17

559 131 38
                                    

10 de marzo de 2013

Querido diario...

¿Adivina quién sacó la mejor nota del salón? No, yo ni de lejos alcance la nota máxima, pero quien logró sacar un 10 fue aquel chico con su violín. Hace unos días, juntaron a los dos últimos salones y resulta que él es mayor que yo por un año, aunque se ve un poco mayor.

El trabajo consistía en crear algo, no importaba que. Podía ser un dibujo, canción, baile, algún robot último modelo o la cura para el cáncer, pero mientras más innovador fuera, mejor.

Con mi reducida cantidad de talentos, me senté a dibujar en mi libreta y estrene mis preciados plumones. Realmente no pude concentrarme mucho gracias a los salvajes de mis compañeros que para ellos fue como dos horas libre, se la pasaron hablando de fiestas y coqueteando. Cada cierto tiempo, blanqueaba los ojos aburrida. Desee haber llevado audífonos.

Eso era mi única manera de al menos, amortiguar las carcajadas. Entonces sucedió algo mágico, fue como si yo lo hubiera deseado. En la otra punta del salón, donde sólo pocos se habían sentado empezó a sonar una melodía y no tuve que adivinar para saber quién era el responsable de tan lindo conjunto de notas.

Levante la cabeza como si tuviera un resorte y lo vi ahí, parado en una esquina, como si se estuviera ocultando. Pero era imposible que pasara desapercibido con aquel violín. Tenía los ojos cerrados y el instrumento descansaba en su hombro mientras el arco pasaba sobre los cuerdas produciendo aquel sonido tan particular.

Todas las carcajadas, susurros, personas quedaron en el olvido. Me quedé sentada tapando mi rostro con mi libreta y solo dejaba ver mis ojos que estaban puestos sobre aquel joven.

Durante mucho tiempo había escuchado música clásica, estaba familiarizada con el sonido de la guitarra, arpa, piano, pero a pesar de ser el violin el instrumento que más solía escuchar, cuando él tocó, fue como si alguien me hubiera apretado el corazón.

Era una mezcla de placer, tristeza, ¡ah! No sabría explicar todo lo que sentí en ese momento.

Cuando terminó abrió sus ojos, como si recién se diera cuenta que toda la clase lo veía. Ni siquiera me sorprendí cuando sacó la mejor nota, aquella melodía era sin duda, la mejor creación del planeta y no lo digo yo, ¡Lo dice la ciencia!

13 de marzo de 2013

Querido diario...

Recién me atreví a dirigirle la palabra. Estuve toda la noche pensado y creo que quedarme observándolo como una acosadora no era lo mejor. Así que me prepare un discurso y en la mañana, cuando aún no tocaba el timbre de entrada, lo busqué entre los salones de música.

Sabía que el paraba ahí casi siempre que podía. Por eso al escuchar la melodía del violín siendo amortiguado por la puerta, sonreí emocionada. Ni cuando quería ir al parque de atracciones me sentí tan ansiosa y nerviosa.

Con todo el aire contenido abrí la puerta e ingrese al salón. Y ahí estaba él, absorto en su mundo tocando su violín con delicadeza y maestría para tan solo tener dieciocho años. Espere como la tonta embobada que estaba de la melodía hasta que finalizará. Y cuando sucedió, este dio un salto del puro susto cuando le sonreí en grande.

Los colores subieron a mi rostro al ver su confusión. Aclare mi garganta para soltar mi presentación.

—¡Hol...

—¿Qué haces aquí? —me corto, no fue brusco o seco, simplemente su curiosidad fue mayor por mi presencia.

Mi cerebro quedó en blanco y no supe hacer más que abrir y cerrar la boca como un pez fuera del agua.

—L-lo siento, pero desde hace días que quería hablarte —directa, si, fue directa. Siempre había sido así pero por alguna razón, con él, se me era un poco más difícil soltar las ideas sin filtro. Quizás eran por los nervios.

Me sentí muy patética en ese momento.

Creo que si antes estaba nerviosa, luego de ver su pequeña sonrisa sentí mis piernas temblar.

—Oh... Es curioso, eres la quinta persona que me dice lo mismo hoy —soltó.

Abrí la boca, me habían ganado, malditas ratas. Puse mi mejor cara de seriedad encogiendome de hombros.

—Pero yo soy diferente, así que quiero mi audición —exigí.

Una suave risa escapó de sus labios y dejó su violín en una de las mesas cercanas. Se limpio el sudor en sus pantalones con rapidez y luego hizo asintió divertido.

—Empieza —llevó su mano a su barbilla mientras se cruzaba de brazos como esos jueces de los programas de talento.

Me aguante la risa y me puse derecha.

—¡Hola, me llamo Jung Rea, alias la amargada! Me gustan las rosas y dibujarlas especialmente. Soy muy buena guardando secretos, porque no tengo amigos. Soy sincera, principalmente porque no me interesa lo que piensen los demás —tome aire y me cruce de brazos—creo que eso es todo... ¡Espera! También soy mala en las matemáticas, pero buena en química. Así que puedo hacer negocios —levante las dos cejas arriba y abajo.

En ese momento soltó una carcajada limpia tirando su cabeza hacia atrás dejando ver sus cejas y toda su dentadura. Yo seguía ahí, como si fuera un militar. Dio unos pasos hacia mí.

—Has pasado la audición —me enseñó el dedo gordo en aprobación. Luego se aclaró la garganta—. Soy Jeon Jungkook.

Su nombre es muy bonito, aunque el apellido Jeon lo veo por todos lados sabía que nunca más volvería a pensar en otro Jeon.

Incluso se sentó conmigo en el almuerzo, varios nos miraron raro, si, era raro que yo permitiera que alguien se acercara más de cinco metros. Pero bueno, Jungkook es super amable, tierno, pero bromista. Suele decirme señorita Jung, según porque aún falta más audiciones para llegar a esa confianza. Me siento ahora mismo es una bonita nube, no quiero pensar que son mis hormonas, nunca fue una chica hormonal. Creo que seremos muy buenos amigos, el sería mi segundo amigo que haría después de casi tres años.

¡Estoy emocionada!

...
Entre páginas de encontré

No olviden votar y comentar ❤️

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

No olviden votar y comentar ❤️

C̴O̴N̴T̴R̴A̴ ̴V̴I̴E̴N̴T̴O̴ ̴Y̴ ̴M̴A̴R̴E̴A̴ || Jjk #1 (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora