C̴O̴N̴T̴R̴A̴ ̴V̴I̴E̴N̴T̴O̴ ̴Y̴ ̴M̴A̴R̴E̴A̴ || Jjk #1 (COMPLETA)

20

Bebí mi tercer vaso de soju, arrugue mi cara, no estaba acostumbrada ni por lejos a esta sensación de ligereza. Era como ser una pluma flotando en el aire, me dolían las mejillas de tanto sonreír. La garganta me ardía, lo mas probable por tomar tan rápido el liquido. Moví mi cabeza de un lado al otro.

Estábamos en un bar cercano a mi casa, Jimin y yo esperamos que nuestras ultimas clases terminaran para poder hundirnos en la miseria juntos. Algo me decía que Jimin estaba peor que yo, pero que él ya se había resignado a salir de aquel agujero.

Estaba lo suficientemente borracha como para ignorar sus ojos vacíos sobre mi. Mi lengua se enredaba, pero no impedía que todo lo que quisiera decir, lo hiciera sin filtro ni temor.

—No, e-espera —. Alce la mano logrando que dejara de burlarse de mi poca resistencia al alcohol—. E...Estoy muuuy orgullosa de mi resistencia. A comparación tuya, yo al menos podre olvidar durante los siguientes días.

Hice un sufrido puchero, dios, yo no hacia eso, definitivamente estaba borracha. Jimin borro su sonrisa y se cruzo de brazos sobre la barra. Empezó a mover su vaso de soju en pequeños circulos. 

Su aura se puso mas pesada de lo normal, me miro de reojo aclarando su garganta.

—Tienes razón, yo estoy jodido —soltó una risa amarga que me contagio aquel mal sabor de boca.

—B-Bueno... Al menos no llorar, eres todo un macho pecho peludo —. No sabia que carajos decía, pero empecé a reírme.

Él se tomó el soju de golpe, para luego toser. Se giro en el taburete para verle de frente.

—R-Rea, dame consejos con muchas mentiras, por favor —. Me paralice por completo.

En mi borrachera que su voz bajara tres tonos y me mirara directo me golpeó fuerte. Sus ojos estaban entreabiertos, parecía que tenía sueño. El aliento alcohol llegó a mi y apoye mi codo en la barra para poder observarlo mejor.

—Mmm... Realmente no sé qué mierda te pasa... —solté—, pero tus ojos son igual de vacíos que los míos ahora mismo, entonces me imagino que estas igual de perdido que yo —. Aquel maldito nudo regresó, estaba odiando con mi alma llorar a cada rato.

No quería ser débil.

—«Solo ignora todo, las heridas se curan solas. Todo pasa, así que ahoga tus problemas fingiendo que todo está bien, te aseguro que al final, la vida te va a sonreír por ser un cobarde de mierda.

—Ahora me toca —dijo de golpe. Acercando aún más su rostro. Sonrió levemente y sus ojos se cerraron formando sonrisas con sus ojos.

—¿S-serán mentiras? —tartamudeo nerviosa.

Quizás no era adicta a las rosas de ilusiones, sino a la farsa que vivía pintandolas.

—No serán consejos —aviso, luego me señaló—. Puedo ver mi reflejo en ti —lo dijo con un deje de tristeza—, buscas ignorar todo hasta que la realidad te atrapa, te hunde, te aplasta. Así como yo bailo hasta que los pies me sangren, tu...

—Pinto —reí incrédula al darme cuenta que tenía razón.

—Exacto, hasta que tus dedos no puedan seguir sosteniendo el pincel. Hasta que tus ojos se cierran y es como una droga —. Por dios, no quería llorar.

—A diferencia de la droga, esta te da señales de que estás muriendo. Pero... Lo que nosotros hacemos, es tan engañoso, tan Toxico y dañino que no hay escapatoria —la primera lagrima nació bajando por mi mejilla.

Jimin tenía los ojos brillosos, ¿Cuanto había sufrido este ángel? ¿Cuánto tendría que sufrir yo para detenerme?

Nadie me coloco una pistola para encerrarme y hundirme en esto. Yo sola lo hice, porque soy una cobarde que prefiere ignorar todas las preguntas, dejar de mirar al vacío aunque esté me llamé.