Universo alternativo ꨄ︎ Shelnard ꨄ︎

Epílogo: Sublime

Sheldon

¡Esto no puede estar pasando!

Me veo al espejo y miro a un hombre aterrado. Un hombre alto, agraciado, sumamente listo y en un bello atuendo blanco; pero aterrado a fin de cuentas.

—Tranquilo, Sheldon —comunica Rajesh—. Es normal que estés asustado. —¡Demonios! No contaba con que se me notase tanto—. Creo que todos lo están el día de su boda.

Así es: hoy es el día de mi boda con Leonard.

Ya tendría que haber salido hace quince minutos, pero sigo aquí, viéndome al espejo.

Tengo miedo, y por eso no me he atrevido a salir.

—Sheldon, Leonard te ama. Siempre ha sido gentil, atento, cariñoso y comprensivo contigo. ¿Te gustaría al menos decirme a qué le tienes miedo?

No es a mis familiares ni a los de Leonard, pues, aunque mi madre se vio muy histérica e inconforme al principio, luego pareció aceptar nuestra relación. Quizá no comprenderla, pero sí aceptarla. Por otro lado, los padres de Leonard actuaron como si no hubiese sido una sorpresa, pero, después, al analizar mejor la información, se mostraron perplejos.

Tampoco es a nuestros amigos, o colegas de la universidad, porque ellos han demostrado ser inclusivos con nosotros. No nos han discriminando nunca (desde lo ocurrido con Barry Kripke, pero eso es tema aparte).

Y no es miedo a arruinarlo todo, porque me tengo bien memorizados los votos matrimoniales y me sé cada paso al pie de la letra.

—Yo… no sé a qué le tengo miedo.

—Oh, vaya… —musita.

Leonard

—Oye, tranquilo. Sheldon es impredecible: así ha sido siempre. Quizás haya huido en un tren, o quizá vuelva en dos minutos. ¡No hay manera de estar seguros!

—Uau. Esa fue una muy gran ayuda, Howard. —Creo que es más que obvio que mi comentario estaba cargado de sorna y de sarcasmo.

Antes, sentía envidia de Howard.

Verlo enamorarse, progresar e incluso contraer matrimonio con Bernadette me hacía pensar en las casi nulas posibilidades de que Sheldon y yo hiciésemos lo mismo, o algo similar por lo menos.

Es decir, ellos se conocieron por mucho menos tiempo que Sheldon y yo, pero eso no pareció afectarlos.

Por instantes, llegué a pensar que mi relación con Sheldon no perduraría.

No quiero volver a pensar en eso. Veo en frente mío a mi madre. Ella no es una mala mujer, puesto que ella y yo pudimos resolver nuestras diferencias. Jamás pensé que se mostraría tan colaborativa conmigo el día de mi boda.

A un lado, veo a la madre de Sheldon. Siento que solo con verla a los ojos recibo un pasaje de ida directa al Infierno, con un cuarto de hotel y servicio a la habitación incluidos.

Trago saliva.

Sheldon

—¿Estás seguro de eso? —cuestiono incrédulo.

—¡Claro! Es muy común que alguno de los integrantes de la pareja sienta indecisión al momento anterior de su boda sin comprender el motivo. ¡Pero eso no quiere decir que no ame a esa persona; tan solo quiere decir que tiene nervios de no ser lo suficiente para aquella persona especial!

Creo que Raj solo dice sinrazones.

—Viste eso en alguna de esas tontas películas románticas que tanto te gustan, ¿no es así?