C̴O̴N̴T̴R̴A̴ ̴V̴I̴E̴N̴T̴O̴ ̴Y̴ ̴M̴A̴R̴E̴A̴ || Jjk #1 (COMPLETA)

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¡Toc, Toc, Toc, Toc, Toc, Toc, Toc,!

—!Jungkook, existe el timbre!

—Cierto...

¡Din don, din don, din don, din don!

Salto como tarada tratando de golpear su mano que esta violando al pobre timbre. Pero es inútil, soy una hormiga para él, en si lo soy para media población.

—Deja, vamos Jungkook —tiro de su cuello y se agacha y casi me levanta.

No se como, pero termine en su espalda como una niña. Este quería tocar el botón y yo jalaba su mano entre risas de ambos.

La puerta se abre y Jungkook me suelta.

—!Ah! —terminó de pie, aún así no me salvo de golpear mi frente contra el estuche del instrumento de Jeon.

—¿Rea?

—Hola papá —saludo sobando el lugar donde siento un dolor agudo.

Trato de actuar lo más natural posible, por eso también invite a Jungkook a que venga, con sus locuras y su amor me ayudaría a no sentirme mal.

Veo a mi padre, el señor Jung Hyunji, quien parece haber pasado buenos años, pues para tener casi cincuenta años, se mantiene joven. Con su ropa elegante a pesar de estar en casa. Su mirada pasa de inmediato a Jungkook y lo veo tensar todo su cuerpo por unos segundos.

Quiero sonreí solo un poco, lo más probable es que este en algún estado de shock. Según me dijo Jeon, no había cambiado mucho desde la última vez que nos vimos, así que era imposible que no lo reconociera a primera vista.

Nos dio espacio para ingresar, recorrí el lugar. Era grande, de paredes blancas con cuadros caros, no supe como sentirme al ver rosas en jarrones.

Rosas, a papá también le gustan.

Jungkook no tardo en tomar mi mano cuando me quede viendo un cuadro donde aparecía papá, su nueva esposa y su hijastra de casi mi misma edad. Fue como recibir un golpe en el estómago. Presione el agarre de Jeon dando un paso atrás deseando borrar la sensación de vacío en mi pecho. Continuamos avanzando por aquel pequeño pasadizo para por fin llegar a la sala principal.

Se veía que su trabajo le alcanzaba para comprar sofás de una buena calidad, mesa de vidrio con un televisor último modelo.

—Cuando se vaya a dormir, propongo una maraton de netflix aquí. Se ve que no la usan —susurró en mi oído. Se lo agradecí regalando una sonrisa pequeña.

Había sido buena idea traerlo.

Mi padre sonrió algo incómodo, tenía su sonrisa, por dios, era más parecida a él que a mí propia madre.

—Quiero presentarte a la familia, esperen aquí. —Se veía emocionado, fue escalera arriba y fue ahí que recién pude sacar todo el aire.

—Creo que fue mala idea venir —comento girando a ver a Jeon, quien está perdido observando la tele.

—De verdad necesito encenderla, me siento como niño en navidad. —me tomo del hombro y me sacudió de un lado a otro—¿Me lo compras?

—No, bueno, si, pero dentro de diez años, cuando pase de moda y baje el precio.

No le presto mucha atención cuando sigo con la vista clavada en las escaleras. De pronto siento sus brazos rodear mi cintura por detrás y apoyar su barbilla en mi hombro.

—Tranquila, eres fuerte. —Un beso en mi mejilla—. Si te sientes mal, podemos irnos.

Cierro los ojos disfrutando de sus suaves besos en mi mejilla y parte de mi cuello. Trato de relajarme soltando suspiros.