Capítulo 15: Irracional

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Sheldon

—No, Shelly. Estás confundiendo lo que dije. No comprendiste lo que te quise decir.

Me siento algo perplejo. ¿Cómo es eso que confundí lo que Leonard dijo? Es obvio que soy un gran amigo para él y por eso quiere hacérmelo saber. Y, si no es eso, ¿entonces significa que no le agrado a mi Leonard?

Vaya, otra vez esta nueva manía de pensar en Leonard como «mi Leonard». ¿Cuándo irá a quitarse?

—Si no comprendí lo que quisiste decir, entonces ¿qué quisiste decirme, Leonard?

—Yo… —Leonard tiembla; parece preocupado y temeroso, como si estuviese a punto de darme una mala noticia. Yo coloco mi mano derecha en su hombro como una especie de apoyo emocional y sobo un poco tratando de calmar sus nervios.

—¿Tú…? —dudo, queriendo que él de una vez termine su oración.

—Yo c-creo que tengo… sentimientos románticos hacia ti, Sheldon.

¿Qué…? ¡¿Qué?! ¡¿«Sentimientos románticos»?!

—¿Eso significa… que estás… enamorado de mí? —pregunto con nervios. Siento mis ojos humedecerse.

—S-sí.

¿Cómo es posible? ¡Esto no puede estar ocurriendo! ¡Leonard es mi mejor amigo! Además, a él no le atraigo; a Leonard le atraen las mujeres con características físicas opuestas a las mías. ¡Jamás me mencionó que le gustan los hombres!

—Pe-pero… ¿cómo? Pensé que… Yo creí que tú…

No puedo ni formular una pregunta real y solo balbuceo incoherencias. Esto me está afectando, y no para bien.

—Lo sé, yo también estoy sorprendido —comunica él.

¡Maldición, Leonard! ¡¿Por qué tenías que enamorarte de mí?! ¡Esto arruinará toda nuestra amistad! ¡Los amigos no pueden tener relaciones románticas y las parejas románticas no pueden ser amigos! ¡Esa es una cuestión de lógica!

No quiero perder a mi mejor amigo. Es lo último que quiero ahora.

—¿De-desde cuándo te… gusto? —indago. Me interesa mucho saber desde cuándo Leonard me ha estado ocultando sus sentimientos románticos. ¿Es que acaso lleva más tiempo así del que sospecho? ¿Y si está enamorado de mí desde que me conoce? ¿Eso querría decir que Leonard siempre me ha visto con «otros ojos»?

—Yo… no lo sé. Tal vez un par de días, o semanas, o… meses.

—¡¿Meses?!

—¡No lo sé, ¿de acuerdo?! ¡Me-me es difícil dejar en claro mis sentimientos conmigo mismo, y me es mucho más dificultoso aclarártelos a ti!

—¡Vaya, eso se nota! ¡Apenas ayer dijiste que te gustaban las mujeres rubias con piel clara u oscura, bajitas y con ojos castaños; y hoy, de la nada, te gustan los hombres de piel pálida, altos y con ojos azules! ¡En verdad que tienes gustos cambiantes, Leonard!

—¡Solo lo dije por decir! —Su voz se escucha impostada y severa—. ¡Además, no me gustan todos los hombres con tus características físicas, Sheldon! ¡El único hombre que me atrae eres tú, compréndelo!

—¡No! ¡No quiero comprenderlo! —Me levanto de mi asiento y apunto a Leonard—. ¡No puedo ni quiero comprender que yo te atraiga! ¡¿Qué hice para que te enamoraras de mí?! ¡¿Acaso te insinúe por accidente, te envié un mensaje erróneo o algo así?!

—¡No, por supuesto que no! —replica él, recuperando su terror—. ¡Fui yo, ¿okey?! ¡El sentimiento románico viene de mí y solo de mí!

—¡¿Por qué?! ¡Solo dímelo, Leonard! ¡Deseo comprender el porqué!

—¡No lo sé! ¡Sheldon, el amor no es una ciencia! ¡A veces, no puedes explicar por qué te enamoras de alguien y no de alguien más! ¡El corazón escoge a quien el corazón prefiera! ¡Las cosas solo ocurren así, sin explicación!

—¡Eso no tiene sentido alguno! —No noté cuándo empecé a llorar, pues mis mejillas se sienten mojadas debido a mis lágrimas. Detesto esto, pues solo hace notar mis sentimientos de dolor y de debilidad—. ¡Todo en el universo tiene una explicación! ¡Y, si en verdad es solo un estúpido capricho de tu corazón el que te dice que tienes que estar enamorado de mí, entonces tan solo ignóralo y seamos amigos como lo éramos antes!

—¡Yo…! —Leonard suspira. Algo me dice que él ya no parece seguir queriendo gritar—. No puedo hacer eso, Shelly —añade en un leve farfullo.

Yo, por mi parte, tomo una toalla de papel y limpio mis mejillas y mis lagrimales, pasando por mis humedecidos párpados.

Creo que en realidad siento que mi corazón duele.

—No quiero dejar de ser tu amigo, Leonard. —Me dirijo hacia la puerta y la abro. Veo una última vez su mirada dolida y digo—: Y no quiero estar contigo si no puedo seguir siéndolo.

Cierro la puerta detrás mío, me deslizo por la superficie y termino en el suelo. Llevo mis manos a mi rostro y escondo mi cabeza entre mis piernas mientras las lágrimas vuelven.

—¿Señor Cooper? —me pregunta un enfermero, o un doctor, no estoy del todo seguro.

Yo me levanto del piso y me alejo lo más posible de la habitación de Leonard. Mis lágrimas siguen cayendo por mi rostro hasta terminar en el suelo gracias a la gravedad.

Al menos eso sí puede explicarse de forma científica, no como los estúpidos sentimientos de Leonard.

Me veo a mí mismo en la oscura calle, buscando cualquier transporte que pase por mi apartamento.

Ahora, siento que todo el trayecto desde la calle hasta mi hogar no fue más que un simple sueño o una alucinación; y me encuentro acostado en mi cama, mojado de la cabeza a los pies.

¿Cuándo comenzó a llover?

Ya no puedo ni llorar, pero el sentimiento de tristeza sigue ahí.

Pienso en Leonard, mientras que las palabras «pareja», «relación», «romántica», «amor», «sentimiento», entre otras, pasan por mi cabeza como ráfagas de luz estelar.

¿Qué hacen con normalidad las parejas románticas? Pasean tomados de las manos, se besan en las mejillas y en los labios, toman helado juntos, duermen en la misma cama, se dan caricias, son honestos con respecto a sus sentimientos…

¿Por qué ahora dudo de mis propios sentimientos hacia mi amigo Leonard?

¿Por qué es tan fácil imaginarme a mí y a Leonard haciendo todo eso?

¿Por qué pensar en él como pareja me hace sentir aun mejor que pensar en él como mejor amigo?

N/A: Vamos ya por la mitad del fanfic, mi gente.

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