Universo alternativo ꨄ︎ Shelnard ꨄ︎

Capítulo 21: Sacrificio

Sheldon

Cuando Leonard terminó de firmar los papeles, le ayudamos a acompañarnos y nos fuimos del hospital en el auto de Raj.

Ahora, acabamos de subirnos, y no puedo esperar a iniciar alguno de los juegos que hacíamos Leonard y yo para que los viajes fueran entretenidos.

—Muy bien, tengo una pregunta: ¿En qué año se hizo explotar la primera bomba de fisión?

—¡Oh, yo sé! ¡En 1945! —berrea Rajesh.

—¡Raj, esa pregunta era para Leonard! —le reclamo.

Él parece molesto, puesto que me grita:

—¡Pero tú no dijiste eso!

—Sheldon, puedes dejar que nuestros amigos respondan.

—No —reprocho cruzándome de brazos y desviando la mirada—. No quiero.

Escucho que Leonard suspira. Esto no me gusta. Pensaba que, cuando Leonard se recuperase y le dieran de alta, todo volvería a la normalidad, pero las cosas cambian. Él no parece tener ningún problema, y ya está acostumbrado a convivir con Howard y Raj, pero… yo no.

No han pasado ni diez minutos y ya extraño cuando pasábamos el tiempo a solas Leonard y yo.

Miro hacia la ventana, mientras creo que así podré concentrarme en mis pensamientos lo suficiente hasta que llegáramos al apartamento, pero cuando veo a través del vidrio me doy cuenta de que estamos a pocos metros de estacionarios.

Mis amigos se desabrochan los cinturones, así que hago lo mismo y todos nos bajamos. Coloco a Leonard con cuidado en su silla de ruedas y nos adentramos.

Raj se acerca al ascensor, pero ve la cinta que le prohíbe pasar y acata la orden.

—¿Aún no arreglan el elevador?

—No; y parece que tardarán mucho en repararlo —contesta Leonard.

Los cuatro vemos las escaleras y Howard, Raj y yo soltamos un suspiro de frustración al unísono.

—Parece que tendremos que subirte por los escalones, Leonard —habla Wolowitz, aclarando lo obvio.

—Sí…, así parece.

—Bien, dejen de parlotear y háganlo —establezco.

Los dos me miran con el ceño fruncido y yo no entiendo por qué parecen estar enfadados. Si van a ayudar a su amigo, entonces que lo hagan y no se quejen.

Ambos toman un lado de la silla de ruedas de Leonard y comienzan a subir con mucho esfuerzo, inclinando primero hacia atrás, después avanzando hasta apoyarse en el escalón superior y luego elevarlo hacia este.

Cuando van por el quinto escalón, Leonard me dirige la palabra:

—Sheldon, no deberías de ser así con nuestros amigos. Por favor, intenta ser más amable.

Yo no contesto. Soy amable con ellos, pero ellos no estuvieron con Leonard todas las noches desde que él tuvo el accidente; fui yo. Cuando apenas llegamos al primer piso, Howard se apoya contra la pared y Rajesh se sienta en el suelo. Ambos están resoplando por el cansancio mientras abundantes gotas de sudor se deslizan de sus frentes.

—Necesitan hacer más ejercicio —les recomiendo—, porque no parecen estar en las mejores condiciones.

—Raj, tú y Sheldon subirán el siguiente piso; Sheldon y yo el tercero.

—¡¿Qué?! ¡¿Por qué no continúan ustedes dos?!

—¡Porque los tres somos amigos de Leonard! —grita Raj—. ¡Todos debemos ayudarlo!