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Kenma salía de su última clase al mismo tiempo que Hinata. Ambos cruzaron miradas y sonrieron a la vez. Kenma se acercó a este a paso rápido entre toda la multitud.

—Tengo más clases ahora... así que debo irme. ¡Quizás vaya a tu trabajo a comer algo en la tarde con alguien! —exclamó Hinata caminando en dirección a su próxima clase, que sería en veinte minutos más.

—Claro, te esperaré.

Kenma caminaba en dirección a la salida, encontrándose con Yamaguchi y Tsukishima hablando. El pecoso hablaba y hablaba hacia el rubio, mientras que este le miraba con calidez y ternura. Kozume se acercó a estos, esperando no interrumpir. No quería irse solo al trabajo.

—¡Kenma! ¿Recuerdas ese examen del que te hablé? Me fue muy bien.

—¿Si? Me alegro mucho, de verdad.

Tsukishima sonreía con levedad.

—¿Vamos? —preguntó acomodando su bolso a su lado.

—¡Sip! Adiós, Tsukki.

—Adiós.

...

Ambos chicos caminaban con tranquilidad hacia su trabajo, hablando de sus relaciones. Ambos la describen como si fuese la cosa más importante ahora mismo, aunque le causaba gracia a Kenma que aquel chico rubio tan amable y agradable fuese lo que conocía, una persona aburrida desde afuera y gruñona con la vida. Pero bueno, no podía juzgar realmente. No le conocía lo suficiente.

—Shoyo me dijo que vendría con alguien a la cafetería.

—Oh, ¿eso es bueno?

—Creo que sí... si me presenta a alguien es porque... ¿quizás soy importante para él?

Yamaguchi comenzó a pensar algunas cosas en su cabeza. Cosas que no le cuadraban.

—¿Sabes si es gay? —preguntó de repente.

Fue en ese lapso en que Kenma sintió que le tiraban un balde de agua fría. Nunca le había preguntado algo así, ahora estaba poniéndose nervioso. ¿Y si todo fue un malentendido? Si Hinata no le atraen los hombres y Kenma es el que se está ilusionando para nada.

—No lo sé...

Se preguntó si llevaría a su pareja a comer. ¿Tenía pareja si acaso? Sabiendo eso no sabría si podría trabajar en paz. ¿Por qué tenía que ser tan complicado todo? Sólo quería ser feliz con alguien. Él era una muy buena persona.

...

Como una tarde de trabajo normal, estaban recibiendo pedidos y haciendo bebidas tanto calientes como frías, mientras que sonaba por los parlantes "Rise" de Helena Deland. Kenma y Yamaguchi esperaban a sus chicos, uno más que otro. Yamaguchi estaba limpiando la mesa y los utensilios. Ya no habían tantos clientes, aquello le producía cierta extrañeza.

Se giró y vio a aquella cabellera rubia. No pudo evitar sonreír aunque ya se habían visto hace algunas horas. El chico alto se acercó a la caja, mirando en el mostrador algo para pedir.

—¿No vas a pedir tu rollo de canela? —preguntó curioso Yamaguchi, apoyándose en la caja para ver de más cerca al chico.

—Los rollos de canela ya me aburrieron. Quiero probar algo diferente, ¿qué me recomiendas?

Yamaguchi abultó sus labios pensativo, mirando la comida que tenían disponible.

—Pues... tenemos un cheesecake de tres leches y de fresa, también...

—No, que es lo que me recomiendas —no supo por qué, pero aquel tono de voz en el "tú" le hizo estremecerse.

—¡Pues...! Te recomiendo un café americano y un cheesecake de fresa.

—¿Algo muy amargo y algo muy dulce? —se quedó en silencio un rato, sacando su tarjeta para pagar—. Me parece una excelente combinación.

Yamaguchi rió un poco e hizo el pedido. Kenma le miró arrugando el ceño, como si estuviese disgustado por lo que veía. Algo que sorprendió a ambos es que había llegado Akaashi. Ese día no iba a trabajar.

—¿Qué haces aquí? Es tu día libre —preguntó Kenma.

—Sí, pero estoy necesitando un poco más de dinero —dijo colocando su delantal y arreglando su cabello un poco.

Al rato llegó Hinata con una chica tomados de la mano. Yamaguchi abrió sus ojos en grande, sabiendo lo que iba a pasar, pero no quería entrometerse mucho a lo que fue directamente a hacer el café de Tsukishima. Kenma se colocó en la caja con un semblante desanimado.

—Hola, Shoyo...

—¡Hola, Kenma! Esta es la persona que te quería presentar, es mi novia. ¡Se llama Kichi!

—Hola, ¿tú eres Kenma? Hinata me habla mucho de ti.

No sabía si alegrarse o ponerse triste por aquello.

Y para colmo, Kuroo había llegado detrás de ellos. Kenma tomó una bocanada de aire y sonrió.

—Son una muy linda pareja.

—¡Gracias! Ahora, ¿qué vas a pedir? —preguntó Hinata a Kichi.

—Pediré un frapuccino de dulce de leche, el grande.

Kenma anotó el nombre de la chica en el vaso, con un mensaje: "Ten un buen día". Luego tomó el pedido de Hinata, colocando la misma frase. Cuando estos se fueron, Akaashi comenzó a preparar las bebidas y Kuroo se acercó a la caja.

—Kenma...

—¿Qué? ¿Vas a pedir algo? —preguntó de mala gana.

—Quiero hablar contigo.

—Si no vas a pedir nada es mejor que te vayas, hay mucha clientela y ahora estoy trabajando.

Algunos clientes escucharon las palabras de Kenma, abriendo sus ojos con sorpresa ante la mala recepción. Kichi notó eso y Hinata también. No sabían muy bien lo que pasaba.

—¡Tsukki! —llamó Yamaguchi a su cliente, entregando el pedido—. Que lo disfrutes.

—Gracias.

Dejó unas cuantas monedas sobre la mesa, las cuales Yamaguchi tomó y las metió en su bolsillo.

—Siento si no es mucho, no tengo mucho efectivo.

—¡E-está bien, no te preocupes por eso!

—Lo pagaré de otra forma —aquella frase hizo que el ambiente cambiara radicalmente, dejando a un Yamaguchi un tanto confundido—, pero ahora debo irme. Tengo que atender algo sobre mi familia. Adiós, Yamaguchi.

—A-adiós, Tsukki.

Akaashi no sabía que acababa de pasar. Por un lado, había un corazón roto mientras que otro rebosaba de felicidad.

Strawberry Frappuccino ┊ TsukiYama.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora