1 - Soledad

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¿Dónde estoy?

A pesar de ser una recién nacida no sabía de mis padres

¿Dónde estaban ellos?

¿Por qué dejaron a su pequeña bebé tirada?

Así...

¿Son los humanos?

Un hombre se acercó a un bulto tirado que rápidamente identificó como un bebé por su llanto y pequeño tamaño.

-- ¿Qué hace aquí esto? -- gruñió acercando su mano más y más dejando ver sus afiladas garras. Planeaba matarle, lo menos que necesitaría eran esos molestos quejidos

~~ • ~~

Instintivamente mis manitas se alzaron hacia su dedo índice, para sentir calor. Era lo único que recordaba que era capáz de compartir, a causa de mi nublada visión

A pesar de ser una piel congelada en comparación a la mía se sentía muy tivia. Una sensación bastante agradable

Comencé a reír, podía hacer que olvidase mi miedo.

Parece que también lo había notado e hizo llegar su palma a mi cabeza, en ese momento con poco cabello al haber nacido hace unas tres semanas. Mis manitas volvieron a agitarse indicando la necesidad de su tacto.

-- ¿Por qué lo quiéres? -- le observé, encontrándome con unos brillantes ojos rojos y cabellos negros, ahora tenía nuevas características para identificarlo.

3 Horas Después

Él me llevó a una habitación en un gigante palacio, pareció arte de magia que llegásemos tan rápido.

Se sentó en medio de una habitación y me apoyó en su pecho. Le ví con mis ojos entrecerrados aunque identifiqué el característico brillo rojo saliente de sus ojos, reí nuevamente extendiendo mis manos queriendo más cariño.

Se encontraba confuso, como al principio, aunque sin más no quería pensar en otra opción así que su extremidad regresó a mí.

~~ • ~~

El mayor pensaba qué exactamente sucedía con este niño, ¿era realmente humano? En caso de ser un demonio ¿no sentía su poderosa precensia?

" Creo que debo de darle comida, pero ¿cómo? Yo no voy a amamantarlo, y no puedo darle mi sangre, moriría instantáneamente " en un parpadeo, tuvo una botella de leche en sus manos y se lo acercó lentamente a la boca del bebé.

En el momento que levantó sus manitas para agarrarlo se dió cuenta que su peso fue demasiado por lo tanto él tuvo que sostenerlo todo el momento en que bebía. Pensó que era molesto ¿ese bebé no le tenía ni siquiera un poco de miedo o respeto? Igualmente, ¿qué hacía cuidando de ese bebé?

Después de poco tiempo el pequeño se cansó y comenzó a dormir nuevamente -- Incluso sus crías son débiles... -- acto seguido lo llevó a una pequeña habitación muy improvisada dejándole en una cuna no sin antes asegurarse que esté bien arropado.

Flor de Diamante ─ Genya ShinazugawaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora