Habían pasado unas cuantas horas desde que habían llegado. Una mucama le había dicho a Yamaguchi que en la noche había una especie de feria donde vendían recuerdos y hacían ciertas actividades, a lo que decidieron ir allí. Tsukishima no tenía muchas ganas de ir y Kenma tampoco.
Ya cuando estuvieron allí, se dividieron para ir a las cosas que les llamasen la atención. Yamaguchi iba con Tsukishima tomados de la mano, mientras miraban los puestos y las manualidades que las personas hacían, que eran realmente lindas.
Tsukishima vio un puesto donde había un señor vendiendo anillos de muchos colores, pero no eran de plásticos. Jaló a su novio con suavidad para guiarlo hasta el puesto, este sólo le siguió.
—¿Quieres que nos compremos anillos? —preguntó.
Las mejillas de Yamaguchi no tardaron en estar rojas.
—¿Cómo anillos de compromiso? —preguntó en un susurro mientras abrazaba el brazo del rubio. Tsukishima rió.
—Algo así... no pienses que te estoy pidiendo matrimonio.
Ambos rieron ante sus palabras y Tsukishima compró los anillos sin muchos problemas. Ambos eran negros y relucientes, por alguna razón habían salido bastante baratos. Yamaguchi no pudo evitar buscarle un significado especial a los anillos. Simplemente eran anillos.
...
Bokuto y Akaashi iban a paso muy lento. El peligris se quedaba alrededor de 10 minutos en cada puesto, pero no compraba nada. Realmente los vendedores se estaban aburriendo de hablar tanto y que su esfuerzo para vender su producto fuese en vano.
—¡Akaashi, mira! ¡Tatuajes de henna! —exclamó jalando la chaqueta de su novio.
—¿Quieres hacerte un tatuaje en la mano? —preguntó siguiéndolo.
—¡Deberíamos tatuarnos nuestros nombres en las muñecas! —exclamó sentándose frente a la señorita que tatuaba.
Akaashi sonrió amable, asintiendo con su cabeza.
...
Kenma y Kuroo solo caminaban sin hablar mucho. La verdad es que se estaba tornando un poco incómodo. El pelinegro miraba de vez en cuando a su acompañante, pero este tenía su mirada fija hacia adelante, ni siquiera miraba los puestos que estaban a su alrededor.
Parece que había sido mala idea haberlo llevado a la fuerza, realmente no quería ir.
—Perdón por haberte forzado a venir —se disculpó en más alto, metiendo sus manos a los bolsillos mientras abultaba sus labios.
—No importa.
—Creo que voy a ir a la orilla del mar —murmuró mientras se alejaba del menor.
—Yo volveré a la habitación.
Kuroo soltó un suspiro al ver como la silueta del otro se alejaba con rapidez.
¿Debería dejar de molestar a Kenma? Él sentía que sólo estorbaba, e incluso llegó a pensar que no le agradaba algunas veces. Se sentó en una banca que estaba a pocos metros de la arena, sintiendo como su vista de volvía un tanto borrosa. Pasó sus manos por sus ojos con rudeza. Escuchaba el sonido del mar y algunas voces que provenían de la feria.
—¿Estás solo? —escuchó una voz femenina cerca de él.
Abrió los ojos y se encontró con una hermosa mujer, la cual señalaba el espacio vacío a su lado. Kuroo asintió con su cabeza, sin entender que pasaba realmente.
—¿Puedo sentarme? —el pelinegro asintió nuevamente.
¿Por qué una mujer se sentaba a su lado? Al lado de un desconocido... realmente era el peor momento, y no tenía ganas de hablar con nadie. Quería estar solo.
—¿Quien es usted? —preguntó, intentando parecer amable.
—Puedes llamarme Ryoko.
—Le pregunté quién era, no su nombre.
La mujer alzó su ceja, curiosa.
—Vivo cerca de aquí.
...
No supo en que momento se encontraba tomando una bebida con la mujer que acaba de conocer. Llegó a pensar en que realmente debería dejar de lado a Kenma de manera amorosa, y comenzar a interesarse en aquella chica que acababa de conocer. Lo poco que la conocía, se veía que era una muy buena persona.
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Strawberry Frappuccino ┊ TsukiYama.
FanfictionYamaguchi es un universitario y barista en Starbucks. Vive con sus amigos Akaashi y Kenma. Un día, le piden hacer un frapuccino de fresa y cae enamorado ante su cliente. ▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃ ↠ Capítulos medianamente cortos. ↠ Pareja principal: Tsuki...