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Y lo que pareció un sueño, terminó en una despedida. Su promesa de ir a Seúl para terminar la conversación aún se repetía una y otra vez como un disco rayado en mi pobre cabeza.

No había podido dormir en todo el viaje, mi único escape de la bomba de preguntas por parte de los chicos fue cerrar los ojos hasta que ellos terminaron dormidos.

A pesar de saber que el único despierto era Jimin, quien no me había dirigido la palabra desde que salimos del hotel hasta ahora, no me anime abrir los ojos.

Me acurruco mejor entre el asiento y la ventana, buscando calor. El auto frena con algo de brusquedad, aún así no abro los ojos.

Simplemente volvía a repetir lo sucedido en la playa con Jungkook. Nuestras manos juntas, ver sus ojos después de tanto, su sonreía, aquella risa capaz de llevarme al cielo.

Un dulce sueño donde terminaba en despedida.

Las comisuras se elevaron un poco, quería sonreír por la bonita sensación en mi pecho.

—Vamos, eres terrible actriz, no puedes ni fingir que duermes.

Di un brinco en mi lugar al saber que Jimin me había atrapado en mi pésimo papel de la bella durmiente. Inconsciente forme un puchero, abrí los ojos para toparme con su mirada al frente. Lo observe tan tranquilo a pesar de que una enorme tormenta parecía crecer en sus ojos.

—¿Por qué me despiertas? ¿No ves que estaba durmiendo? —cuestiono estirando los brazos que los tenía entumecidos.

Este blanqueó los ojos girando en una esquina para entrar de lleno en la carretera, los edificios, casas y personas dejaron de verse. Habíamos salido en la mañana y ahora el sol estaba en su punto máximo.

—Por dios Rea, mueres de hambre dedicandote a la actuación. Definitivamente lo tuyo es la pintura, dibujos y todo lo que conlleva usar las manos...

Me quede callada al ver como pasaba saliva con fuerza, lo miro curiosa.

—¿Por qué esa cara?

—Lo mal pensé —río el solo.

Pasaron largos minutos donde parecía una abuelos amargada observando fijamente a Jimin procesando todo.

Ohh...

—¡Maldito pervertido! —chillo en susurró para no despertar a los demás.

Por fin se ríe más abiertamente, sus ojos se vuelven pequeños y tiene que taparse la boca con una mano para no ser tan escandaloso.

—Vamos, no puedes ser tan inocente. Tienes veintitrés años...

Giro a verme y yo regrese mi mirada a la ventana avergonzada. El silencio me indico que Jimin estaba procesando al igual que yo hace unos momentos atrás.

—No me dig...

—Si, si, si, si. Soy una inexperta en todo lo que implica lo... Sexual —susurró lo último y luego levanto la mano en el aire cerrando esta como si hubiera atrapado algo—. Pero estoy orgullosa de eso, no quiero morir joven.

—Okey amargada —bromeó.

No me falto ganas para propinarle un golpe en el hombro. Nuestras risas ahogaron el silencio.

El resto del viaje conseguí dormir gracias a las aburridas historias de Jimin, no servía para inventar cuentos.

Creo que ya he dicho esto miles de veces, pero volví a soñar con él. Siempre con su violín en mano tocando aquella melodía capaz de derrumbar barreras. En la mayoría de mis sueños, terminaba pintando su rostro con tanta precisión que asustaba. Estaba casi segura que ahí quien mandaba los trazos no era mi mano o mi subconsciente, más bien era mi corazón, aquel que siempre había sabido reconocer lo que en algún momento fue causante de mi alegría pura.

C̴O̴N̴T̴R̴A̴ ̴V̴I̴E̴N̴T̴O̴ ̴Y̴ ̴M̴A̴R̴E̴A̴ || Jjk #1 (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora