C̴O̴N̴T̴R̴A̴ ̴V̴I̴E̴N̴T̴O̴ ̴Y̴ ̴M̴A̴R̴E̴A̴ || Jjk #1 (COMPLETA)

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Le golpeo la mano cuando veo como mete con sigilo un paquete de fideos picantes. Lo escucho gruñir como niño sobando su mano.

—Solo es un paquete.

—Jungkook, son mis compras, para mi nevera y mi estómago —recalco quitándole los fideo y colocando en el estante.

Continuó empujando el carrito de compras por el supermercado. No puedo evitar sonrojarme, pues parecemos una pareja de recién casados. Veo la lista de mi celular aclarando mi garganta. Había pasado dos semanas y necesitaba alimentos antes de morir.

Carne, listo.

Verduras, listo.

Me faltan las frutas.

Cuando levanto la vista, suelto una maldición al ver la cara de Jeon cerca mío mirando curioso la pantalla.

—¿Fruta? Mejor llevemos arroz y más algas —recomienda empujando mi cuerpo y tomando el control del carrito.

—Pero que insistente eres, dame el carrito —ordeno queriendo agarrar su brazo, pero entonces ríe avanzando con mas rapidez por el pasillo.

Boto todo el aire de mis pulmones en un bufido cansado, mis cabellos se levantan y niego con una sonrisa a medias.

—¡Vamos, no huyas! —chillo empezando a perseguirlo como puedo, ya que mis zapatos resbala ante la poca fricción con la mayolica.

Debo esquivar algunas personas que caminan entre los pasillos, la adrenalina sube por mis venas importando poco si me termina sacando por correr. A lo lejos veo la ancha espalda de Jungkook, quien mete algunos chocolates dentro para seguir corriendo con el carrito.

Mi carcajada cuando este frena y casi se va dentro de las compras resuena por todo el lugar. Cuando gira a verme, lo miro retadora.

—Te voy atrapar. —Lee mis labios mostrando su linda sonrisa de conejo.

—Ya veremos, vecina. —Pude leer sus labios.

Lo vi perderse con las compras con rapidez. Tomé una liga de mi mano para recoger mi cabello en una coleta y no me moleste. En ese momento mi celular vibro. Algo curiosa saco el móvil de mi bolsillo mirando el número.

Jimin...

Deslizó el botón verde para responder, lo llevo a mi oreja avanzando de a poco por el pasillo buscando a Jungkook.

—¿Jimin?

Un largo silencio hasta que algo parece caer al otro lado. Arrugo el ceño deteniendo mi paso.

—¿Hola...?

—¿C-cuando seré feliz? ¡Dime Rea! ¿C-cuando...? —golpes y luego un largo llanto que me pone los cabellos de punta.

—¿Jimin? ¿Qué sucede? —Mis pupilas se mueven con temer, el corazón lo siento en mi garganta—. ¡Responde! ¿D-donde estas? —Todo mi cuerpo tiembla con miedo.

Tengo miedo, por Jimin.

Una risa ahogada que es seguida por una melodía de violín que me manda vibraciones por toda mi columna.

—Bailare en su memoria, otra vez. —Un suspiro—. Espero ser feliz.

Su casa, debe ser en su casa, es el único lugar donde se me ocurre. La llamada se corta y con eso mis pies ya no van en busca de Jungkook.

Necesito estar con Jimin.

Cruzo pasillos, esquivo personas y logró salir del supermercado. Veo el auto de Jungkook, pero no se manejar, decido tomar un taxi y dar con nervios la dirección del departamento de Park Jimin.