37

541 113 45
                                    

En casa ya tenia las maletas listas, había demorado aún más en regañar a Jungkook por jugar con la ropa junto a Nerea. Tuve que amenazarlo con romper su preciado micrófono con el que atormentaban a los pobres vecinos los domingos por la noche.

Durante estos días me encontraba muy nerviosa, imaginar a mi padre con su otra familia, sabiendo que jamás recibiría ese amor por él. Ya había aceptado que eso jamás sucedería, pero eso no significa que a veces duela la herida que recién estaba cicatrizando.

Y la mejor forma de que el proceso fuera más rápido era con alcohol. Sentada en un taburete miraba perdida mi trago, ni siquiera sabía que era, solo pedí algo fuerte. Extrañaba a Jimin a mi costado bebiendo en silencio, cada uno en su mundo.

Lo bueno es que él estaba cuidándose, o al menos eso me dijo aquella chica la última vez que fui al hospital. Se llamaba Némesis, un nombre bastante raro, pero me alegro saber que las dos teníamos nombre de diosas.

Por otro lado, evitaba a toda costa traer a Jungkook conmigo y no es que su compañía no me agradará, pero habían momentos que necesitaba escucharme a mi misma y tener a un oso meloso como novio no ayudaba mucho, más bien un conejo, si un hermoso conejo meloso.

—Waaa... No sabía que el taburete podía dar vueltas.

Extrañada por ese comentario volteo la cara sin dejar de mover mi bebida con un sorbete. Me tope con un joven, era muy guapo, de verdad, parecía un modelo. Cabello castaño oscuro con mechones verdes en algunos mechones delanteros que parecían cambiar a rojo o azul por las luces del lugar. Piel acaramelada con un lunar en la nariz y otro por su mejilla, tenía un lindo perfil. Lo que más me atrapó fue su vestuario. No mentía cuando decía que parecía modelo, parecía de marcas reconocidas. Este estaba dando vueltas distraído sobre el taburete con su trago en su mano.

Al parecer noto mi mirada, cuando el clavó sus oscuros ojos sobre los míos casi hago caer mi trago por lo penetrante de su mirada.

—¿Qué hace una señorita tan linda por aquí? —preguntó dejando de parecer un niño y elevo una ceja coqueto.

Mi lengua se desmayo y no funcionó hasta que bebí mi trago para reanimarla.

—Bebo, ¿No se nota? —respondo tratando de verme relajada.

Su sonrisa aparece, es cuadrada y sus ojos desaparecen por unos segundos. Con su mano hace un gesto en su cabello, como si lo tuviera largo.

—Déjeme hacerle compañía, yo también estoy solo por aquí.

—No gracias, con el barman me es suficiente. —El joven de la barra se me queda mirando raro y toso incomoda.

Escucho su risita.

—No soy un acosador, disculpa si te incomodo, pero de verdad no sé dónde me encuentro.

—Su preocupación debe ser demasiada como para venir a beber. —Doy un sorbo más a mi trago y la dejo en la barra.

—Bueno, la vida es corta, me pareció buena idea venir aquí hasta que Noona me encuentre.

¿Noona?

—Si, Noona.

Carajo, parece que lo dije en voz alta. Se cruza de piernas con elegancia.

—Me trajo a rastras a Seúl, pero como soy un ser aventurero, me salí del hotel y aquí terminé. —Se ve feliz narrando como se perdió.

Yo estaría llorando en una comisaría.

—Bueno señor aventurero, ¿Quién es su Noona? Me imagino que su hermana.

C̴O̴N̴T̴R̴A̴ ̴V̴I̴E̴N̴T̴O̴ ̴Y̴ ̴M̴A̴R̴E̴A̴ || Jjk #1 (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora