XLIX | El Discurso del Ángel |

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| Música de Multimedia: Angels - All Good Things  |

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"La verdad existe. Solo se inventa la mentira".

Georges Braque—.

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	Sebastián apuntó con su fusil directamente al rostro de Lucifer, este aprovechó para reclinarse en su silla, esta rechinó

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Sebastián apuntó con su fusil directamente al rostro de Lucifer, este aprovechó para reclinarse en su silla, esta rechinó.

—Por favor, siéntense —pidió Ivaldi, señalando una vez más los asientos.

Los Dioses se observaron y asintieron, sin bajar el arma se acercaron, tomaron los asientos y los comenzaron a registrar, evitando así alguna trampa.

—¡Vamos, muchachos! —exclamó Lucifer, girando en la silla rotatoria—. Les prometo que no es una trampa, si mi historia no los convence, pueden llevarme. —Observó su brazal y tragó en seco—. Aunque quizás no tengamos tanto tiempo.

Una vez registrado el asiento, los Dioses se sentaron sin bajar el cañón de sus armas, ambos apuntaron a Ivaldi.

—¿Qué nos quieres decir? —cuestionó Forseti, meciéndose de un lado al otro.

—¿Alguna vez se preguntaron por qué la Federación perdía a sus equipos de Élite después de operaciones masivas? —preguntó Lucifer, golpeando la mesa con sus dedos, inmediatamente el enorme ventanal se iluminó—. Precauciones, vidrio antibalas.

—Porque la Resistencia los asesinaban... —se aventuró Sebastián a responder, el ángel negó.

—¿Qué no has visto lo que sucedió este día? —recalcó Lucifer, una pantalla holográfica apareció frente a ellos—. Una sola nave acabó con un tercio de nuestro ejército espacial, un solo sujeto conquistó una playa defendida por mil soldados, un solo disparo destruyó a uno de los tanques más grandes y poderosos de nuestro bando y un solo médico sanó a toda una flota de conquista. —Hizo una pausa e imágenes de las hazañas de los Dioses aparecieron en la holopantalla—. ¿Acaso crees que nuestro ejército podría acabar con sus equipos de Élite?

»No, nosotros no hemos acabado con sus equipos de Élite. —Volvió a hacer otra pausa, cosa que los Dioses aprovecharon para observar si la sala era una trampa—. Fue la propia Federación la que acabó con todo...

Una campanada sonó en la habitación

	Una campanada sonó en la habitación

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Dioses Decadentes: Leyenda I | *Corrigiendo* |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora