Capítulo 28.

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“Now we’re stuck in the middle of nowhere, yeah you know we took our time to get there, we’re hiding like kerosene and you know I’d never let you down, til the sun comes up, we can own this town, something like make-believe, living in a movie scene.”

Verlo ahí en mi puerta, con aspecto descuidado y cansado, realmente no ayudaba en nada.

-¿Qué haces aquí, Marco?

-¿Ese es Marco? ¿Marco está ahí? –Podía escuchar a Mario preguntar cosas como esas del otro lado de la línea, pero mi atención seguía en el rubio que estaba frente a mí. Solo respondí un “si” y colgué.  

Quería que se fuera, que todos olvidáramos lo que alguna vez pasó, que por fin todo esto acabara. Estaba cansada, lo había intentado, había dicho y hecho todo lo que pude y solo había terminado con una herida más grande que la primera vez.

Pero por otro lado, estaba esa esperanza de que se quedara conmigo, que me dijera que olvidáramos todo y comenzáramos de nuevo, que al fin pudiéramos estar juntos.

Pero sabía que eso no era posible. No podía dejarme engañar por Marco de nuevo, él volvería a Alemania, con su prometida y yo me quedaré aquí con el corazón roto.

-Vete.

-Netts, escúchame. -Mi mano fue a su mejilla girando su rostro, cerró los ojos por el golpe, más no dijo nada.

Supongo que sabía que lo merecía.

-No quiero saber nada de ti, no quiero volver a verte.

-Annette, por favor. –las lágrimas habían regresado y aunque pasara todo el día en lo mismo, era la primera vez que las odiaba. No quería que viera lo vulnerable que puedo ser.

-¡Basta! –Grité con rabia y dolor.- ¿Qué más quieres de mi Marco? ¿No te basta con lo que has logrado? ¡Lo lamento! Lamento todo el daño que te hice, pero yo también sufrí. Y sin embargo lo intenté de nuevo, porque sabía que fue mi culpa y está vez tu solo te burlaste de mí, lo merezco, lo sé. Pero debes parar, ya lograste lo que querías, estoy enamorada de ti, nunca deje de estarlo y también estoy sufriendo por ti. Y esto no soy yo Marco, no soy la clase de chica que llora por un chico o siente pena de ella misma y sin embargo aquí estoy, he caído en algo que prometí nunca hacer ¿no es suficiente para ti? ¿qué más debes hacer para estar satisfecho? Solo quiero que esto acabe, déjame en paz Marco, vete y sé feliz con tu vida.

-Netts, solo escúchame, si no quieres saber nada más sobre mí, lo entenderé. Regresaré a Dortmund y me alejaré, dejaré que hagas tu vida.
No.

-No quiero escucharte.

-Netts, cuando llegue a casa con Mario y vi a Ann tan molesta supe que algo andaba mal, sobre todo cuando comenzó a reclamarle a Mario por ocultarle cosas, no entendía, pensé que era algo de ellos dos, hasta que Ann me cacheteó y me dijo que era un miserable por herirte de esa manera y no sabes lo que sentí cuando me dijo que te habías ido para siempre. Maneje como un loco hasta tu apartamento y cuando no te encontré allí sentí que mi mundo se acababa, llamé a Ann y después de insultarme sin parar solo me dijo que sabías todo, que había hablado con Elissa. Y ahí supe que debía encontrarte antes de que fuera tarde.

-¿Para qué? ¿Para seguirme echando en cara tu perfecto plan?

-¡No fue ningún plan! Maldición Netts, no tengo nada con Elissa.

-¿Y el compromiso? ¿Y el bebé? Espere todo de ti Marco, menos que niegues a tu propio hijo. Guárdate tus disculpas, no eres más que un mentiroso. –Me negaba a creer una sola de sus palabras, no sabía si era la rabia o si al fin había aprendido a no tropezar dos veces con la misma piedra, aunque fuera la tercera vez.

-No hay ningún compromiso, no voy a negarlo, salí con ella durante un año y pensé en dar el siguiente paso, pero supe que no estaba listo o al menos no con ella, después que te fuiste me sentí perdido y confundí la necesidad de estar con alguien con amor, nunca la ame, no sentí más que un leve cariño por ella y llegue a pensar que era suficiente, pero su actitud después de que le dije que no quería casarme me estaba volviendo loco y terminé todo. Ella había estado apareciendo las últimas semanas, no quería que se acercará a ti, porque la conozco. No quería que tuvieras que ver con ella, no lo necesitabas. Por eso cuando Ann la mencionó supe que había hecho algo, fui por ti y no estabas, así que la busque a ella, se estaba yendo de la ciudad –rió sin ganas.- dijo que si ella no había conseguido lo que quería, yo tampoco lo haría. Y que me arrepentiría de todo lo que le hice.

-¿Qué hay del bebé? –Susurré. Mi molestia había disminuido con sus palabras, pero aún no podía confiar en él.

Tantas decepciones tienen resultado.

-Sé que no soy un santo, Annette. Pero te aseguro que no hay ningún bebé, es imposible.

-¿Por qué? ¿Usaste protección todo el tiempo? –Dije con cierta ironía.

-No, Elissa no puede tener hijos.

Abrí los ojos de sorpresa, si todo lo que Marco estaba diciendo era verdad, quizás teníamos una oportunidad.

Marco se acercó más a mí y puso sus manos en mis mejillas, pegando nuestras frentes. Ahora rebeldes lágrimas se escapaban de sus ojos.

-Mi amor, nunca te lastimaría. Te amo más de lo que me creí capaz. –Susurró en mis labios.- No llores, por favor, créeme. Todo lo que te dije estos últimos días fue cierto, todo lo que vivimos fue real.

Y sus palabras solo aumentaban mi llanto, sé que quizás estaba comportándome como una niña llorona, pero es que ya no lo hacía por dolor o rabia, solo pensaba en todo lo que nos pudimos ahorrar si tan solo fuera tomado la decisión correcta hace unos años.

-Sé que no es fácil, entiendo que no puedas confiar en mí y no sabes cuánto me odio por no haber sido lo suficientemente sincero contigo, si tan solo yo… -lo interrumpí con una pequeña risa.

-Cállate, te creo Marco. Ese es mi problema, siempre te creo.

"Todo va a estar bien al final. Si no está bien, entonces no es el final."

Long Way Home - Marco Reus. {Editando}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora