| Primera Parte de la Trilogía "Leyenda" |
"El límite entre lo correcto e incorrecto es endeble".
La humanidad ha llegado a la cúspide de su evolución, sin embargo la vida en la Nueva Tierra no es pacífica.
La guerra ha transformado los ideales de...
| Música de Multimedia: This War Is Ours - Escape The Fate |
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"Los muertos son los únicos que ven el final de la guerra".
Platón—.
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Sebastián fue el primero en percatarse del estado del ruso, fue corriendo en su ayuda y lo ayudó a incorporarse.
—¿Estás bien? —preguntó Mixcóatl, pero Alec no respondió, en cambio, su Brazo Mecánico comenzó a accionarse—. Alec...
—Vayan a la siguiente sala —ordenó Dazhbog, observando a Guerra, el cual mantenía el ceño fruncido—. Ahora.
Héctor negó rotundamente y Sebastián le apoyó.
—Quedamos en que todos nos enfrentaríamos al último Jinete —recordó Forseti, el ruso lo miró directamente a los ojos, este se asustó y retrocedió.
—Necesitas nuestra ayuda —argumentó Sebastián, observando de reojo al Jinete—. Él se ve más peligroso que los anteriores.
El ruso sonrió y estiró su Brazo Mecánico, el aura azul de la Piel de Iah fue directamente la extremidad mecánica y el mango de su Hacha de Guerra se comenzó a materializar.
—¿No dejarás sin armas a Seth y a Emma? —cuestionó Héctor, pulsando su brazalete, resignado. El ruso negó.
—Aprendí a distribuir mejor la energía de mi Regalo Divino durante los entrenamientos de Retaguardia —confesó Dazhbog, la cabeza del hacha se materializó, más filosa y larga que la usual—. Desvío la energía de la Piel de Iah y puedo invocar mi Regalo Divino original, sin comprometer la estructura de mi brazo.
—Pero tu escudo... —añadió Mixcóatl.
—No lo necesito —mintió el ruso, intentando sonar convincente—. Recuerda que yo fui parte de los equipos de Élite cuando aún no existían los escudos.
Tanto Héctor como Sebastián asintieron resignados, el Doctor lanzó una parte de sus Partículas a Alec, estas se fusionaron con su armadura y una ligera aura azul recorrió su cuerpo.
Ambos chicos caminaron hacia el túnel, el Jinete los observó y salir y cruzar el umbral, la puerta se cerró, dejando a ambos rusos en la sala.
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