El clima estaba fresco esta noche. Estaba en el balcón sosteniendo una taza de chocolate caliente al cual podía verle el vapor salir. Se sentía tan tranquilo. Claro eso era porque no estaba Mika. Aun recordaba cómo nos conocimos, era de noche y estaba bien frio. Ya me estaba quedando sin dinero. Por suerte me encontré con ella. Mi ángel, quien me abrió las puertas de su hogar siendo yo una extraña. Claro, al fin de cuentas terminamos viviendo juntas compartiendo gastos cuando encontré un trabajo y estaba mejor económicamente decidimos irnos a un mejor lugar.
Realmente no fue fácil llegar a un lugar desconocido. De la forma que sea parece que me tire a una aventura. Me fui al aeropuerto con maleta en mano, pidiendo un boleto para el próximo vuelo. Aterrizando en nada más y nada menos que en Reino Unido. Desde que llegue habían pasado dos largos años. Este tiempo no fue fácil pero lo necesitaba. Quería encontrarme conmigo misma. Quería estar segura de quien soy.
Mis padres, los señores Willson, ellos habían cumplido con encargarse del funeral del hombre que medio la vida. Ese día también vino esa señora. Aun no me siento cómoda junto a ella. Busco como escusa el querer abrazarme ante mi afligimiento por la pérdida de mi padre. Claro, le rechace pero Nina, me obligo a tener ese contacto con ella. Ese día era otro día negro para mí. Me quede junto a su tumba hasta que le echaron la última pila de tierra. A pesar de haber pasado tanto tiempo separados me afecto.
De cierta forma me sentía libre. En poco tiempo fui adaptándome a mi nuevo hogar. Me inscribir en la universidad para terminar mis estudios. Necesitaba tener ese papel para mis padres. Para que vean que sus esfuerzos en mi valieron la pena.
Durante estos años no mantuve contacto con ninguno de ellos. No puedo negar que extrañaba a mis padres y a Mark, pero necesitaba este espacio. Cosa con lo que ellos no estaban de acuerdo. Cuando les dije que quería algo de tiempo, pude ver en sus rostros el terror. Imagino que se habrán preguntado ¿Cuánto tiempo más quiere? ¿Se va otra vez? ¿Cuántas veces más se seguirá yendo? ¿Cuándo sentara cabeza? Esas preguntas también me las he hecho y creo que tengo temor a darles respuesta a algunas de ellas.
Mark fue el primero en oponerse nuevamente. Me dijo palabras muy duras pero me las merecía. Aún están tan claras en mi mente – Lárgate, eso no es lo que quieres. Pues vete. Yo también me canso de esperar. – Cualquiera diría que mantuviéramos algún tipo de relación sentimental. Quien quita y cuando me decida a regresar me lleve la sorpresa de que el ya este casado y esperando un hijo. Seria lindo ver un pequeño Mark, pero mi corazón dolería al saber… lo importante es que él sea feliz.
– Chloe arréglate que vamos a salir. – me grito Mika desde la puerta de entrada. Ya había regresado.
– Claro. – le dije mientras me paraba y dejaba la taza en la encimera. Me fui al cuarto para vestirme.
Hora y media después ya estábamos entrando a la discoteca.
– Oh ahí está Brad. Está bien guapo no crees. – dijo Mika. SI, Mika suspira por él.
– Claro, porque no le dices lo que sientes por el Mika. – la alenté.
– No sé, talvez pronto lo haga. Pero mientras tanto a disfrutar.
– Oh que hermosas están. – dijo Brad cuando nos acercamos.
Estábamos pasando una velada relajante. Mika aprovechaba cada momento para estar más cerca de Brad y yo les iba a dar su espacio. Me fui a la barra por algo de tomar. Me senté en uno de los taburetes y le pedí al bar tender.
– Chloe… ¿Chloe eres tú? – dijo alguien que estaba a mi lado. Me gire y lo vi. Después de tanto tiempo me encuentro con él.
– Dyland, que sorpresa. ¿Cómo has estado? – no podía negar que me sentía algo incomoda. La última vez que nos vimos no fue en términos agradables que acabamos.
– Bien… bien. Te ves preciosa.
– Gracias.
– Pensé que no me ibas a hablar. Por la última vez…
– Lo siento. Ese era un momento difícil. Ahora he encontrado mi camino. – tome un sorbo de mi bebida. – ¿qué estás haciendo por acá?
– Viaje de negocios. Todo es trabajo. Ando escapado para divertirme un rato. – ríe con complicidad. – Y tu ¿qué haces por acá?
– Eso es una larga historia. Pero en resumen vivo aquí desde hace dos años.
– ¡Wao! Esto es un gran cambio.
– Si... Aunque en algún momento regresaré a casa.
Estuvimos en la discoteca hasta bien tarde. Me pase la noche hablando con Dyland, hasta que fueron Mika y Brad a buscarme. Me despedí de él con la promesa de que la próxima vez que nos encontremos íbamos a ir a cenar. Brad nos llevó al apartamento.
Durante este año el único contacto que tuve con alguien de mi pasado por así decir fue Dyland. De eso había pasado unos meses. Ya extrañaba a mis padres. Espere graduarme para regresar. Cuando hable con Mika sobre mi viaje se puso triste y feliz. Ella en muchas ocasiones me alentaba a que les llamara pero no lo hacía. Nosotras durante los dos años en los que vivimos juntas fuimos nuestros paños de lágrimas. Hicimos la promesa de volver a encontrarnos. Lo único que no me preocupaba de Mika era que ahora estaba en compañía de Brad. Él la cuidaría mejor que yo. No dejaría a esa loca sola.
– Brad cuídala bien o sino vengo a darte tu merecido. – le decía mientras nos despedíamos.
– Ve tranquila la dejas en buenas manos. – contestó Brad dándole un beso a Mika en la mejilla.
– Gracias por todo. – abrace a mi amiga. – Gracias por llevar a esta extraña a tu casa. Te quiero.
– Ya, que se me va a correr el maquillaje.
Luego de muchas horas, entre el vuelo y llegar a casa. Ya estaba frente a la puerta que me separaba de mis padres. Toco el timbre y espero, el clima estaba algo cálido se sentía buen. Llamo a la puerta otra vez, otra vez, otra vez, otra vez… Parecía desesperada. Hasta que desde adentro se escuchan pasos
– Ya va~… – contestaron desde adentro. – ¿Quién tiene tanta prisa? – refunfuñaba mientras abría la puerta.
– ¡Hola! – le salude dándole un fuerte abrazo. – Mamá que bueno verte.
– Yah~ Oh Dios~ Chloe has regresado. – dijo mientras me suelta y me tomaba en brazos otra vez como si yo fuera a desaparecer. – Oh que alegría mis niños están en casa otra vez.
Nina me llevo a la sala y allí estaba ellos, Daniel y… Mark ¿con una maleta?
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Es posible amar (editando)
RomanceChloe, una niña abandonada en una iglesia por las circunstancias de su familia. Tras ir en la búsqueda de su madre, Chloe sufre un accidente que le cambia la vida, despertando en un hospital sin memoria de que fue lo que le pasó. Lo único que cree r...