Capítulo 8

12.3K 1.2K 165
                                    

Taehyung no había imaginado esa opción. ¿Cómo es que habían llegado a la decisión de adoptar? No lo entendía y no tenía idea de la repercusión que tendría en sus planes. Era momento de replantear todo.

El ambiente ante lo que dijo Yoongi se transformó en incómodo, ninguno de los dos hablaba. No era intención de Yoongi que las cosas tomarán ese rumbo pero le fue inevitable no decirle.

—Creo que no estábamos preparados para arreglar todo aún Tae, me tengo que ir... Pagaré la cuenta... nos vemos.

Eso fue todo, al fin se había armado de valor para hablarle y se quedó petrificado ante la idea de que Yoongi estaba en proceso de adoptar junto a su esposo, Jimin. No cabía duda que la plática había terminado siendo fracaso.

Y le fue casi inevitable comenzar a rememorar muchas cosas... Por ejemplo, recordar aquella primera vez que conoció a Yoongi en una cena celebrada en un restaurante más que elegante y lujoso. 

Su madre, que en aquél entonces era la única familia que conocía, hacía un tiempo que se notaba más contenta, algo bueno para el pequeño Taehyung; hasta que, sorpresivamente un día, le confesó que su cambio de ánimo se debía a que había conocido a alguien que la amaba y que ella también lo amaba a él. En su momento Taehyung no entendió mucho, pero estaba feliz porque su mamá también lo estaba.

A diferencia de cómo había sido criado Yoongi, ellos no tenían el mismo estilo de vida. Vivían cómodamente pero no con lujos y esa cena... esa cena lo tenía muy nervioso. Mamá lo había vestido con las mejores ropas que tenía, le había dicho que se estuviera lo más tranquilo posible, esa advertencia era seguramente porque solía ser muy inquieto. Lamentablemente solo moría de nervios porque su mamá le había aclarado que no solamente conocería al famoso señor Min, sino que, además, le presentaría a su hijo.

El señor Min los había ido a buscar a la casa, pero debido a los nervios, Taehyung no pudo subir su mirada para ver al niño que estaba a lado suyo en los asientos traseros del automóvil. Además, le daba pavor que no fuera a agradarle. Su madre le había dicho antes de la cena, que viera a Yoongi como un hermano mayor y que no tuviera pena de hablar con él, haciendo énfasis en que Yoongi era un niño muy amable. Sin embargo, todo el camino su corazón no dejaba de latir rápidamente con miedo a cometer algún error y que el Señor Min dejará de querer a su mami por su culpa.

No es necesario mencionar que al sentarse todos en su respectiva mesa, Taehyung apenas pudiera apoyarse en la mesa con su pequeña altura a sus seis años de edad y, tampoco que supiera poco o nada sobre cómo utilizar cubiertos para comer. El pequeño, enojado porque sentía que no sabía hacer nada bien, no esperó que Yoongi le tomará su pequeña mano, la cual estaba completamente temblando por no saber maniobrar con el cuchillo, y que al darse la vuelta se encontrara por primera vez con la bonita sonrisa del pálido niño pelinegro quien amablemente le ayudó a cortar su filete sin decir nada. Nadie notó aquel pequeño gesto que casi lo hace llorar; sobre todo porque su mamá estaba muy atenta a la plática con el señor Min, pero a pesar de eso, Taehyung no se sintió molesto porque el resto de la tarde había conocido a su nuevo mejor amigo, Yoongi, quien estuvo hablando con él toda la velada. 

Los padres de ambos eventualmente se casaron, Taehyung estaba agradecido y sumamente feliz porque su familia había crecido y por tener a un hermano mayor tan bueno. Aunque los sentimientos se volvieron confusos a medida que iba creciendo hasta que finalmente aceptó que le gustaba Yoongi y que estaba enamorado, pero esto no descartaba el hecho de que estaba muy nervioso porque no sabía si Yoongi sentiría lo mismo, por esa razón, mucho tiempo esperó el momento indicado para declararse.

Esperar no sirvió de mucho, sus palabras el día de su confesión fueron más bien un grito desesperado. Cómo olvidar aquella noche en donde desesperadamente confesó sus sentimientos al haber escuchado de boca del pelinegro que este pretendía casarse. Lo había visto desde hace un tiempo más distraído de lo normal e inexplicablemente metiendo a Jimin en cada una de sus conversaciones, ya se había imaginado que su hermano posiblemente estaba desarrollando sentimientos por el rubio, pero jamás pensó que éste le pediría a Yoongi que se casaran para que él pudiera escalar de puesto. ¡¿Cómo es que Yoongi aceptó semejante ofrecimiento?!, pensaba Taehyung. Él pelinegro no se lo merecía, Yoongi siempre le había dicho que él quería casarse con una persona que llegara a amar y quizá eso estaba haciendo al casarse con Jimin, pero para Taehyung esa simplemente no era la forma. No lo era.

Hold Me Tight - YoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora