Capítulo 14: Decisión

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Leonard

¡Cielos! ¡Cielos! ¡Cielos!

Necesito mi inhalador. ¡¿Dónde demonios está mi inhalador?!

Oh, cierto, al lado de la camilla.

Tomo el inhalador, llevo la boquilla hasta mis labios, presiono el mecanismo superior y aspiro.

Bueno, eso calmó un poco mi hiperventilación, pero no mis nervios.

Aún no puedo creer que haya decidido confesarle mis sentimientos a Sheldon esta noche.

El saber que existe una pequeña —¡muy pequeña!— posibilidad de que a mi Shelly le gusten los hombres me dio unos inmensos ánimos y, luego de pensarlo mucho todo el día, me decidí por decírselo cuando venga.

Me siento tan entusiasmado, pero a la vez aterrado.

¡Si está a solo media hora aproximada de venir!

Demonios. Creo que estoy empezando a dudar.

¡No! ¡No debo sentirme inseguro! ¡Yo ya me decidí!

Debo decírselo. Tengo que ser honesto con él. Sé que es improbable, pero hay una pequeña —¡demasiado pequeña!— posibilidad de que él me acepte. Y, quizá, si no se lo digo, me arrepienta toda mi vida de no haber sido honesto.

Claro que tengo tiempo, pues Sheldon no tiene pretendiente alguno —además de mí—, así que dudo que alguien se interponga entre él y yo de la noche a la mañana.

Sheldon ha sido bastante atento conmigo, más que Howard y Raj para ser honesto. Se ha quedado durmiendo a mi lado todas las noches, me ha traído la cena, hemos charlado, también visto televisión y jugado videojuegos. Él me ayudó a caminar y se alegró por mí. ¡Es obvio que tiene sentimientos hacia mí!

Aunque esos sentimientos no tengan por qué ser románticos, eso no impide que, tal vez, en un futuro no tan lejano, él pueda enamorarse de mí.

¿En verdad me veo a mí mismo en un futuro con Sheldon? ¿En un futuro «no tan lejano»? ¿Y qué hay de un futuro un poco más lejano? ¿Él seguiría estando enamorado de mí? ¿Seríamos una pareja «oficial»? ¡¿Nos casaríamos?!

Uau. Jamás me imaginé a Sheldon y a mí casándonos. Eso suena tan maravilloso como inquietante.

Escucho la puerta rechinando. Separo mis párpados y dirijo mis pupilas hacia la entrada de mi habitación. Suelto un duradero suspiro de alivio al ver a Rosemary apoyada en el marco.

—Señor Hofstadter, ¿no desea la cena? Es algo tarde y su amigo parece haberse tardado.

—N-no, gracias, enfermera Rosemary. Sheldon me envió un texto hace quince minutos y dijo que el tráfico estaba atestado, pero que…

—Oh, ¿sabe qué? Olvídelo; aquí viene su amigo. —Ella sale y Sheldon entra, con una caja de pizza en sus manos.

—¡Hola, Leonard! —Se apresura en sentarse junto a mí. Yo estoy tan ansioso que siento cómo mi cuerpo está temblando—. Tenemos suerte, la pizza aún está caliente.

Él abre la caja y mis fosas nasales se deleitan por el delicioso olor.

—Este lado —dice apuntando hacia la izquierda de la pizza—, es el mío; y este —habla ahora apuntando al lado contrario— es el tuyo, porque es queso de tofu, pero no te preocupes. Dijeron que sabe igual al queso común y corriente.

De inmediato, separa ambos lados; teniendo precaución de no quemarse. Sin esperar ni un segundo más, Sheldon se lleva el primer pedazo a la boca y lo muerde con desespero.

—¿Qué pasa? ¿No tienes hambre?

—¿Uh? ¡Oh, sí! —afirmo, tomo un pedazo de mi lado y le doy un bocado.

Quién sea que haya dicho que esto sabe a queso de verdad se equivocó.

—Sheldon, ha-hay algo importante que quisiera decirte y…

—¿Justo ahora? —pregunta cambiando los canales mientras come, una actitud no muy típica de él—. Estoy algo apurado, Leonard. Creo que ya comenzó Firefly.

—¿Ah, sí? —Me siento decaído. ¿Cómo se me ocurre intentar confesarle mis sentimientos románticos justo el día y a la hora que dan su programa favorito?

—¡Oh, demonios! ¡Empezó hace catorce minutos!

Quedo callado mientras Sheldon hace su rabieta. Cuando puedo pensar con más claridad, me doy cuenta de que esto es bueno. Quiere decir que son catorce minutos menos de espera para poder confesármele.

Supongo que solo me queda aguardar con él. Pasa el tiempo y me siento tan inmerso en la trama del capítulo que olvido lo que tenía planeado hacer. Cuando ambos vemos los créditos ya hemos acabado con la pizza.

—¿Y bien, Leonard? ¿Qué era eso tan importante que querías decirme, tan importante que no parecía poder esperar a que terminara Firefly?

Trago fuerte. Siento que todo el universo se derrumba, se destruye y se reconstruye, como si un segundo Big Bang ocurriese alrededor mío.

—Yo… Bu-bueno, quería decirte que…

Mi respiración se acelera. Mis manos tiemblan. Mis pies sienten frío. Mi cabeza da vueltas. Mi corazón está tan acelerado como una batería en una banda de speed metal.

—¿Te sientes bien, Leonard? Sudas como si estuvieses corriendo una maratón.

¡Oh, ya se dio cuenta! ¡Vamos, solo tengo que decírselo!

¿Qué es lo peor que podría ocurrir?

—¡Sheldon, me gustas! —grito.

Cierro mis ojos y mis pulsos se aceleran tanto que ya ni siquiera puedo sentirlos. Mi cuerpo se siente frío y mojado. Mi cerebro cree que mi pecho está abierto, pero, incluso así, no siento dolor.

—Oh, bueno. Tú también me gustas, Leonard.

Abro mis ojos con impresión y miro a Sheldon. Sonrío de la manera más sincera en toda mi vida.

—¿En verdad? ¡¿Lo dices en serio, Shelly?! —vocifero, sujetándome a sus antebrazos y acercando mi rostro al suyo para encontrar honestidad en sus irises azulados.

—Eh…, por supuesto —informa él. Se ve algo incómodo—. Eres mi mejor amigo, Leonard. Por supuesto que me gustas.

Oh…, vaya. Esa no era la idea que quería dar a entender.

Supongo que tendré que explicárselo. ¡Santo cielo, qué situación más vergonzosa!

Universo alternativo ꨄ︎ Shelnard ꨄ︎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora