C̴O̴N̴T̴R̴A̴ ̴V̴I̴E̴N̴T̴O̴ ̴Y̴ ̴M̴A̴R̴E̴A̴ || Jjk #1 (COMPLETA)

36

No existe cuento sin villanos, no existe villanos, solo protagonistas.

Protagonista de mi vida, de mis decisiones, errores y progresos. Apuntando a un futuro incierto. Pisando los rosales para poder ver el camino hacia donde iba, pero el problema era que todo parecía desvanecerse mientras más pasos daba.

El miedo se iba, los muros caían, un castillo sin rosales. Pinceles sin lienzo, violines sin melodías.

Ahora mismo me sentía como en el principio, una triste rosa marchita fingiendo estar bien.

Una dulce mentira.

Paso saliva con disimulo, mirando atenta la punta de mis zapatos que se balancean gracias a que estoy sentada en una de las tantas bancas. El parque se encontraba con varias familias pasando una linda tarde. El sol apuntaba directo a mi rostro, algo molesto, pero lo era más saber que Jungkook no tenía más palabras que un "lo siento" y es que no quería escuchar esas palabras, quería explicaciones. Que me dijera que pasaba o pasa en su cabeza.

Si confiaba en mi.

Con las manos cruzadas sobre el pecho, suspiro con pesadez, quizás para que por fin diga algo más o simplemente irme.

—Lo siento —repite por milésima vez.

Giro solo un poco el rostro para verlo, esta con su típico pantalón negro de mezclilla que juega a la perfección con aquella camisa blanca holgada y con los dos primeros botones sin abrochar. No me mira, prefiere clabar la vista en una pareja joven paseando en un bebé de no más de un año.

—No se...que pensar. Un lo siento no me tranquiliza, no resuelve mis dudas.

Mucho menos calma en dolor en mi pecho.

Y es que han pasado más de tres días, suficiente tiempo para tomar valor y decirme todo en la cara.

—Es que no hay explicación justificable, Rea. —Tira la cabeza hacia atrás pasando una mano por su cabello—. Tu misma lo dijiste aquel día, ¿Con qué derecho?

—¿Dudas de mis sentimientos hacia ti?

—No, dudo de mí —suelta. Lo veo pasar saliva y no me queda más que aguantar las ganas de abrazarlo, necesito más explicación.

—¿Por qué, Jungkook? —Ladeo la cabeza como un perrito.

—No lo sé, en verdad no dudo de ti, más bien de mi. No me siento lo suficientemente valiente como para aceptar que ya no eres la Rea de hace siete años. —Me mira con profundidad—. Se que no recuerdas, pero de verdad amaba cada segundo contigo, te volviste mi lugar seguro y saber que yo lo era para ti, joder... —Cierra sus ojos por unos segundos—, verte ahora tan independiente, hermosa, capaz de todo... Me aterra pensar que me dejaras, que te darás cuenta todo el puto mundo que te puedes comer. Me da miedo pensar que yo soy solo una piedra más en tu camino.

Niego apenas termina, me acerco más a él en aquella banca de madera. Con cuidado tomo su mano y entrelazo nuestros dedos con algo de timidez. No estoy acostumbrada a este tipo de cariño o tacto, pero él lograba sacar esta faceta mía.

Busco su mirada, cuando la encuentro suspiro como una madre.

—Tarado, idiota, carvernario, y un sin fin de insultos más te diría. —Niego con mi otra mano le doy un golpe en la frente.

Jungkook se soba la frente con un lindo puchero en sus labios. Aún así lo veo decaído.

—Eres suficiente y mejor de lo que espere en mi vida. Ay, pero que tonto pensar... —no termino mi frase para darle otro golpe en la frente.