CAPÍTULO 39

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-NARRADOR-

Noelia llegó a la casa de Sandra, pagó al taxista y cogió su mochila, se sentía algo mal por llegar de repente sin avisar pero era de urgencia, anduvo hasta la puerta y la llamó a su móvil.

-NARRA NOELIA-

Yo: Sandra, estoy en la puerta de tu casa, por favor baja -dije alterada-

Sandra: ¿Qué haces a esta hora en mi casa? -dijo adormilada-

Yo: Es una larga historia, te la contaré ahora mismo, solo déjame pasar esta noche en tu casa -suspiré-

Sandra: Claro, ya bajo -colgó-

-NARRADOR-

Pasaron unos minutos y Sandra llegó a la puerta, la cara de Sandra estaba hinchada como si llevase mucho tiempo durmiendo, Noelia subió con Sandra a su habitación.

-NARRA NOELIA-

Sandra: Ahora si, cuéntame -se sentó en su cama-

Yo: Me vas a decir que estoy loca por lo que pasó.

Sandra: ¿Lo hiciste con Marcos? -dijo sorprendida-

Yo: Con el no -bajé la mirada-

Sandra: No me digas que con tu... -la interrumpí-

Yo: Pero no llegamos a hacerlo, solo fueron caricias y besos, todavía siento sus labios.

Sandra: Lo sabía, sabía que pasaría esto, lo presentía -dijo feliz-

Yo: ¿Pero porque te alegra? El es mi familia -me senté en la cama-

Sandra: No tiene tu sangre, no es nada tuyo, solamente tu hermanastro, que ni hermanos de por medio hay, no tiene nada de malo, además se nota que los dos sentís algo el  uno por el otro -dijo seria-

Yo: A ti no te puedo esconder nada, tu sabes muy bien que lo amo, me hizo sentir como una reina, nunca me sentí tan bien, estábamos a punto cuando le dije que no -suspiré-

Sandra:  ¿Porqué? Tu sabes muy bien que lo deseas más que a nada.

Yo: Ya lo sé, eso me dijo Finn, fue como un sueño, su forma de tratarme, me dijo que cumpliría todos sus deseos conmigo -me toqué el cuello-

Sandra: Por dios, yo nunca le diría que no a tu hermanastro, está más que bueno -se mordió el labio-

Yo: Eh tranquila, que es mío -me crucé de brazos-

Sandra: Mira Noelia, solo te diré algo, Finn no te va a esperar toda la vida, se que estás aquí porque al decirle que no te fuiste sin hablar y seguro que cuando el se quedó dormido, saliste a escondidas a buscar un sitio en el que quedarte ¿Verdad? -me miró a los ojos-

Yo: Si, pero ahora está Marcos, he aprendido a quererlo, es un chico especial, en verdad es un gran chico -sonreí-

Sandra: Pero nunca he escuchado de tu boca decir que lo amas  -dijo seria-

Yo: Tienes razón, pero hoy Finn nos preparó una cena, fue por una apuesta, Marcos me trató como toda una dama, es un caballero de verdad, no se como pude hacerle eso -me tapé la cara-

Sandra: Vamos, no hiciste nada malo, ni siquiera habéis llegado a hacerlo -se levantó de la cama-

Yo: No quiero volver pero tengo que... -bajé la cabeza-

Sandra: Vamos a hacer una cosa, quédate lo que queda de noche y mañana quiero que hables con el sinceramente -se acostó en la cama-

Yo: De acuerdo, pero nunca le diré que estoy enamorada de el, nunca -dije segura-

-NARRADOR-

Noelia se puso de nuevo su pijama y se acostó a dormir, a la mañana siguiente, Finn se despertó, notó algo raro, no estaba Noelia  en la cocina y no había oído el ruido de la ducha cuando pasó por su cuarto, Finn subió las escaleras rápido y entró en la habitación de Noelia, la cama estaba deshecha, entró  en el baño y tampoco estaba, recorrió los lugares por donde podría estar Noelia y no había señales de ella, volvió a su habitación, miró su armario, había ropa pero faltaba mucha.

-NARRA FINN-

Yo: Maldición -golpee la puerta-

-NARRADOR-

Finn salió rápido de la habitación de Noelia y se fue a cambiar de ropa, cogió las llaves del apartamento y del coche, bajó las escaleras de nuevo, miró el reloj, eran las 10:23 de la mañana, abrió la puerta y la vio, estaba apunto de abrir la puerta y se encontró con Noelia, solo se miraron a los ojos hasta que Finn rompió el silencio.

-NARRA FINN-

Yo: Estaba apunto de ir a buscarte -suspiré aliviado-

Noelia: Lo siento, quería alejarme del apartamento un rato -entró en el apartamento-

Yo: De verdad, lo siento... no debí haber obligado a que... -me interrumpió-

Noelia: No es tu culpa, como te dije anoche, en verdad yo también lo deseaba, pero no podía, nunca podré -suspiré-

Yo: Pero ¿Porqué?, como te dije, solo sería esa noche y no habría más -la miré a los ojos-

Noelia: Vamos Finn, sabemos que una vez rompiendo el hielo entre nosotros dos, habría muchas más veces, pero nunca podré, eres mi hermanastro, eres mi familia,  tengo novio, tienes novia, no podemos -bajó la mirada-

Yo: Claro que podemos, como me ha dicho todo el mundo, no  tenemos la misma sangre -levanté su cara-

Noelia: A mi también me lo dice todo el mundo, pero esto no es por genética, es por conciencia y por más que yo...

-NARRADOR-

El timbre del apartamento sonó, Finn suspiró y fue a abrir la puerta, era Paulina.


365 DÍAS JUNTO A ELLA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora