Claude dejó caer su cabeza sobre los libros.
Llevaba en la biblioteca al menos unas diez horas, por lo que tenía un fuerte de libros rodeandolo por todas partes.
No importaba cuanto buscara, no podía encontrar nada relacionado con la tal "Iben" o "Sunghoon" que había nombrado en el anillo.
Era como si lo hubieran borrado de cualquier registro en el palacio.Golpeó la estantería con molestia. Y quizás demasiada fuerza, pues está se tambaleó, y dejó caer en su cabeza y frente a él varioslibros, que parecían más unos cuadernillos
Tomo el que estaba sobre su cabeza y soplo la portada. En unos raros símbolos, que curiosamente entendía, estaban escrito un título, "No olvides quien eres". Y frente a él había catorce libros del mismo estilo, desparramados.
Busco el primero, el cual poseía un número uno, en la contraparte, y sin dudarlo, leyó la primera página.No olvides quién eres, ni quién fuiste.
Recuerda, de una vez el regalo que se te ha hecho, la recompensa que en tus anteriores vidas te dieron para estar con aquella sirius.
Recuerda quien eres Aetherias, recuerda quien eres Jaehyun, recuerda quien eres Claude.
Mírame Claude, en un espejo lograrás encontrar las respuestas que buscas.
No vuelvas a perderlo.
Frunció el ceño al ver todos aquellos símbolos. Hangul, sabía que ese era el nombre de aquel alfabeto, pero no recordaba de donde lo conocía.
Apreto los labios, pero sólo se levantó del lugar y camino hacia fuera del pasillo en el que encontraba, mirando a sus lados algún espejo, como aquel libro le había dicho.
Había uno, a unos seis pasos de él.
Camino hacia este con el libro en mano, y apenas se reflejo en este, su imagen cambió drásticamente, dividiéndose en dos.El primero, poseía su mismo rostro, pero era notablemente más joven, los ojos ceruleos brillantes daban a entender que era de la realeza Obeliana, pero a diferencia de su imagen actual, vestía ropas de colores claros y mu ho más cálidas, acompañando su cabellera castaña con una corona alrededor. Parecía serio, casi como si estuviera molesto.
Al lado, se encontraba otro joven, seguramente en sus veinte, pero poseía unos profundos ojos verdes y unos cabellos negros como el carbón. Si bien el rostro era idéntico al suyo, había ligeras diferencias como que la persona frente a él tenía sus ojos alargados, y mantenía una sonrisa y mirada burlona.
Era más alto, y parecía tener un mejor físico, pero también se veía mucho más normal, como si tuviera su vida resuelta. Vestía extraño, con lo que parecía un suéter, y un pantalón, pero de telas que nunca vio.Frunció el ceño al ver a ambos.
-¿Que clase de magia es esta?. -preguntó, ladeando la cabeza y bajando su vista al libro, que empezaba a agitar sus hojas rápidamente. -
-Creí que tu fuiste idiota, pero este te supera... -dijo el castaño frente a él suspirando. -te daremos respuestas, pero primero, debes ir al inicio.
-¿Inicio? ¿Que mierda estas diciendo?. -preguntó nuevamente, logrando le sacar una grave risa al de ojos verdes. -
-Por ahora guarda silencio, Claude, y déjanos presentarnos. -contestó el de apariencia extraña, chasqueando la lengua. -
-Yo soy Aetherias de Alger Obelia, aunque fui conocido como Rías Kynbe de Beati. -sonrió de lado y extendío su mano, sacándola del espejo. -tu vida cero
-Yo soy Park Jaehyun, tu vida uno.-sonrio e hizo un extraño gesto con sus dedos índice y medio, algo que le había visto a Athanasia antes. - conmigo sabrás sobre Sunghoonie
Este también extendió su mano hasta fuera del espejo.
Claude se tiro hacia atrás, con precaucion, pero antes de hacerlo, cada hombre le agarro un hombro, y él libro en su mano ardió.
La luz lo rodeo y lo cegó.
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-Entonces.... ¿Esperas un bebé de Lucas?
El Alfierce menor asintio , con la cara tan roja como un tomate, causando una carcajada de parte del menor de ambos.
-¡Te dije que tuvieras cuidado!. -grito Elian, haciendo que el bebé en sus brazos y su guarda espalda pegaran un salto en su lugar. -¡Tío Roger te matara Kiel!
-No grites... Porfavor... -murmuró el oji dorado, fregando se el rostro con ambas manos. -Ya lo sé, nisiquiera se como decirle a Lucas.
El rubio suspiro y solo chasqueo la lengua, tomando la liga en su mano para amarrarse su cabellera en una extraña cola de caballo.
En algún momento había pensado que el mago querría intentar experimentar con su primo, pero nunca, NUNCA, pensó que sería mientras este aún era adolescente.
Parecía que Lucas o no comprendía el hechizo de anticonceptivo, cosa que dudaba. O simplemente tramaba algo raro, lo cual consideraba más probable.
Aun así, no le gustaba la idea de qusu primo, su querido primo y único familiar, tuviera que pasar por un embarazo, el recordaba lo difícil que había sido todo y no le deseaba lo mismo al chico.
Juraba cortarle las pelotas a Lucas cuando lo viera.
Salió de sus pensamientos cuando escucho un sollozo suave.
Alzó la cabeza y vio al pelo blanco con el labio temblando a punto de llorar, apretando las piernas y sus manos sobre su regazo.
-L-lo siento... Pero... Tengo miedo Elian, mucho miedo. -dijo el adolescente mayor tratando e secarse las lágrimas. -Seguramente quiera deshacerse de él o quizás puedo perderlo, pero ugh.. Lo siento
-Kiel.. No... -Soltó un nuevo suspiro y casi corrió a estar a su lado, acomodando a su hijo en brazos. -puedes quedarte aquí si gustas... Luka y yo te protegernos y ayudaremos.
Bien, quizás no se le daba bien el reconfortar a la gente. Pero al menos lo intentaba.
Dejo salir su magia, para que se calmara, sonriendole dulcemente y tarareando le un dulce nana para dormir. Estaba embarazado, por lo que no tenía que preocuparle más.
Tan encimismado estaba que no vio como su guardia salía de la sala.
Y tampoco sintió como una de sus barreras antimagia negra era rota.
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Lo siento mucho por desaparecer, pero estoy terminando el año escolar y a sido algo difícil.
Así que espero ahora actualizarlos seguidos y esperen especiales de navidad. Queridos.
Sin mas que decir ¡Sayonara!
Araaam
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Mírame, Claude. [Princesa encantadora]
FanfictionPara los ojos del resto, Elian no le llegaba a los pies a su hermana. El hermano menor, era un simple estorbo para los Yedith. Estaba solo, en un mundo donde la soledad era el peor monstruo. Claude sólo debió mirarlo una vez, para caer por la belle...