Esa misma tarde en la que Akaashi fue a cenar con los padres de su novio, Kenma y Kuroo estaban en el sofá. El mayor miraba al menor como jugaba. No entendía muy bien lo que estaba viendo, pero estaba en el regazo de su novio, y era todo lo que quería.
—¿Cuándo vas a dejar de jugar? —preguntó en un quejido, levantándose del sofá para estirar sus extremidades.
Fue en ese entonces en que su camisa se levantó, dejando ver parte de su abdomen. Kenma por coincidencia miró allí y sintió sus mejillas calientes; rápidamente desvió su vista hacia el televisor. Kuroo notó aquello y no pudo evitar reír.
—¿Quieres hacer algo en especifico? —preguntó el más bajo, colocando pausa a su videojuego.
—La verdad es que sí.
Dichas aquellas palabras, nuevamente se sentó en el sofá y tomó con lentitud el mando de Kenma para dejarlo en la mesa dentro. Este solamente se dejaba hacer por lo que hacía el mayor.
Las manos de Kuroo se dirigieron a la delgada cintura de Kenma, metiéndolas por debajo de aquella sudadera negra que siempre solía vestir. El menor no pudo evitar sentir escalofríos, se acomodó en el sofá, quedando bajo el musculoso cuerpo del pelinegro. Llevó sus manos hacia los hombros ajenos, para luego darse cuenta que Kuroo besaba su cuello.
—¿Estás bien? —preguntó Kuroo, separándose un poco para mirar a los ojos al más bajo.
—Sí. Kuroo, ¿quieres tener sexo, acaso? —preguntó de golpe.
Kuroo sintió sus mejillas calientes. ¿Por qué tenía que ser tan directo algunas veces?
—No exactamente... —Kenma le miró con una ceja elevada, curioso.
Se apoyó con sus brazos para mirarlo.
—¿Entonces qué?
—¿Por qué tienes que ser tan quejón? Sólo le estoy dando besos a mi novio, ¿está mal?
Kuroo siguió con lo suyo, repartiendo besos por el rostro de Kenma, además de sus labios claramente. Kenma soltó un suspiro, llevando sus manos hacia los pómulos ajenos, acariciando estos para luego acariciar su nuca. Kuroo sintió un escalofrío.
—¿Vamos a tener sexo? —preguntó Kenma nuevamente.
—¿Quieres hacerlo? Tampoco es como si llevásemos muchos días siendo novios...
—¿Realmente importa? —preguntó mientras movía a Kuroo de encima suya.
Se quedaron mirando por algunos segundos. ¿Realmente iban a hacerlo?
—No quiero tener sexo aún —dijo Kuroo acomodándose en el sofá.
Kenma le miró atento.
—Sigue siendo raro que estemos juntos siendo que hemos sido amigos durante tanto tiempo...
Kenma no pudo evitar soltar una carcajada, en realidad le había hecho mucha gracia ya que él sentía lo mismo algunas veces. Kuroo le miró algo extrañado, pero luego lo acompañó con su risa.
—A mí también me pasa eso... sigue siendo algo raro que tengamos una relación así, ¿sabes? —murmuró Kenma mirando a los ojos ambarinos del contrario.
—De todas maneras... es cosa de acostumbrarse... creo.
—Estoy haciendo lo posible para acostumbrarme.
—No te sobre exijas.
Kenma se levantó del sofá y apagó su consola de videojuegos, acto seguido fue donde el mayor para sentarse en su regazo. El pelinegro le miró con ternura y no pudo evitar abrazarlo por la cintura, dejando su cabeza en su pecho. Kenma llevó sus manos hacia los cabellos despeinados de Kuroo, haciendo caricias en este.
—Te quiero, Kuroo.
El nombrado sonrió interiormente, y abrazó con más fuerza al menor.
—Yo también te quiero, Kenma.
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Strawberry Frappuccino ┊ TsukiYama.
FanfictionYamaguchi es un universitario y barista en Starbucks. Vive con sus amigos Akaashi y Kenma. Un día, le piden hacer un frapuccino de fresa y cae enamorado ante su cliente. ▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃ ↠ Capítulos medianamente cortos. ↠ Pareja principal: Tsuki...