Capítulo 9

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El día finalmente había llegado. Llegó aún con todas las incertidumbres que seguía guardando el corazón de Jimin, pero con la mano firme de Yoongi para ir juntos por un camino que por lo menos el rubio, jamás pensó recorrer hasta que conoció al hermoso niño de los cabellos azabaches, aquel que le miro con soledad pero que juntos lograron crear un lazo amoroso lo suficientemente fuerte para ir contra todas las barreras que tenía Jimin ante la idea de cuidar de alguien más. Ahora estaba dispuesto a intentarlo, si era por Jungkook lo haría.

Despertar a lado de Yoongi no fue tan vergonzoso como lo pensó Jimin. Ambos se habían ido al cuarto de el rubio porque dormir en el sofá les pareció muy incómodo y demasiado íntimo si le preguntaran a Jimin. Pero, el problema fue decidir quién dormía de qué lado y la "discusión" duró aproximadamente hasta el amanecer; claro si a estarse correteando alrededor de la cama, muertos de la risa contaba como pelea. Finalmente cada quien cayó dormido donde pudo.

En la mañana eran un nudo de piernas y brazos mal colocados en posiciones incómodas, hecho que le generó una buena carcajada a Jimin porque no podía salir de la cama; quizá eso tranquilizó un poco sus nervios, sí, quizá fue eso o quizá fue el simple hecho de tener a Yoongi a lado suyo toda la noche.

Las risas de Jimin fueron el despertador de Yoongi quien deseaba que este fuera un buen augurio para todo lo que se avecinaba.

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Saludar a la señora Choi fue algo melancólico para Jimin puesto que, ya no habría más llamados de ella por las noches cuando cansada de los lloriqueos de Jungkook llamaba a Jimin porque sabía que el pequeño niño no dormiría si no era Jimin quien lo arrullaba. Algunas veces las llamadas eran en la madrugada para que Jungkook se tranquilizara después de alguna pesadilla. El rubio siempre quiso estar ahí pero debido a la hora se le hacía imposible ir y solo terminaba diciéndole palabras tranquilizadoras al pequeño a través del teléfono. Ahora todo sería diferente.

Hoy sería la última vez en que Jimin y Yoongi cruzarían el portón del orfanato, no habría más visitas nocturnas. Hoy por fin saldrían con Jungkook hacia su casa a vivir cosas buenas y cosas malas pero juntos como la familia que han decidido ser.

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Nuevamente habían levantado temprano a Jungkook y a decir verdad, el corazoncito de Jungkook se emocionó porque si lo habían levantado temprano era por algo...quizá nuevamente sería un día lleno de juegos y de cariños de Minnie y de Yoongi. Sí, Jungkook ya había aprendido el nombre de Yoongi, hasta lo podía decir pero quería esperar a una ocasión en la que estuviera muy feliz para decirlo, ojalá que Yoonie estuviera orgulloso de él. Los quería mucho y por eso disfrutaba cualquier momento en el cual pudieran estar juntos.

A veces soñaba que Minnie estaba a su lado, que jugaba con él, que le daba de comer como aquella vez en el orfanato, que le abrazaba y dormían juntos. Era desgarrador despertar y encontrarse solo, junto con la oscuridad de la noche. Por eso lloraba hasta que amablemente alguien le ayudaba y lograba escuchar a Minnie.

Se encontraba muy alegre con su ropa limpia y jugando cuando notó que estaba pasando algo extraño; empezaron a meter toda su ropita en mochilas, ¡hasta su peluche lo querían meter! cosa que obviamente impidió. No, ese había sido su regalo y no dejaría que se lo quitaran; sino ¿cómo le explicaría a Minnie y a Yoonie que había perdido el peluche que le regalaron?, seguro se enojarían mucho y lo dejaban solo de nuevo.

De pronto escucho que alguien se acercaba....¡¡si!! Estaba en lo cierto, ¡lo habían ido a ver!, estaban en la entrada de su cuarto y aún con peluche en mano, Jungkook fue corriendo hacia la pareja.

—¡Minnie, Yoonie!— Yoongi se sorprendió mucho al escuchar como le llamaba su hijo, si se había emocionado tanto con eso, seguro lloraría el día en que Jungkook lo llamara papá.

Hold Me Tight - YoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora