𝕸𝖎𝖐𝖆𝖊𝖑𝖘𝖔𝖓: ᴛʜᴇ ᴀᴡᴀᴋᴇ | ᴘᴀʀᴛ ɪɪ | ᴛʜᴇ ᴏʀɪɢɪɴᴀʟs

|31| El nuevo Barrio Frances

Narrador Omnisciente

Mary Anne condujo toda la noche desde Nueva Orleans, donde pudo traer de vuelta a la vida a la familia Original, hacia Carolina del Norte, pero tres horas previas a que ellos lleguen a la casa de campo donde los niños estaban junto a Dylan. Hicieron una parada en medio de la ruta.

No era lo mas ortodoxo atacar un camion repleto de prisioneros y guardias que se dirigian a la prision de Carolina del Norte, pero era la unica forma de recobrar sus fuerzas despues de estar cinco años sin mover un dedo dentro de sus ataudes.

Sin embargo, de los cien prisioneros y guardias que ellos drenaron hasta la ultima gota, el ultimo interno de pie escapo de ellos siete saliendose de la carretera de la ruta y se interno en medio del bosque, corriendo como alma le lleva el diablo, sin tener una direccion pero solo queria alejarse de esas bestias mucha sangre con ojos rojos.

El interno de traje anaranjado corria en distintas direcciones para hacer zigzag, evitando que lo encuentren para que tenga mas tiempo de escapar y encontrar algo que lo ayude a defenderse o a alguien para que se ayuden mutuamente.

-¡Te voy a ganar, Antonia! -grito en alegria el Mikaelson menor hacia la nombrada. Ambos se habian dado cuenta del profugo y decidieron jugar a un juego de caceria para ver quien encuentra al profugo y gana el juego.

-¡Sueña con eso, Mikaelson! -tambien lo dijo gritando mientras reia y usaba su velocidad vampirico para encontrar mas rapido al prisionero.

El prisionero escucho los gritos por parte de dos de los cinco chupasangres que atacaron al cowboy penitenciario por completo y luego escucho las risas risueñas por parte de ambos vampiros, mientras que los tres restantes se encontraban con Freya, esperando que terminen de jugar al gato y al raton.

El hombre doblo hacia la izquierda corriendo con mas fuerza y tomo una rama para doblar a su derecha, pero fallo deslizandose para caer de cara al suelo pero eso no impedio que siga en la carrera de la muerte, volvio a trotar con rapidez saltando por encima de un tronco caido y corriendo ramas con sus brazos.

Apoyo la espalda contra un tronco, reanimando su respiracion y su corazon un poco, pegandose al arbol y quedandose inmovil.

-Lo admito, extrañaba estas cacerias -hablo Salvatore recordando cuando jugaba de la misma forma con Damon y Stefan. El profugo asomo su cabeza hacia atras para ver en donde se encontraban- Sin embargo... 

Cuanto menos se lo espero, la joven chica de cabello castaño y ojos claros se interpuso frente a el, viendo que sus labios y parte del escote de ella estaba manchado con sangre fresca, los ojos claros de ella veian al preso como un manjar exquisito.

-Nos estamos muriendo de hambre... -concluyo la frase, pero no de los labios de Antonia, sino que salieron de los labios de Kol- Asi que...

Ambos se miraron de forma complice con una sonrisa picara y acto seguido, se acercaron a su presa con velocidad de vampiro y atacaron su cuello, succionando la sangre con fuerza mientras el interno gritaba a todo pulmon, escuchandose en todo el lugar.

Los gritos llegaron hacia la carretera donde se encontraban los demas vampiros, succionando la sangre de los cadaveres sin vida, los Originales escucharon los gritos llegar a sus oidos mientras Freya pasaba entre los cuerpos sin vida y se acercaba a ellos tres.

-¡Por dios, ese si que grita fuerte! -exclamo Bekah con una sonrisa mientras tiraba un cuerpo sobre la demas pila de cuerpos en la tierra.

-Debio haber cantado opera, hubiera tenido un mejor final -acoto Mary Anne de forma divertida tirando otro cuerpo sobre la pila mientras Rebekah reia por su chiste.