CAPÍTULO 12

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A la mañana siguiente, era un día precioso, con un clima precioso, perfecto para pasar el día de paseo, me levanté antes que Finn, fui a la nevera y tomé un vaso de zumo de naranja, miré el reloj y eran las 9:35, era un poco tarde de lo que suele levantar normalmente, fui a la sala y encendí la televisión, cambié de canal hasta que me decidí por la MTV, escuché que alguien bostezó, me giré y estaba Finn quieto en las escaleras frotándose los ojos.

Yo: Buenos días -sonreí-

Finn: Buenos días -dijo adormilado-

Yo: Veo que tienes mucho sueño -me reí-

Finn: Si -sonrió-

Yo seguí cambiando de canal porque ya me aburrió la MTV, Finn llegó con un vaso de leche y se sentó a mi lado, mirando la televisión igual que yo.

Finn: Esta el día bonito -dijo mirando hacia la ventana-

Yo: Si -miré la ventana- no como otros días, fríos y nublados -volví a centrar mi mirada en la televisión-

Finn: ¿Hacemos algo? -me miró-

Yo: ¿No has quedado con Paulina? -dije tratando de no hablar mal de ella-

Finn: Creo que está enfadada conmigo, así que no me hablará en unos días -se río-

Yo: Mmm... bueno vale ¿Pero a donde vamos? -le miré-

Finn: Ya se me ocurrirá algo -sonrió-

Yo: Bueno -me levanté- iré a por un desayuno a Starbucks ¿Quieres uno? -dije estirándome-

Finn: Claro -dijo cogiendo el mando-

Yo: Vale, me iré a cambiar e iré a por ellos -subí las escaleras-

-NARRADOR-

Noelia se puso un short, una camisa rosa salmón y unos zapatos blancos, cogió sus gafas de sol y sus llaves del apartamento, salió y fue directa al Starbucks, mientras Finn se fue a bañar, le gustaba darse un baño por las mañanas porque suele relajarse bastante, Finn puso el agua tibia y dejó que recorriese su cuerpo, Noelia volvió al apartamento y dejó las cosas en la barra de la cocina.

Finn escuchó ruidos, pensó que era otra persona, Finn se puso una toalla en la parte de abajo, dejando su torso al descubierto, Finn bajó las escaleras despacio para ver quien era y vio que era Noelia.

-NARRA NOELIA-

Finn: ¡Me asustaste! Pensé que eras Paulina.

Yo: Para nada -me giré de espaldas a el-

Finn: Perdona por estar así, me asustase y me puse lo primero que vi.

Yo: No hay problema -dije nerviosa-

Finn: Bueno iré a vestirme -subió las escaleras vergonzoso-

No pude evitar sentir nervios al ver a Finn semi desnudo, solo con la toalla, tenía el cuerpo húmedo que al parecer no se lo había secado muy bien, tenía el cabello despeinado y mojado, su piel estaba brillante y más blanca de lo normal, yo sentí nervios al verlo así, a lo mejor es porque es mi hermanastro.

Finn bajó las escaleras, llevaba puesta una camisa de cuadros azul con morado, unos pantalones negros, una gorra morada con las iniciales NY y unos zapatos azules.

Yo: Aquí está tu desayuno -dije algo nerviosa por lo anterior-

Finn: Oye, perdona por bajar casi desnudo -se rio nervioso- pero es que pensé que eras... -lo interrumpí-

Yo: No te preocupes, todo está bien -dije cogiendo mi café-

Finn: Es que me dio vergüenza -dijo mordiendo su croissant-

Yo: Bueno, al fin y al cabo somos hermanastros -me levanté-

Finn: Pues si... pero bueno olvídalo -se rio-

Yo: Bueno, cambiando de tema ¿A donde vamos? -dije intentando coger un plato-

Finn: Aun no lo sé, déjame pensar a ver... por cierto ¿Necesitas ayuda? -dijo riéndose-

Yo: Deja de reírte de mi y ayúdame -dije riéndome-

Finn dejó su croissant en el plato y vino hasta donde yo estaba, con una mano cogió mi cadera, pegó su cuerpo al mío y cogió un plato, volví a sentir esos nervios pero más intensos todavía, al sentir el cuerpo de Finn junto al mío.

Finn: Eso te pasa por no tomar leche -dijo riéndose-

Yo: ¡Calla y come! -me reí-

Al terminar de comer, Finn cogió las llaves del coche y bajamos del ascensor hasta el aparcamiento.

Yo: ¿A donde vamos? -dije mirándole conducir-

Finn: Primero iremos a comer una pizza y luego ya veremos -me miró-

Finn condujo hasta el centro de la ciudad, donde estaban los mejores restaurantes y uno de ellos era de sus favoritos, donde vendían comida italiana y su especialidad era la pizza, Finn abrió la puerta de mi lado del coche y me ayudó a bajar, comimos y Finn se pasó la tarde hablando sobre su relación con Paulina y si iba a estar toda la tarde sin parar de hablar de Paulina yo empezaré a hablar de David pero antes de eso lo deje solo un buen rato en la mesa para ir al baño, cuando salí del baño, volví a la mesa y me pasé el resto de la tarde hablando de David tal y como había hecho el con Paulina, terminamos de comer, Finn pagó y nos fuimos al apartamento, al llegar al apartamento....

365 DÍAS JUNTO A ELLA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora