19

552 122 23
                                    

Soy muy cobarde.

Tan cobarde que apenas termine de leer la página cerré la libreta de golpe. Estaba ahogando mis sollozos con mi mano. Temblaba como si estuviera en medio del frío invierno, la verdad, sentí como si mis muros estuvieran cayendo sobre mi y no había escapatoria. Me apegue más a la esquina, encogiendo mis piernas hasta volverme una débil bolita de miedo y sorpresa, culpa y frustración.

Porque a pesar de haberlo leído, no recordaba nada, y me negaba a creerlo. No quería, me rehusaba a creer que él había sido parte de un pasado que ni siquiera yo podía confirmarlo.

¿Quién me aseguraba que era la libreta original? ¿Y si solo era coincidencia? Existían muchas personas que coinciden con el nombre, apellido. Existían muchas personas que tocan el violin hoy en día.

No podía ser, me negaba.

Mientras yo no recordará, nada sucedió.

Pero entonces... ¿Por qué no podía?

¿Por qué recién me entero sobre esto?

¿Acaso tengo memoria selectiva y recién me doy cuenta?

Me tire los cabellos cerrando los ojos. Necesito dormir, quizás así me sienta mejor. Pueda olvidar esto, olvidar que entre aquí y me tire horas buscando algo. Olvidar que vi esas fotos, simplemente olvidar.

Quería volver con mis rosas de ilusiones...

Con una lentitud tortuosa me coloque de pie, no me atreví a mirar el suelo, no quería volver a ver dentro de aquellas páginas. Abrí la puerta y salí cerrando con el candado. Camine arrastrando los pies hasta mi habitación y ni siquiera pude llegar a mi cama, me destruí en el marco de mi puerta agachandome para volver a llorar como toda una niña.

Sentía algo que apretaba mi cuello, mi corazón parecía decirme algo, angustiado, emocionado, quizás triste, pero no podía entenderlo. De algo estaba segura, nunca debí salir de mi mundo.

Pero ya no había vuelta atrás...














✴✴✴✴✴
La universidad de artes era enorme, contaba con cuatro edificios, pero el último, el cual estaba destinado para los estudiantes de baile, contaba con pisos incompletos. Se supone que contarían con más salas de ensayo, pero una de ellas había sido cancelada, dejando un enorme espejo incrustado en la pared con un piso raspaso y paredes sin pintar. Las ventanas aún tenían periódicos pegados que impedían que la luz del sol entrará por completo, dándole un aspecto oscuro, frío y deprimente.

Era como me sentía en ese momento, por eso en la hora que no tenía ninguna clase, preferí meterme ahí dentro, sentada frente al espejo mirando mi reflejo. Me veía fatal, mi semana se había resumido en lágrimas, mocos y mucho helado.

Mi corazón aún parecía gritar cosas que no lograba entender. No había momento en el día que no sintiera un enorme nudo en la garganta, los ojos picar y la necesidad de abrir aquella puerta de mi casa y leer más y más de aquel pasado que no recordaba.

Era como estar en el fondo del mar, no podía respirar, pero aún así lo necesitaba.

Necesitaba encontrar respuestas, pero no podía, porque mi cobardía me asfixiaba y el peso de la angustia me hundía hasta que toque fondo.

¿Cuanto más duraría este sufrimiento?

—¿Rea?

Por unos segundos creí sufrír un paro cardíaco. Levante mi mirada y gire hacia la puerta. Ahí parado estaba aquel ángel caído, Jimin me miraba curioso con aquellos ojos vacíos. Me quedé callada y espere que hiciera algo.

C̴O̴N̴T̴R̴A̴ ̴V̴I̴E̴N̴T̴O̴ ̴Y̴ ̴M̴A̴R̴E̴A̴ || Jjk #1 (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora