Universo alternativo ꨄ︎ Shelnard ꨄ︎

Capítulo 18: Flores

Leonard

Siento que, al fin, luego de la noche anterior entera y todo el día de hoy, estoy a punto de quedarme dormido de una buena vez.

Sería una completa y total desgracia que alguien me molestara ahora.

Toc toc toc.

—Leonard. —Toc toc toc—. Leonard. —Toc toc toc—. Leonard.

Ja. Tal vez mis signos vitales se detuvieron y ahora estoy en el Infierno.

—Sé que eres tú, Sheldon. —Apenas hablo, Sheldon se auto-invita a pasar—. Jamás dije «pase» —rechisto incorporándome, frotándome los párpados y colocándome mis gafas.

—¿No querías que lo hiciera? —indaga él. Puedo vislumbrar un racimo de flores en sus manos.

Quiero que me den igual las flores, pero, al detallarlas, me doy cuenta de que son las mismas del patio del hospital.

—¿Te robaste esas flores? —cuestiono. ¿Cómo se le ocurre…?

—Ay, por supuesto que no. —Él se sienta al lado mío. Yo lo veo aún incrédulo—. ¿Eso no es ilegal o algo así? —Sheldon arquea sus cejas, con curiosidad más que con enojo diría yo—. Quise comprar estas flores para ti, como una muestra de afecto. Quería… disculparme… —musita.

Parpadeo incrédulo. ¿Acaso acabo de oír eso?

—Sé que es un convencionalismo social que ya he ejecutado, y sé que puede ser interpretado de… diversas formas. —Da una pausa. Desde que ha entrado al cuarto no me ha mirado a los ojos—. Pero, ya que tanto tú como yo nos sentimos cautivados por las flores del hospital, pensé que sería una manera simbólica de pedir tu perdón y…, quizá, recuperarte.

¿Sheldon en verdad desea recuperarme? ¿«Recuperarme» en cuál sentido?

Vaya que ahora siento culpabilidad.

—Descuida, Sheldon —le hablo en un leve susurro—. Soy yo quien debería disculparse. —Suspiro y añado—: No consideré todas las posibles reacciones de tu parte al admitir mis sentimientos, y… fui egoísta. No tomé en cuenta lo mucho que aprecias nuestra amistad, y poco me importó arrojarla por la borda. De nuevo, te pido que me disculpes.

—¿Eso significa que… aún somos mejores amigos?

—Aunque hayas aceptado ser mi pareja romántica, hubiésemos seguido siendo mejores amigos.

—Pues…, yo aún no he dado mi respuesta a tu propuesta de una relación romántica.

¿Qué? ¿Eso qué significa? ¿Qué es lo que quiere darme a entender? ¿Hasta dónde pretende llegar?

Oh, Sheldon, si tan solo pudieses verme a los ojos; tal vez así pueda comprender un poco más qué es lo que en realidad sientes.

—¿Qu-qué tratas de decir con eso, Shelly?

—Que, luego de pensarlo por todo el día de ayer, y el transcurso del día de hoy, he estado considerando aceptar tener una relación romántica contigo.

Oh, vaya. ¡Oh, cielos! ¡Oh, cielos! ¡¡¡Oh, cielos!!!

—Y… ¿ya tomaste tu decisión? —cuestiono.

Esto es increíble. ¡Consideró ser mi pareja!

—Bueno…; ya que ahora sé que podremos seguir siendo mejores amigos, y te conozco lo suficiente como para saber que eres apto para una relación romántica, además de que estoy consciente de que jamás te aprovecharías de mí en ningún sentido; supongo que puedo aceptar tener una relación romántica… contigo, Leonard.

—¡Sheldon, esto es maravilloso! —me alegro, sujetándome con fuerza a su cuerpo y abrazándolo como nunca antes.

¡No puedo creerlo! ¡En verdad me aceptó!

—Oh, un abrazo… —cuchichea él; suena algo incómodo—. Admito que sería la forma más adecuada de dar un inicio a este tipo de relaciones, aunque hubiese preferido una muestra de afecto sentimental más que físico.

Cuando termina de quejarse, Sheldon me rodea un tanto con sus brazos y me da unas cuantas palmadas suaves en la espalda. Yo viro los ojos y sonrío. Ya tendré tiempo para enseñarle a demostrarme afecto, negociar y llegar a un punto medio con él.

Decido que es suficiente y nos soltamos. Miro las flores a mi lado, las tomo y las huelo.

Sigo sonriendo.

—Son hermosas, ¿no es así? —dice.

—Son perfectas.

Del otro lado de la habitación, vislumbro el búcaro con las flores que Sheldon me regaló cuando apenas estaba entrando al hospital. Él mira en la dirección que yo observo y es como si leyese mi mente.

Dirijo mis ojos hacia los suyos y él reacciona, viéndome también. Vuelvo a sonreír.

Sheldon se levanta. Sujeta el florero en sus manos y regresa.

—Estas ya están súper marchitas. —Toma las flores viejas y las tira en una papelera. Va al baño y escucho que abre el grifo. Cuando Sheldon vuelve, el florero ya tiene suficiente agua en su interior. Agarra las flores nuevas de mis manos y las coloca en la vasija—. Listo. Esperemos que esta vez duren un poco más.

Él lo coloca al lado mío; así podré seguir viendo las flores al despertarme.

—Volviendo al tema, tengo unas cuantas condiciones a esto de… tener una especie de relación romántica.

Debí suponerlo.

—Bien, te escucho.

—Ya que esto no afectará nuestra amistad, pero que aun así nos traerá cambios rutinarios, me gustaría que vayamos alterando nuestro comportamiento el uno con el otro de la manera más lenta y sistemática posible. Lo último que quiero ahora son cambios repentinos, abruptos y molestos.

Yo me alzo de hombros, frunzo los labios, subo las cejas, lo miro y digo:

—¿Alguna otra condición?

—Sí. Gracias a que tenemos un acuerdo de cohabitación, el cual nos conviene y establece normas y reglas para nuestra convivencia social amistosa, me pregunté a mí mismo si no estaría bien hacer un acuerdo también en el caso de que aceptes mi contra-propuesta para una relación romántica.

—¿En serio? —pregunto impresionado. ¿Cuándo lo habrá pensado y cómo se le ocurrió algo así?

—Sí. Y mira —dice sacando una pila de papeles de una mochila que trajo al entrar—, ya hice el primer borrador. Mañana buscaré mi P.C. portátil y podré pasarlo en limpio. Haré un archivo DOC y luego, después de que realice una revisión ortográfica y una gramatical, lo convertiré en un PDF y lo imprimiré.

Vaya. En verdad pensó en todo.

—Cuando lo firmes, seremos una pareja oficial.

—Y tendré que leer todo eso…, como cuando firmé el acuerdo de cohabitación…

—¡Exacto!

«Genial…», reflexiono de forma irónica. Esto me trae tantos recuerdos…