, no tengo hambre, gracias.

Enfermera: Deberías comer.

Yo: Ni ganas de comer tengo después de lo que vivimos -sentí ganas de llorar-

Enfermera: Dar gracias a Dios que estáis bien y a tu hermano -estaba a punto de salir-

Yo: ¿A mi hermano porqué? -se sentó en la cama-

Enfermera: ¿No te lo dijo el médico? -puso sus manos en la cintura-

Yo: No -dije nerviosa-

Enfermera: Tu hermano puso su brazo para que el airbag no se pegase a tu cara, eso hubiera provocado que no estuvieras hablando conmigo, por eso tu hermano tiene el brazo quemado, el golpe de el airbag es muy peligroso, a veces eso puede llegar a matar a las personas más que un accidente y según dicen el airbag es seguro -salió de la habitación-

Me quedé inmóvil  al escuchar lo que había dicho, Finn se sacrificó por mi para que no saliese herida, sentí un aire frío por todo mi cuerpo, sabía que esa quemadura era en parte por mi culpa, me tapé la cara y empecé a llorar, me sentía culpable y más con el sentimiento de la experiencia del accidente, me sentía de lo peor.

365 DÍAS JUNTO A ELLA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora