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No, no, no, no... Esto no podía ser cierto. No debí irme, no debí dejarla sola. Sin poder evitarlo las lágrimas salieron, con una furia giro para buscarla. Abro la puerta de mi habitación, luego corro hacia la de invitados, se había ido.

Camine hasta quedar en medio de esta, observo la cama donde ella durmió, estoy fuera de sí, así que tirar las almohadas y las sábanas al suelo me parece lo mejor ahora mismo.

—¡¿Por qué?!

Terminó sentada en el suelo con la espalda apegada a la cama, tengo la vista nublada por las lágrimas de impotencia.

Durante toda la noche no pude pegar ni un ojo y cuando el sol empezaba a salir por fin había llegado el sueño, durmiendo en casa de la señora Jeon hasta el medio día. Apenas desperté tuve una mala espina en mi corazón, no dejaba de ver la ventana buscando señales de vida por parte de mi madre. El desayuno se alargó más de lo que creí entre bromas mías y de Nerea.

Nunca me imagine que al ingresar a casa encontraría la puerta, aquella que con candado mantenía, abierta y en su interior todo, absolutamente todo lo importante para mí... Destrozado. Cuadros que había guardado estaban rotos, espejos, recuerdos de niña y mi diario con las páginas quemadas.

Fue como si cortaran mi corazón en pedazos pequeños sin importar como me retorcía de dolor. No pareció suficiente responderme con su silencio, prefirió dejarme un recuerdo de su odio hacia mi.

Con rapidez me levanto y corro a la habitación con cuidado de pisar los vidrios rotos. Con cuidado tomo entre mis manos la libreta o lo que quedaba de ella. La apegue a mi pecho sin importar si teñía mi ropa de negro.

Había borrado la única prueba de mi pasado.

No lo había terminado de leer y me sentía culpable, había sido tan cobarde que no pude leer todo lo que decía, lo que mi yo del pasado quería contarme.

Ahora solo eran cenizas.

Con esperanza busque en el suelo algún pedazo de papel que hubiera logrado escapar de las llamas. Mis rodillas impactan contra el suelo y gruñó al sentir algo clavarse, pero mi desesperación es tanta, la impotencia me invade que ignoro aquel líquido bajando hasta manchar el suelo.

—Por favor, por favor...

Muevo cajas rotas y pedazos de vidrio hasta que de bajo de un cuadro veo un pedazo con tinta en ella. Casi pierdo el equilibrio al tratar de mover las cosas sin cortarme. Al tener aquel pedazo de memoria me coloco de pie. El ardor es soportable, así que con algo de fuerza retiro aquel pequeño pedazo que está incrustado en mi piel.

Apoyo mi espalda en la pared ahora de pie y mis dedos de sangre acariciando la hoja de papel.

Tenía gran parte consumida por el fuego, pero todavía podía leerse algo. Sabía que no ganaría nada, ya que el texto escrito era tan corto que me sentía vacía.


✴✴✴
Querido diario...

Soy yo de nuevo, cada vez sonrió más, tanto que no importa lo que suceda fuera de lo habitación.

Porque encontré la razón para vivir.

No necesito sus abrazos.

Porque lo tengo a él...

No lo dejaré ir...
✴✴✴



Cierro los ojos dejando que las lágrimas salgan, me dolía tener que dejar ir a quien se supone es mi familia. No valía la pena buscar a Papá, el había desaparecido y no le interesaba nada sobre mi, lo aceptaba ahora y mamá no solo quemo mi diario, lo hizo con lo poco que quedaba de amor y cariño hacia ella.

C̴O̴N̴T̴R̴A̴ ̴V̴I̴E̴N̴T̴O̴ ̴Y̴ ̴M̴A̴R̴E̴A̴ || Jjk #1 (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora