CAPÍTULO 23

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-NARRA NOELIA-

Yo: Enfermera. 

Enfermera: Dime -me sonrió-

Yo: ¿Puede llevarme con mi hermano, por favor? -dije levantándome-

Enfermera: Necesitas estar en reposo, no puedo llevarte.

Yo: Necesito verlo, por favor -dije rogándole-

Enfermera: Vale, pero rápido -me ayudó-

La enfermera me agarraba del brazo, iba con mi camisón, con algunos cortes en mi cara y en mis piernas, iba andando despacio, me dolía todo el cuerpo, pero quería ver a Finn después de lo que me enteré.

Yo: Espéreme aquí fuera, quiero hablar en privado con el -me miró-

Enfermera: De acuerdo -suspiró-

Entré, Finn estaba acostado mirando el techo, como si estuviera ido, anduve hasta  donde estaba el y me miró haciendo pucheros.

Finn: Noelia ¿Estas bien? 

Yo: Pero mírate, tengo  la culpa -cogí su brazo  y solté una lágrima-

Finn: Pero no digas eso, tu no tienes la culpa -dijo tratando de consolarme-

Yo: No trates de esconderlo, me enteré de que pusiste tu brazo para que no golpease con el airbag -dije llorando-

Finn: Tenía que hacerlo, te hubieras hecho mucho daño, pudiste haber muerto -cogió mi mejilla-

Yo: Pero mira ahora como está tu brazo, me siento culpable -me apoyé en su pecho-

Finn: Por favor, no te sientas así, fue mi culpa, todo esto está pasando por mi culpa, todo por no haber visto ese coche -me acarició el pelo-

Yo: Pero... -me giré a verlo-

Finn estaba muy deprimido, se le notaba en sus ojos, estaba muy asustada y me sentía culpable, mis ojos estaban llenos de lágrimas, mis mejillas estaban muy húmedas, Finn empezó a limpiarme las lágrimas y trataba de consolarme.

Finn: No quiero que llores, me haces sentir peor -suspiró-

Yo: Pero no puedo dejar de pensar en esto, me siento mal, me siento culpable -sentí un nudo en la  garganta-

Finn: Solo tiene que pasar el tiempo y las cosas mejorarán, ya verás -sonrió-

Yo: ¿Me lo prometes? 

Finn: Te lo prometo -acarició mi mejilla-

-NARRADOR-

Finn  sonrió tiernamente  a Noelia y siguió acariciándole la mejilla de  Noelia, ella seguía recostada en su pecho, escuchaba los latidos de Finn,   ella no dejaba de ver  sus ojos, le daban mucha tranquilidad, Finn hacía lo mismo, miraba los ojos marrones  de Noelia que tenían un brillo que a Finn le encantaba, hubo un silencio que hizo que con sus miradas se comunicasen, después de un día largo este es el momento más tranquilo de todos para ellos dos, Finn sintió de nuevo esa corriente eléctrica por todo  su cuerpo que hacía desear sus labios, volverlos a probar, pero era inútil, Finn se fue acercando lentamente a Noelia, deseaba más que nada esos labios que le volvían loco, Noelia los deseaba aún más que Finn, justo cuando sus labios  estaban  apunto de tocarse, la puerta se abrió.

-NARRA NOELIA-

Enfermera: Señorita, vámonos el médico va a ir a su habitación -dijo apurada-

Yo: Cuídate -le di un  beso en la mejilla a Finn-

Finn: Igualmente -sonrió-

La enfermera me ayudó a levantarme, salí de la habitación y la enfermera cerró la puerta.

-NARRA FINN-

Yo:  Soy tonto, de nuevo casi la beso -me pasé la mano por todo mi pelo- pero es que no puedo evitar no desear esos labios y lo peor es que es mi hermana y no puedo, ya lo hice una vez pero no puedo hacerlo de nuevo, debo conformarme con los besos de Paulina -suspiré-


365 DÍAS JUNTO A ELLA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora