𝕸𝖎𝖐𝖆𝖊𝖑𝖘𝖔𝖓: ᴛʜᴇ ᴀᴡᴀᴋᴇ | ᴘᴀʀᴛ ɪɪ | ᴛʜᴇ ᴏʀɪɢɪɴᴀʟs

|24| Niñeros Originales

Dos semanas despues

Antonia Salvatore

Ya tengo ocho meses de embarazo y tengo horribles dolores de espalda, que me molestan y por eso debo mentenerme derecha para que no me molesten, es como una picazon en toda mi espalda que llega a ser cansador en cualquier punto. Ahora vivo cada una hora con una bolsa de sangre nueva ya que yo no tengo hambre, pero los bebes tienen el doble de hambre que yo y me piden sangre, por lo que tengo que hacerles caso.

Dylan por suerte se ha recuperado al cien por ciento, estando en reposo estas dos ultimas semanas bajo los cuidados de Freya, Mary Anne y Kol, ahora se encuentra en perfecto estado, pero lo unico que le pedimos es que se quede en el recinto los proximos meses para que no vuelva a pasar lo que le hizo pasar Marcel.

Ya quiero que todo este embarazo se termine de una buena vez porque quiero sentirme como yo otra vez y quiero cargar a mis hijos en brazos sin tener que andar quejandome de que tengo hambre a cada rato y poder ser yo otra vez. 

El trio de oro siendo integrado por Klaus, Kol y Mary Anne sigue suelto en las calles del barrio frances, sin saber que es lo que hacen con exactitud para mantener a las brujas lejos de nosotros, como tambien lo tienen a Marcel lejos del recinto. Mientras que el grupo de chicos buenos, que en este grupo yo estoy integrada, nos mantenemos dentro del recinto, protegiéndonos mutuamente.

Ahora mismo me encuentro con Freya y Dylan, haciendo un hechizo de localizacion de Klaus con un mapa de toda Nueva Orleans, probando mis conocimientos como bruja novata e intentando rastrearlo por primera vez por mi cuenta, use pocas gotas de la sangre de Klaus que Freya me dio para hacer el rastreo.

Las gotas se sangre que deje en el centro del mapa, comenzaron a moverse por cuenta propia cuando recito las palabras en latin para el ritual, mientras empiezo a concentrarme y mis manos estan sobre el mapa. Observo que las gotas se dirigen justamente al cementerio de Nueva Orleans, lo cual me parece extraño pero sigo relatando las palabras para que no estropee el hechizo.

-Muy bien -felicita Freya y le sonrio levemente con nervios mientras pongo mechones detras de mi oreja.

-¿Por que esta en el cementerio? -pregunta Dylan apoyando sus codos sobre la mesa donde estoy haciendo el rastreo y mirado mas de cerca el mapa con la sangre encima.

-Deberiamos ir a averiguar -supongo subiendo mis hombros levemente, si voy acompañada por alguno de ellos podre ir, les guste o no, ademas, puedo defenderme y muy bien.

-Tu no, nosotros si.

Levanto mi mirada del mapa suspirando y dirijo mis ojos hacia la entrada del comedor, viendo a Rebekah entrar con Elijah detras de ella y ladeo mi cabeza, viendolos de forma ofendida.

-¡Oh, vamos! -reprocho haciendo un pequeño puchero en contra de ellos dos y las palabras de la rubia- Puedo defenderme sola por mas que tenga esta panza -abro mis brazos en forma de obviedad, ¡no soy tan inutil como aparento!

-Antonia, es por tu proteccion -trata de hacerme entender Elijah estirando su mano hacia mi de forma honesta y subo una ceja mientras sigo con mi pequeño puchero para que me lleven de paseo.

-Ustedes dos iran conmigo, estare a salvo -de verdad que quiero salir del recinto, ya no tengo nada mas para hacer y me aburro bastante, ya hice todo: estirar, bailar, escuchar musica, pintar, dibujar y cocinar. ¡Y aun asi me aburro!

Ambos hermanos se miran sin discrecion, como si pudieran debatir mentalmente como gemelos, mirandose por largos seguros que me dio mas ansiedad. No salgo desde este recinto desde hace casi un mes cuando fui al pantano junto a Rebekah que mate a Davina y supe que tengo mellizos dentro de mi vientre, y unos mellizos muy hambrientos. Al menos saquen a pasear a su mascota llamada Antonia Ilaria Salvatore.