XXXIII | El Toque de Nemesis |

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| Música de Multimedia: The Frayed Ends of Sanity - Metallica |

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"Las personas necesitamos de la locura, de lo contrario nunca se es libre".

Nikos Kazantakis—.

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 Alec miraba con tristeza las seis flores que compró para su esposa mientras caminaba hacia su lápida en la segunda sección, él se había sorprendido al ver que la flora volvió a subir más de precio a causa de la guerra

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 Alec miraba con tristeza las seis flores que compró para su esposa mientras caminaba hacia su lápida en la segunda sección, él se había sorprendido al ver que la flora volvió a subir más de precio a causa de la guerra. Pero llevarle las flores favoritas a Amanda, valía el gasto.

El ruso sacó de su bolsillo un cubo retráctil, lo activó y lo lanzó frente a su esposa, de ahí salió una silla plegable. Suspirando, tomó asiento mientras jugueteaba con los pétalos de las peonías y verbenas, ignorando la lluvia que recorría su faz.

—Hola, querida —dijo en voz baja, observó cómo los floreros de granito comenzaban a llenarse—. He estado ocupado y sobrio, te hubiera encantado verme así.

»Tengo un nuevo trabajo —continuó, depositando las tres peonías en el florero izquierdo y las otras dos verbenas a la derecha—. Mi equipo son cinco chicos asombrosos, ¡te gustarían, querida! Hay uno que tiene la edad que tendría nuestro Aquiles... Es un gran chico.

Alec siguió hablando mientras las lágrimas se unían con la lluvia, ocultando su dolor.

 Emma apagó el motor de su automóvil y sacó sus gafas de sol de la guantera mientras le indicaba a Seth que saliera mientras ella colocaba la alarma

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 Emma apagó el motor de su automóvil y sacó sus gafas de sol de la guantera mientras le indicaba a Seth que saliera mientras ella colocaba la alarma.

El Dios observó aquella imponente y tétrica edificación; un enorme edificio cuadrado, hecho de ladrillos rojos y con ventanas cubiertas con rejas de metal, con una pintura blanca descuidada, el clima no era un buen aliado, ya que, la lluvia hacía más tenebrosa la construcción.

—¿Miedo? —preguntó Emma al oído de Seth, sobresaltándolo y cerrando sus ojos. La Diosa soltó una risa—. Vamos, Seth, no te dejes llevar por las apariencias.

Dioses Decadentes: Leyenda I | *Corrigiendo* |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora