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En la universidad donde estudiaban los jóvenes, les habían dado tres semanas de vacaciones. La verdad es que algunas veces se sentían un tanto agotados por todos los exámenes y las horas extras estudiando, además de los que trabajaban. Yamaguchi, Akaashi y Kenma se pidieron una semana de vacaciones en su trabajo. Su jefe no dudó en dárselos ya que eran buenos chicos, también merecían unas vacaciones.

Yamaguchi mientras navegaba por internet, se encontró con un resort en la playa, en la cual había una oferta, es decir, era más barato de lo que era. Pensó en que tal vez debería ir con Tsukishima, su novio, pero por otra parte se sentía mal dejar a sus amigos solos así que les dijo y todos aceptaron, uno con más facilidad que otro.

Tsukishima era el conductor asignado, además era el único que sabía conducir y tenía auto del grupo así que no tenían mucha opción, aunque su auto no era lo suficientemente grande para que entraran todos, a lo que tuvieron que arrendar un auto más grande también para poder llevar su ropa. El rubio pensaba en que tan bueno era su novio para traer a sus amigos a aquel viaje, ya que él siempre preferiría estar solo con él a que estar con sus otros amigos.

No es que no les agraden —o quizás sí—, es sólo que sus personalidades a veces no encajaban. A veces sí, aunque eso pasaba cuando los astros se alineaban.

Yamaguchi estaba echando su ropa a una pequeña maleta, intentaron llevar la menor cantidad de objetos ya que si bien, el auto era más grande, no había tanto espacio en el maletero. Kenma entró a su habitación.

—¿Tengo que llevar traje de baño? —preguntó con una expresión de disgusto.

—¡Claro que sí! Vamos a ir a la playa y probablemente nos metamos al mar así que deberías llevarlo.

—Pero alguien tiene que quedarse cuidando las cosas... —murmuró.

—Podemos hacer turnos. Además lo más probable es que Kuroo te lleve al mar a la fuerza así que...

Kenma soltó un sonido de queja yendo a su habitación. Yamaguchi no pudo evitar reír.

...

Tsukishima ya había recogido a Bokuto y Kuroo, lo cual fue una tortura en el trayecto del segundo hacia la casa de su novio, no paraban de hablar del viaje y todo lo que harían.

Ya cuando estuvieron allí el rubio fue el primero en bajar. Tocó la puerta de la casa y a los segundos abrió Akaashi. Este saludó sonriendo con levedad y entró. Finalmente metieron todo el equipaje en el maletero y fueron en dirección a la playa.

—Tsukki, ¿has conducido trayectos largos? —preguntó Yamaguchi, colocándose el cinturón de seguridad.

—No, nunca he conducido a un lugar tan alejado, pero no creo que sea tan terrible.

—De todas maneras, si te sientes cansado podemos detenernos un rato...

Tsukishima le miró con calidez y asintió con su cabeza.

Amaba cuando se preocupaban por él. Y más si era su querido novio.

...

Luego de unas 3 horas conduciendo sin parar, llegaron al resort. Estacionaron el auto donde correspondía y fueron a la recepción para anunciar su llegada. Habían pedido tres habitaciones con camas matrimoniales, así era la promoción. Tsukishima y Yamaguchi en una, Bokuto y Akaashi en otra y Kuroo y Kenma en otra también.

Lo primero que Tsukishima hizo al entrar a la habitación, fue acostarse en la cama, la cual era muy cómoda y blandita. Yamaguchi se acercó a él sin antes cerrar la puerta de la habitación, y así acarició su cabello.

—¿Te duele algo? —preguntó con cierta preocupación.

—Tadashi, solamente conduje pero sí estoy algo cansado. Necesito dormir un poco.

El pecoso soltó un suspiro, aún haciendo caricias en su cabello. Seguidamente comenzó a sacar la ropa de las maletas para colocarla en los cajones que habían, realmente habían escogido un buen resort. Salió al pequeño balcón que este poseía, el cual tenía vista a la playa y por ende, al mar también.

Sentía como el aire era completamente diferente al de la ciudad. Nunca pensó que iría a la playa con su novio y sus amigos. Esperaba pasarla realmente bien.

Por parte de Bokuto y Akaashi, el pelinegro se dedicó a guardar la ropa también, mientras que el peligris estaba mirando todas las cosas que tenía la habitación.

—¡Akaashi, tenemos bebidas gratis! —exclamó al ver la nevera con bebidas.

El nombrado rio por la emoción de su novio. Era tan tierno.

Por otro lado, lo primero que hizo Kenma fue acostarse en la cama a mirar su teléfono móvil. Kuroo hizo lo mismo, aunque solamente miraba el techo y las lindas vistas por el balcón que tenían.

—¿No te molesta dormir contigo?

—Siempre hemos dormido juntos, Kuroo. No me molesta.

El pelinegro soltó una carcajada levantándose y saliendo de la habitación a quién sabe donde.

Kenma le miró solamente para luego salir al balcón. Mucho viento. Volvió a entrar y cerró la puerta corrediza, para volver a la cama.

Strawberry Frappuccino ┊ TsukiYama.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora